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Habían llegado a Venecia, Italia, esa misma mañana.

Joaquín aún estaba sorprendido de cada lugar a los que iban, lástima que se quedaban apenas unos días y luego partían.

Emilio tenía todo el día ocupado y el siguiente hasta después del concierto. Para pasar ese tiempo con el ojimiel en París, había adelantado algunas cosas del tour, pero tenía que hacer otras más.

Estarían en Italia 3 días, con entrevistas cada día. El primer día fué el que llegaron, el concierto se llevaría a cabo el segundo día y el tercero sería para descansar y partirían en la noche.

Era el último destino en Europa, luego de Italia irían de nuevo a Latinoamerica y finalmente a USA. El tour constaba de un poco más de 1 año, e iban ya en el mes 4, casi 5 del dichoso tour.

Joaquín acompañaría a Emilio por 7 meses, luego volvería a México. Él lo sabía, sabía que iba a ser así, que se separaría de Emilio unos meses hasta su cumpleaños en diciembre y luego lo que quedara del tour.

Sin embargo, ninguno sabía aún, lo difícil que sería dejar ir al otro, y continuar sólos.

Podrían llamarse todos los días por videollamada ó hablar por chat, pero se habían acostumbrado tanto el uno al otro, a estar cerca y tenerse, que sería de verdad difícil.

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Sian sabía que Emilio estaría ocupado, sabía que el ojimiel estaría sólo. Y pensó que sería una gran oportunidad para conocerlo mejor. Después de todo, Emilio parecía que iba enserio con él.

Se estaban quedando todos en el mismo hotel, así que ya sabía el número de habitación de Emilio y la de Joaquín. Era sólo cuestión de ser Sian y saber todo de todo.

Se encaminó a la habitación del ojimiel. Al llegar dió unos toques en la puerta y esperó.

Un despeinado ojimiel abrió la puerta, sorprendiéndose un poco al ver quién era.

_ Hola _ saludó Sian.

_ Hola

Sian le sonrió levemente, Joaquín le devolvió el gesto y lo invitó a pasar con un gesto con la mano.

_ No quiero ser descortés, pero más que todo por curiosidad preguntó, ¿qué haces aquí? ¿Pasó algo? _ cuestionó sin sonar grosero el castaño mientras cerraba la puerta.

Y la verdad es que si tenía bastante curiosidad en saber las razones del porqué el ojiazul estaba ahí. Trató con todas sus fuerzas no sonar grosero, esperó no haber sonado así.

Sian tenía su mirada fija en un par de maletas de color vino, en una esquina de la habitación. A la par de éstas, habían dos maletas negras.

El ojiazul reconoció el dueño de las maletas vino, y supuso que las negras eran el ojimiel que lo observaba con curiosidad en su mirada.

_ ¿Sabes Joaquín? Creo que deberías decirle a Emilio sobre reservar una sola habitación _ dijo Sian aún viendo las maletas vino. Las mejillas del castaño se tornaron de un rojo carmín ante el comentario, antes de poder decir algo, el pelinegro siguió. _ Estás pagando ésta habitación y no es necesaria cuándo le dan una a Emilio en cada lugar que vá en el tour

El ojiazul dirigió su mirada a Joaquín y sonrió. _ No necesitan dos habitaciones, lo sé y ustedes lo saben _ dijo finalmente. Joaquín sonrió hacía Sian, quién con confianza se sentó en el sillón de la habitación.

Aunque la pareja no lo supiera, ni lo sospechara, hasta ahora. Sian sabía que desde París, Emilio había estado durmiendo en la habitación de Joaquín y a veces Joaquín en la de Emilio.

Lo había notado, igual era imposible no hacerlo cuándo la cama de la habitación del rizado estaba cómo nueva.

Debía admitir que le gustaba ver a Emilio así, cómo pocas veces lo había visto. Le gustaba ver esa mirada de cariño, que trasmitía tantos sentimientos en ella, que le dedicaba su mejor amigo a su novio.

Le ponía feliz ver cómo Emilio se había enamorado de ese ojimiel tan único. Aunque Emilio aún no le había dicho, él lo sabía, su mejor amigo está totalmente jodido por Joaquín, lo sabía.

Y se notaba que Joaquín también, lo sabía por esas sonrisas y las miradas cargadas de sentimientos que tenía cuándo veía al rizado.

Claro había que admitir que él disfrutaba ser testigo de cada paso que daba la relación. Verlos enamorarse en tan poco tiempo, pero de una forma tal real y verdadera que joder, dolía saber que quizás nunca encontrarías a alguien que te mire así en toda tu vida.

_ Le diré a Emilio _ dijo tímidamente el ojimiel.

_ Respondiendo a tu pregunta anterior... Bueno, estoy aquí porque sé que Emilio estará ocupado y la verdad no tengo mucho que hacer y dudo que tú también. Además estamos en ¡¡Venecia!! No podemos quedarnos en un hotel todos éstos días, definitivamente ¡¡NO!! _ si algo había averiguado Joaquín del mejor amigo de su novio, era que hablaba hasta por las orejas y no le molestaba en lo absoluto.

Él era igual ó tal vez peor, claro sólo cuándo ganaba la confianza suficiente. Tal vez llegaría a tener una linda amistad con ese pelinegro que además de hablantin, era un dramático y chismoso de primera. Definitivamente se llevarían bien, ó eso esperaba.

_ ¿Qué quieres hacer? _ Sian sonrió ante la pregunta del ojimiel. La verdad no sabía si le seguiría la aventura ó no, pero le había alegrado su respuesta.

_ Iremos a bucear _ dijo con una gran sonrisa en su rostro. Irradiaba felicidad con cada expresión de su rostro. Joaquín asintió hacía el pelinegro, logrando que aumentara su sonrisa, algo que según Joaquín ya no podía ser posible, a lo que también sonrió.

Mentiría si dijera que no le emocionaba bucear, nunca lo había hecho en su vida y de verdad se moría por intentarlo.

Mentiría si dijera que no le emocionaba bucear, nunca lo había hecho en su vida y de verdad se moría por intentarlo

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Buenas aquí les dejo capítulos nuevos.





Mis criaturas les deseo una feliz Navidad, que todos vuestros deseos se cumplan.




Espero les gusten.......





Nos vemos AlbertXioW.

Free // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora