Hermanastros a la fuerza, Alex vuelve, y Eddie vive con su mente en dos, Brie es su hermanastra, se enamoran, pero el destino parace esforzarse de sobra para que ellos nunca estén juntos.
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<<Lentejuelas>>
Narra Brie:
— Gracias por acompañarme hasta la puerta— Sawyer me veía con sus ojos abiertos, pero con un brillo que me encantaba, él es un tipo dulce, tiene personalidad, sabe lo que tiene que decir en el momento que debe decirlo— No era necesario—Puedo verlo claramente, me falta poco para mis 24, y los chicos nunca fueron mi fuerte, tuve malas experiencias en el pasado, y a los pocos chicos buenos, los perdía por tener a Eddie viéndome todo el tiempo— ¿Pasarás a ver a Eddie?— pregunto mirando al piso. Asumo que pasará a verlo, siempre es así.
— Pues no, mañana lo veré— Sawyer está nervioso, lo sé, porque también mira al piso.
—Bueno—carraspeo. La despedida de la segunda cita es complicada, nos la pasamos bien, él tomó mi mano sobre la mesa, me dijo que soy divertida y linda, que le gusta mi forma de ser y que debo ignorar a Eddie cuando sea un culo conmigo. Eso me hace sentir algo de apoyo, no soy la única que piensa que Eddie es más que un plomo.
Es lo peor.
—Brie...—Sawyer rasca su nuca, me mira de manera lenta, el momento es complicado, porque quiero que me bese, pero me da vergüenza intentarlo y ser rechazada.
Sí, díganlo: Qué tonta eres Brie, tienes casi 24, podrías tomar la iniciativa.
— ¿Sí?— pregunto con ilusión, Sawyer toma mi mano, la acaricia unos segundos y pone su mano derecha en mi nuca, me atrae a su cuerpo que es delgado, me gusta su olor, nunca jamás lo había percibido de esa manera y eso que llevaba viéndolos desde hace cinco años. Me sentí una tonta por todos esos rechazos que una vez le hice, y no todos fueron en el mejor tono.— Quiero besarte, Brie...— me lo dice cerca de los labios, él sonríe y yo hago lo mismo, aquello fue el permiso mutuo que nos dimos, para estrellar nuestros labios y besarnos bajo un cielo lleno de estrellas, era tan cursi el momento, que lo hubiera odiado en otro momento de mi vida, pero ahí estaba yo, besándome con el mejor amigo de mi peor enemigo, y eso era tan contradictorio, pero no había mucho que hacer. Sawyer y yo somos lo suficiente maduros como para separar lo nuestro, de la pésima relación que tengo con Eddie.
—Wow—digo en voz baja cuando nos separamos— Eso fue...
—¿Inesperado? ¿Pronto?— me pregunta divertido, la respuesta era cualquiera menos algo negativo.
— No, ha sido...raro— Sawyer cambió su semblante, a uno de preocupación— Pero ha estado genial— susurré.
De pronto el portón de la casa se cerró y todas las luces se apagaron, intenté abrir la puerta pero era imposible, y sólo una persona podía haberlo hecho desde el mando de la casa.
— Mierda— solté un poco malhumorada porque realmente había cagado el momento.
Sawyer sólo sonrió, sabía que Eddie estaba detrás de eso, y sabía que su amigo sólo lo hacía por joderme a mí, las malas intenciones jamás iban para su amigo. Busco mi móvil en mi cartera, sólo por emergencias tengo su número telefónico, así que decido marcarle.
