A Deal With The Devil

Cap 18: Dime la verdad

El impacto de la caída sobre el hormigón por un lado, el peso de los cadáveres sobre él por el otro, le toma un tiempo a Jean salir de entre la pila humeante de cadáveres de titanes.

En el momento en que el sonido del aire al partirse de las rocas desaparece, Jean sale corriendo y se esconde entre los escombros destruidos.

Mira hacia arriba, la casa en la que estaban parados con el comandante Erwin y otros soldados se ha reducido casi a un montón de escombros.

—... ¿Comandante Erwin?— Jean susurra mientras sale de su escondite. —¡Comandante Erwin!— dice un poco fuerte.

Jean mira hacia arriba, el titán Bestia todavía está de pie sobre los muros, está listo para lanzar otra ronda y Jean maldice su suerte y el juicio de Armin por tener razón otra vez.

Se sumerge detrás de otra pila de escombros para esconderse lo mejor que puede de las rocas voladoras, el aire huele a sangre después de cada ronda, haciendo que la cabeza de Jean dé vueltas. Un gemido proveniente de su derecha llama su atención. Sigue el sonido hasta que encuentra un cuerpo inmóvil en el suelo. Jean reconoce inmediatamente su rostro. —¡Armin! ¿Estás herido?— pregunta Jean en voz alta, llevando el cuerpo de Armin al lugar seguro entre las casas mientras ve al titán bestia prepararse para otra ronda.

Para su sorpresa, hay sangre en el cuerpo de Armin, pero no hay ninguna herida. Armin se sienta, sacudiendo la cabeza. —Tuve suerte. Me golpearon piedras más pequeñas— gruñe, sujetándose el costado después de que una ola de dolor inundara su mente desde allí. —...Pero el impacto dolió. ¿Dónde está... dónde está el comandante Erwin?

Jean abre la boca para decir algo, pero inmediatamente se traga las palabras y mira a su alrededor, esperando que otra ronda de piedras se acerque a ellos.

—... ¿Jean?— pregunta Armin, un poco más fuerte esta vez. —¿Qué le pasó al comandante Erwin?

Jean deja escapar un profundo suspiro, los últimos momentos pasan frente a su mente y simplemente sacude el recuerdo de distancia. "No sé... no creo que nadie pudiera haber sobrevivido a ese ataque de piedras".

Armin se congeló.

Agarra la mano de Jean y lo acerca de nuevo, buscando desesperadamente respuestas en sus ojos. —¿Lo... encontraste?

Jean sacude la cabeza. —El-el edificio se derrumbó y yo- yo-.

Armin no lo deja terminar. Sus ojos asustados miran fijamente al suelo y sus dedos sueltan las extremidades de la manga de Jean.

Otra ronda de rocas pasa volando junto a ellos. A Armin no parece importarle que los edificios se derrumben a su alrededor y el olor a sangre que se eleva en el aire.

—Mi-mi culpa— Armin apoya la cabeza sobre las rodillas y se tapa los oídos, jalando su cuero cabelludo con tanta fuerza que le duele. —Los miembros de la legión corren sin rumbo, Zeke está causando estragos, la gente está muriendo y no podemos hacer nada porque no pude salvar al comandante Erwin. Yo-.

Sus pensamientos autodestructivos se repiten una y otra vez, lo suficiente como para que todo su cerebro se convierta en papilla por todas esas palabras.

Entonces todo se detiene cuando algo pesado cae sobre sus hombros. Armin mira lentamente hacia arriba, no sabe que sus ojos se están cubriendo lentamente de lágrimas. El rostro de Jean brilla con la poca luz del sol que se filtra entre ellos.

Jean niega con la cabeza. —Pero estaría muy decepcionado si nos viera así— es todo lo que dice; —Vamos, tenemos que movernos y encontrar un mejor lugar para escondernos. Con todas estas piedras creo que Eren podría necesitar algo de apoyo hasta que lleguen las lanzas relámpago.