||Nᴏ ᴇʀᴀ ᴄᴏᴍᴏ ʟᴏ ᴘᴇɴsᴀʙᴀ.||

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—Pero que bonita chica!—vocifero el hombre a la mujer que tenía ante el, que tenía secuestrada.

—Nos quedaremos con la chica, jefe?—preguntó el otro.

La chica estaba desesperada, con miedo aún luchando por su vida. Llorando y suplicando por un poco de esperanza de ser salvada.

—Sería una gran idea, pero tenemos una deuda que pagar con los hombres de Ash Lynx y está bonita chica nos puede servir. —algunos hombres suspiraron con desánimos. —Aunque he escuchado que el bastardo es gay pero le puede servir de entretenimiento a sus hombres. Llévenla rápido, esos imbeciles son bastante insistentes.

Los hombres asintieron, la levantaron de nuevo para ser tirada en la camioneta nuevamente.

¿Iba a ser prostituida acaso?
Lloro más aún, pensaba en su vida y lo que iba a pasar con su madre y hermano menor. Lo preocupada que estaría su madre, cómo moverían cielo y tierra para encontrarla a ella y ella a esos puntos este muerta. Que nunca jamás iba a recibir esos besos y abrazos de su madre o los regaños cariñosos de su padre. Las travesuras y molestias de su hermano menor. Que ya no iba a cumplir su sueño de estudiar y vivir en Inglaterra con su novio.

Su novio, siempre le llamaba cuando salía del colegio, Esta vez solo recibiría una llamada de su madre buscando su paradero, de seguro su corazón se rompería. Y ni un "Adiós" pudo decirme. Todas nuestras promesas, sus bromas sobre casarse y "huir" todas se destrozarían.

Sintió como esas manos asquerosas la volvieron a tocar para ser levantada y llevada al horrible lugar donde planeaban llevarla.

—Si no vienen a pagar sus deudas bastardos será mejor que no estén aquí. —escuchó la voz de un hombre. Uno de los hombres de los que me secuestraron contesto.

—Calma viejo, para eso estamos aquí. —el hombre hizo una señal, sus hombres tiraron a la chica lastimándola.

—¿Que se supone que es esto?

—Es un regalo para su jefe, esperamos que sea suficiente para que el de pasar la deuda.

—El los dejará pasar, tráiganla.

Con esa conversación volvieron a cargar a la chica. La chica ya poco a poco ya iba aceptando su destino. Ya no podía huir ni luchar. Ellos eran más y ella estaba débil de tanto gritar y forcejear.

Sintió que la sentaban en un sillón.

—Este es nuestro pago, Ash. Le puedes sacar un muy buen provecho viendo el lado bueno. —al decir eso el rubio hizo una mueca disimulada, odiaba a lo que se refería. —Esperamos que con eso la deuda sea pagada.

El rubio asintió.

—Lo aceptó, ahora vayan con su jefe salvos y sanos. Por ahora bastardos, no dejare pasar otra cosa como el imbecil de su jefe hizo.

Los hombres del otro bando asintieron, ni siquiera se molestaron en quitarle la bolsa que tenía en la cabeza. Para por lo menos respirar, nada.

Ash sintió una vibración en su bolsillo, era su teléfono vibrando. Lo tomo y dijo.

—Llévenla a una habitación despejada, Eiji ve con ellos eres el más indicado para calmarla. —demandó, el chico asintió y sus hombres también. Volviéndosela a llevar.

Al ver quien le llamaba se fue a un sitio alejado de todos, contestó.

—¡Oh Dios mío, Aslan! ¡Que bueno Que contestas! —la voz desesperada de su suegra se oyó, se preocupó debió haber pasado algo.

—¿Señora Victoria, qué pasa? ¿Esta todo bien?—su preocupó aumento al pensar que algo le hubiera pasado a Gen, su pareja.

—¡Si, si! Aslan, Gen no esta! No aparece, la he estado llamando nadie contesta, hemos estado buscando ya por cuatro horas! Mi última esperanza para pensar que no esté en peligro es que esté contigo!

𝐓𝐲𝐩𝐞𝐬, 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝗼𝐬 ||𝐀𝐬𝐡 𝐋𝐲𝐧𝐱||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora