Free // Adaptación Emiliaco

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Cerró la puerta de un azote. Estaba mucho más que frustrado, mucho más que enojado y mucho más que triste. ¿Pero que podía hacer?

La había cagado y lo sabía, tenía que resolver ésto. No quería quedarse sólo de nuevo. Ya no podía imaginar su vida sin Joaquín en ella. No podía imaginar el dolor de Joaquín en ese momento, pero sabía que no quería hacerlo.

Entró a la habitación, dónde un ojiazul muy alterado apareció.

_ ¡Maldita sea Emilio, te he estado llamando hace horas! _ gritó el ojiazul apenas lo vió.

_ Ya estoy aquí, ¿qué necesitas? _ se recostó en la cama, pasando sus manos por su rostro.

_ Emilio lo descubrí y no te vá a gustar _ confesó el ojiazul sentándose a la par del oji-café.

_ ¿Qué descubriste? ¿De qué mierda hablas? _ preguntó con el ceño fruncido.

_ Hablé con Karol. Todo ésto fué obra de Matías _ Emilio lo volteó a ver con su ceño fruncido.

_ ¿Qué? _ mencionó en un hilo de voz.

_ Ya me oíste. Marptías organizó todo un maldito plan para hacer un escándalo.

Emilio lo miró con asombro en su mirada. Mentiría si dijera que no se lo esperaba de Matías. No era la mejor persona que digamos.

Luego pensó ¿qué le servía saber eso? Joaquín había dicho muy claro que no lo volviera a buscar. Que no quería saber nada más de él. Le había dicho que se arrepentía de todo lo que habían logrado. Claro, él también le había dicho esas cosas y más, pero nunca lo dijo enserio. Joaquín no era su peor error. Joaquín era la luz en su vida. Joaquín era amor. Con Joaquín había encontrado el significado de vivir en el mundo. Joaquín era lo mejor que le pudo haber pasado en su vida.

No tenía dudas de eso. Lo tenía muy claro. Pero el asunto estaba en si Joaquín había creído sus palabras. Y en si Joaquín había dicho todo enserio. Pero si fuera así, ¿Qué necesidad de decir todas esas palabras? Esas palabras que le rasgaban el alma cada vez que las recordaba.

_ ¿Qué importa ahora Sian? Joaquín fué muy claro diciendo que se arrepiente de todo conmigo, ¿porqué debería de explicarle todo?

_ ¡¿¡¿Te escuchas hablar Emilio?!?! Joaquín conoció la felicidad contigo. Joaquín te ama, no lo olvides, ¡¡no pudo hablar enserio!! _ exclamó Sian.

_ ¿Y si lo dijo en verdad? _ preguntó con miedo el rizado. Pasó una mano por su pelo ya crecido. Ahora le llegaba casi a los hombros, pero le alcanzaba para hacerse un moño.

_ Si lo dijo en verdad, sabrás que hiciste todo lo que estaba a tu alcance. Emilio estabas drogado, Karol ayudó a Matías y no fué tu culpa. Él no podrá culparte por algo que no estaba en tus manos. ¿Entiendes? _ recibió un asentimiento de Emilio. _ Bien, ahora quiero que te bañes, ¡te arregles y te vayas a hablar con Joaquín ya!

Emilio rió. Se levantó de la cama, dirigiéndose al baño para arreglarse. Sian tenía razón. ¿Qué haría sin su mejor amigo? Seguro estaría perdido. Tal vez Joaquín había dicho todo de verdad. Y por más que doliera, él tenía que intentarlo todo.

La vida no es fácil, nunca lo ha sido. Nadie dijo nunca que lo seria. El secreto en ello es hacer que valga la pena vivirla. Y Emilio eso trataba, necesitaba hacer valer el vivir en éste mundo, y si tenía que hacerlo, lo haría con Joaquín a su lado.

No se permitió pensar negativamente, aunque dentro de él, en lo mas profundo de su alma, tenía el miedo viviente de ¿y si no lo lograba?

Ya no quería aprender a vivir sin Joaquín en su vida. No quería replantearse su futuro. Él quería a Joaquín y todo lo que trajera con él.