Free // Adaptación Emiliaco

13.

Una ráfaga de viento movió los rizos del castaño suavemente. Joaquín sonrió y empezó a bajar las graditas del avión. Habían llegado al aeropuerto de Bogotá y un auto los esperaba para llevarlos al hotel. El oji-café río al verlo tan emocionado.

Ambos entraron al auto, esperaron a que bajaran sus maletas y las guardaran y emprendieron viaje. No tuvieron que hacer algún trámite ya que todo estaba arreglado y no era necesario para evitar revueltas y demás.

Las calles de Bogotá estaban llenas de gente caminando por ahí, era hermoso según Joaquín. Realmente sólo había salido una vez del país y había sido para ir a Miami y eso por que su empresa necesitaba planos para la construcción de un edificio en esa ciudad. Después de ahí, no conocía nada más nada.

El rizado no quitaba su sonrisa del rostro al ver al ojimiel tan feliz viendo todo con atención. _ Es lindo, ¿cierto?

_ Realmente lo es _ dijo sin voltearse hacía el oji-café.

El resto del viaje fué bien hasta que llegaron a su hotel. En el lobby, Emilio le entregó su llave para la habitación y Joaquín le agradeció con una sonrisa. Venían cansados, querían descansar un rato. Se verían para cenar, antes irían a dormir y ducharse.

_ ¿No estas nervioso? _ preguntó el castaño mientras comía parte de su comida.

_ Claro que sí, la mayoría estamos nerviosos antes de cada presentación ó concierto, queremos darle lo mejor de nosotros a nuestros fans, ó al menos yo, ellos hacen mucho por mí, sólo quiero devolverles un poco _ dijo con una sonrisa sincera.

Joaquín se quedó maravillado. Cuándo apenas había escuchado de Emilio Osorio, pensaba que no era para nada humilde y presumido. Se sorprendió mucho desde el momento en que lo conoció. Lo sorprendía a cada minuto y en cada momento que pasaban.

_ Lo harás perfecto, estoy seguro de eso _ le regaló una sonrisa. _ Estoy emocionado por ver todo, será el primer concierto que disfrute de verdad. ¿Sabes? Las gemelas se volvieron locas con Fine Line y me amenazaron con decorar todo mi cuarto de aguacates sino les grababa todos los conciertos _ ambos rieron con ésto último.

Cualquiera que los pudiera ver, se contagiarian de su alegría y felicidad, ellos encajaban tan bien juntos que mierda, dolía saber que no todos encontraremos a la persona que nos haga sentir así.

_ Gracias por venir conmigo Joaquín _ soltó de repente el rizado feliz.

_ Yo debería ser el que dá las gracias _ dijo negando con la cabeza. _ Gracias a tí Emilio, de verdad _ y el miel y el café se combinaron, sus miradas en el otro provocaban mariposas en sus estómagos, veían a los ojos de otro cómo sino hubiera un mundo más que el de esos hermosos ojos.

_ ¿Quieres ir a conocer un poco la ciudad? _ preguntó Emilio sin terminar el contacto visual.

_ Sí claro, lo amaría _ dijo emocionado.

Había que admitir que todo iba mejor de lo esperado, el ojimiel llevaba conociendo a Emilio por 1 mes y aún no caía en cuenta cómo había cambiado su vida. Joaquín era de esas personas que dudaban en cuánto el universo les daba sólo buenas jugadas, dudaba en el futuro y estaba seguro que era alguien de mala suerte, el que Emilio llegara a su vida sólo había sido un milagro, así lo veía él.

Cuándo empiezas a recibir cosas buenas de la vida, momentos que te hacen feliz. Empiezas a pensar en que no los mereces, en que todo eso es la calma antes de la Tormenta. El castaño era alguien con miedo al futuro, el cantante vivía su presente, lo disfrutaba al máximo. Joaquín en cambio le temía al futuro y lo que el destino tenía preparado para él.

La vida y sus experiencias personales lo hacían temer sobre éste. Al ojimiel le costaba confiar en que todo saldría bien, luego de que pensó y creyó eso con el cáncer de su mamá y con Andy, ya no había alguna gota de confianza ó fé que pudiera usar.

Así que sí, Joaquín tenía miedo del futuro. Desde hace unas noches no dormía muy bien. Se encontraban en la CDMX, su destino siguiente sería la tan esperada París, el tour del cantante iba en su camino, avanzando poco a poco al igual que sus sentimientos por el rizado.

Hacía 2 noches desde que Joaquín había caído en cuenta lo que sentía por Emilio. Porque según él, es diferente besar a una persona y pasar tiempo con ésta, a de verdad tener sentimientos. Y eso lo tenía sin dormir. Técnicamente no eran nada, eran ¿"algo"? Y para un ojimiel que le gustaba tener claridad en la vida y en lo que pasaría, el no tener la certeza de que eran y qué era ese "algo", si le llegó a molestar, tanto que el insomnio se apoderó de sus noches.

Se encontraba mirando al techo de la habitación, esa noche el cantante tenía concierto, pero él estaba cansado y optó por no ir. Además de que venía evitando al rizado los últimos días, tenía que pensar las cosas. Tener la mente clara y eso no lo lograría por la gran distracción que sería ver a Emilio cantando, su mentón tan definido, el perfil del cantante en primera fila, eso no ayudaría definitivamente.

Sólo cerró los ojos y trató de aclar sus sentimientos y su mente. ¿De verdad quería involucrarse en ésto? ¿De verdad quería perder su privacidad entera? ¿Su libertad? ¿El poder aguantar los rumores de la prensa? ¿Los haters que tendría y le llegarían? ¿De verdad podía con ésto? Él sabía que no estaba en una buena posición, necesitaba arreglar ésto más para sí mismo. Preguntas que hicieron al ojimiel caer en un profundo sueño, estaba frustrado de verdad.

Buenas aquí les dejo un capítulo nuevo.

Perdón que les dé sólo un capítulo, pero es que se viene un dramita y creo que serán 2 ó 3 capítulos y no quiero dejarlos en mitad de ello.

Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.