Free // Adaptación Emiliaco

22.

Emilio abrió sus ojos lentamente tratando de visualizar su entorno. Sintió un peso encima suyo y encontró a un ojimiel con su mejilla sobre su pecho y su brazo abrazándolo perezosamente.

Sonrió levemente ante la vista de sus ojos y con suavidad movió el brazo de Joaquín, quitándole sobre sí. Con cuidado movió al castaño de su pecho, colocándolo en la cama, haciendo el mayor intento por no despertarlo.

Se sentó en la cama y se impulsó hacía el borde, sus pies tocaron el piso alfombrado de la habitación de hotel.

Vestía solamente un short cómodo que consideraba perfecto para dormir, su pecho desnudo sintió el espasmo frío del aire acondicionado, extrañando el calor corporal de Joaquín en él.

Se levantó de la cama empezando a caminar hacía el otro extremo de la habitación.

Joaquín se removió en las sábanas abriendo ligeramente un ojo, sintiendo la ausencia de calor que le brindaba el cuerpo de Emilio al dormir sobre él.

_ E-Emilio _ soltó en una voz ronca, casi inaudible. Emilio apenas escuchó el sonido, volvió su vista al ojimiel en la cama.

_ ¿Mhhm?

_ ¿A dónde vas? _ preguntó el castaño, su voz saliendo aún ronca y pesada de su boca.

_ Iba al baño, perdón si te desperté _ dijo sonriéndole con suavidad. Joaquín frunció un poco su ceño mirándolo fijamente, sin despertar del todo.

_ Uh bien, pero por favor quédate, no te vayas, ¿si? Por favor Emilio no lo hagas _ Emilio frunció su ceño ante la petición del ojimiel y sintió su mandíbula tensarse. Se acercó a pasos lentos a la cama, sentándose en el extremo dónde Joaquín estaba acostado.

Llevó una de sus manos a la mejilla del castaño, dándole cariño ahí. Se inclinó y besó su sien con suavidad. _ Aquí estoy amor, te prometo que no me iré _ se inclinó de nuevo y besó su cabeza.

Joaquín asintió ante la promesa del oji-café y cerró sus ojos, acomodándose en la almohada y volviendo a dormir.

Emiloo se levantó y se dirigió al baño de nuevo. Volvió al cabo de unos minutos, abriendo el edredón de la cama y metiéndose debajo de éste.

Se acostó sobre su espalda y sin decir nada, Joaquín se arrastró hasta su pecho. Pegando su mejilla de nuevo en él.

Emilio dejó escapar una risa y cerró los ojos finalmente, dejándose llevar por el cansancio que lo consumía.

_ ¡¡¡Y es que hasta que al fin llegaron!!! ¿¡¿Que mierda estaban haciendo?!? _ dijo con drama un pelinegro en la entrada del restaurante.

Había estado esperando a la pareja mínimo media hora en la puerta del lugar, haciéndolo ver, según él, cómo un pobre plantado.

Joaquín sintió sus mejillas enrojecer ante la pregunta del pelinegro y mordió su labio levemente para ocultar una pequeña risa.

Emilio miró a su amigo fijamente con una mirada asesina en sus cafés ojos, que nadie desearía. Sian trató de aguantarse una carcajada por la actitud de su amigo, a quién pocas veces, lo había visto de esa manera.

_ Lo importante es que ya estamos aquí Sian, no hagas tanto drama _ el pelinegro levantó una ceja con diversión hacía Emilio, quién con cara de pocos amigos le advirtió con sólo su mirada en él.

Y es que el oji-café conocía a su mejor amigo, tanto que hasta podría suponer que se le había pasado por su mente en ese momento. Y sabía que Sian intentaba con todas sus fuerzas el no soltar una carcajada.

Agradeció que pudiera cumplir su objetivo. Tomó la mano de Joaquín entre la suya, luego de cerrar el paraguas con el que se habían tapado para no mojarse. Y con un ademán le indicó al pelinegro que pasaran adentro.

Y es que habían tenido razón, el siguiente día había amanecido aún lloviendo. Joaquín había maldecido por eso, había planeado ir al puente de los candados con el cantante, aunque una mañana en la cama, no era algo para protestar.

Tal vez y sí hacía linda tarde, dejaba de llover y el día se mejorara. Podría convencer a Emilio al destino que tenía planeado para esa noche.

Entraron al Restaurante, Sian seguido de la pareja. Era un milagro que no hubieran paparazzis, al ser un lugar público visitado por dos cantantes famosos. Sin embargo ninguno de los tres se quejaba.

La chica que los recibió les enseñó su mesa que habían reservado, pronto se sentaron y ordenaron lo que comerían.

_ ¿A dónde iremos luego de París? _. Preguntó el ojimiel en un intento de hacer conversacion. Aunque sí era sincero, sí tenía la duda.

_ Emilio no te dió mínimo un calendario ó algo así del tour?_ dijo Sian con el ceño levemente fruncido.

Joaquín respondió la pregunta negando con su cabeza, con una ligera sonrisa apenas visible en sus labios.

_ Dios Emilio ¿que clase de novio eres? _ dijo negando con su cabeza con un visible drama. Joaquín rió ante la pregunta del pelinegro. Emilop entrecerró sus ojos hacía el ojiceleste, dándole así por segunda vez en el día una mirada de pocos amigos.

_ Iremos a Italia Joaco _ dijo el rizado mirando al ojimiel, dándole caricias en sus manos entrelazadas. _ No le hagas caso al pelinegro de ahí, sus palabras son tal falsas cómo el color de su cabello _ dijo con diversión.

Sian se sobresaltó al escuchar tal acusación que según él, era de lo más falso. _ ¡¡Oye!! _ exclamó molesto hacía el oji-café.

Emiloo no evitó reír. Joaquín se quedó perdido por segundos ó tal vez minutos en su novio riendo.

Adoraba esos hoyuelos que se hacían visibles en cada sonrisa del oji-café. Joaquín pensaba que fácilmente podrían ser su nueva razón de vivir, trataría de hacer reír al rizado tanto cómo pudiera sólo para verlos siempre.

_ ¡¡Comida!! ¡¡Al fin!! Me estaba muriendo de hambre _ dijo Sian con una felicidad que brotaba en cada expresión de su rostro, sacando al ojimiel de sus pensamientos.

_ Podría jurar que te ví terminando una bolsita de papas tostadas cuándo llegamos, Sian

_ Deja de juzgar Emilio, necesito alimentos y proteínas, estoy en crecimiento

_ Sian tienes 25 años, tu crecimiento terminó hace cómo 6 ó 7 años _ contrataco Emilio.

_ Ay Emilio, mira mejor ponte a pensar en cómo ser un mejor novio para Joaquín antes de que se dé cuenta que eres el desastre en persona _ Los tres terminaron riendo ante tal comentario.

Emilio ya se encargaría de su amigo después, creía en el karma, se las cobraría. Joaquín amaba cada vez más esa relación que tenían ambos cantantes, le recordaba a él con Textos y Diego.

Y Sian sólo disfrutaba de ver a su mejor amigo así, tranquilo, con trabajo, pero no sólo en su vida. Con alguien con quién encajaba cómo si hubieran sido específicamente hechos el uno para el otro...

Seguimos........

Prepárense porque ya se aproxima el drama.......

Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.