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Revisaba los papeles sobre su escritorio. Se acomodó en la silla buscando una posición más cómoda.

Quitó los lentes de sus ojos, cerró los ojos y se masajeó el puente de la nariz. Estaba estresado, tenía mucho trabajo que hacer. Sin mencionar los últimos acontecimientos provocados por el cantante mexicano que obviamente le traían problemas que él tenía el deber de resolver.

El sonido de una notificación llegó a su computadora. Abrió los ojos para ver de que se trataba.

"El cantante mexicano del hit "Watermelon Sugar", Emilio Osorio, nos confirma su relación con un chico de Acapulco, dedicándole una canción romántica en el último concierto"

Era un artículo de alguna de esas revistas de chismes de celebridades. El pelinegro frunció su ceño al leer y dió un pesado suspiro.

_ Te lo advertí Osorio _ dijo al aire.

Tomó el teléfono de su escritorio y marcó un número. Se lo llevó a su oreja esperando a que contestaran al otro lado de la línea.

_ ¿Hola? _ contestaron finalmente.

_ Patrick, tenemos un problema y creo saber cómo resolverlo. ¿Estás enterado de esa fiesta en unas 2 semanas en la CDMX? _ escuchó una confirmación del otro lado de la línea. _ Bien, me aseguraré que Emilio vaya, ahí lo haremos. _ dijo mientras asentía para sí mismo.



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Emilio escuchó el sonido de su celular. Una llamada estaba entrando. Automáticamente sonrió al pensar en quién era.

La emoción en su rostro fué muy visible. De sólo pensar en su novio, no podía evitar la sonrisa marcando sus hoyuelos.

Tomó su celular, y de pronto su sonrisa se borró, remplazándola por su ceño fruncido y una mueca en sus labios.

Toda su ilusión se había ido por la borda. No estaba para lidiar con eso ahora. Suspiró pesadamente y atendió finalmente.

_ ¿Hola? _ Preguntaron al otro lado de la línea.

_ Hola Matías, ¡¿¡¿qué quieres ahora?!?! _ casi gritó, con obvia irritación el rizado.

_ Quítate ese mal humor Emilio. Sabes lo que soy capaz de hacer si es lo que quiero. Ya tengo mucho con aguantar ésta nueva relación tuya sin ningún tipo de stunt.

Emilio suspiró pesadamente. Sabía con lo que lo amenazaba su manager.

Ya estaba harto de tantos stunts. Estaba cansado de las preguntas incómodas en entrevistas dónde tenía que sonreír y finjir que en serio tenía esa relación. Que enserio amaba a esa persona que en su vida había visto.

Todo eso terminó un tiempo antes de que Joaquín llegara. El ojimiel le enseñó lo hermoso, lo perfecto e imperfecto que era estar en una relación en la que de verdad quería estar.

Le enseñó a amar, a preocuparse por otra persona de una manera distinta a cómo él se preocupaba por su madre ó su hermana.

Le enseñó a vivir. Le dió una razón para vivir su vida. Para levantarse cada mañana de la cama con ganas de ver esos hermosos ojos mieles a su lado. A tener ganas de empezar su día sólo por la emoción de ver a su Joaquín, a sus ojos ámbar en dónde podría perderse horas mirándolos.

Así que sólo podía seguirle la corriente a su manager y no decirle no.

_ Habla, ¿qué necesitas? _ se sentía frustrado, sólo quería que ese contrato terminara y pudiera conseguir un nuevo manager.

_ ¿Irás a la fiesta el Viernes, cierto?

_ No es cómo si me hubieras dado más opciones _ respondió con fastidio el oji-café.

_ Bien, sólo necesitaba confirmar. No te pierdas Emilio. Estaremos en contacto _ finalmente colgó la llamada.

Suspiró cansado. Todo ésto le abrumada de una manera inexplicable, pero al menos sus fans, su novio y sus amigos lo compensaban.



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El pelinegro entró a la habitacion sin previo aviso. Emilio se sobresaltó un poco por la sopresa, pero al ver a su amigo, volvió a respirar corretamente.

_ ¿Con quien hablabas? _ preguntó curioso el ojiceleste. Él tenía la necesidad de saber todo de todo el mundo. 

_ Matías _ Sian respondió con una mueca de desagrado en su rostro.

_ ¿Y que quería? _ preguntó con falso interes.

_ Amanecimos preguntones, ¿no es asi Sian? _ dijo el oji-café con una sonrisa de lado, su amigo era unico.

_ Sabes que sólo trato de apoyarte en lo que puedo _ se excusó el pelinegro mientras se sentaba en el sillon del camerino.

_ Si claro _ respondió en tono sarcastico, él y Sian rieron. _ Me llamó para saber si iría a la fiesta del Viernes _ Sian frunció su ceño pensando.

_ ¿Y porqué? _ cuestionó casi en susurro.

_ ¿Y yo que voy a saber bro? ¿Me ves cara de Nancy Drew ó qué? _ fingió molestia ante el pelinegro.

_ Oh yo no te veo cara de nada, pero de seguro Joaquín te vé cómo una dona con un hermoso glaseado, tan atrayente que quieres comértelo todo _ bromeo el pelinegro.

Emilio trató de fingir molestia ante su amigo, pero su risa lo delató.

_ Ya, déjalo en paz. No es fácil ver ésta obra de arte a diario sin querer hacer algo al respecto _ mencionó señalándose a sí mismo. Sian lo miró indignado.

_ ¿Y tú crees que es fácil para mí verme todos los dias al espejo? No, no es fácil, pero lo sobrellevo. Soy un sobreviviente de mi propia belleza _ Emilio no aguantó la risa y se soltó a reir con confianza, Sian siguiéndole después.

Extrañaba a su chico lindo, pero al menos tenía a su mejor amigo recordándole lo lindo de vivir la vida. Dándole aunque sea pequeñas sonrisas cada día.

Ya no podía esperar al Sábado para ver a su Joaquín...



Ya no podía esperar al Sábado para ver a su Joaquín

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Seguimos........




Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.

Free // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora