+ ¿RECUERDAS LA LEYENDA? +

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Aron cierra el libro de golpe y me toma de la mano para que nos ocultemos detrás de unos estantes.

—Shh... —cubre mi boca con su mano—. No hagas ruido —susurra viéndome a los ojos.

Entre los pocos libros, puedo ver que la persona que entró a la biblioteca se trata de... John.

Él busca con la mirada algo o a alguien, al ver que no hay nadie, se retira, pero... se percata de que una de las computadoras del fondo se encuentra encendida, así que se acerca a ella.

Él camina hacia nuestra dirección y cuando está por pasar al otro lado del estante, las cosas pasan rápidamente... una alarma comienza a sonar y al mismo tiempo, Aron me besa.

Me pega sobre el estante y me besa con ganas.

Yo me quedo estática, recordando la primera vez que nos besamos. No muevo mis labios, no le sigo el beso, pero tampoco lo aparto de mí, solo lo observo.

Espero a que él termine con lo que inició y segundos después, lo hace. Se separa de mí y me ve a los ojos.

—Creí que, si hacía esto, él se iría —dice con la voz pausada.

Yo solo asiento con la cabeza, sin palabras.

—¿Funciono? Funcionó —se responde él mismo y se aparta de mí—. Salgamos de aquí.

Sigo sus pasos y veo cómo él apaga la computadora rápidamente y sale de la biblioteca llevándose las llaves con él. La alarma continúa sonando y cuando salimos al patio del internado sabemos cuál es la razón, pues la doctora ha sido encontrada y los directivos la están reteniendo.

Al parecer, la doctorcita no tuvo el tiempo suficiente para huir del internado y solo se escondió entre nosotros.

La policía no tarda en llegar y en llevársela con ellos. Al parecer, todos en el internado quedan tranquilos, pues ellos creen que estas muertes han sido por su causa, cuando en realidad, todo esto recién acaba de empezar.

+++

A la hora de la comida, John se sienta con Paulo y conmigo. Él no aparta la mirada de mí.

—¿Dónde estabas? Te he estado buscando todo el día, pero no te encontré. Estaba preocupado por ti.

—Estaba por ahí —digo sin importancia y continúo comiendo.

Ya no sé si John es la persona que siempre creí que era. No sé si él sea el responsable de estas desgracias.

—¿Por ahí? —me cuestiona Paulo, pero yo no le respondo nada más.

Cuando termino de comer, me retiro del comedor y me dirijo al jardín, ahí me encuentro con él.

—Aron.

—Que bueno que te encuentro. Quiero preguntarte algo.

Asiento con la cabeza, intrigada a su pregunta.

—¿Crees que lo que descubrimos en la biblioteca sea cierto?

Pienso antes de responderle. Sé que todo esto es paranormal, pero... es la realidad.

—Solo sé que el asesino no es una persona común, Aron. Es una cosa... es la sombra.

Aron se queda en silencio, procesando esto por un momento. Finalmente, me pregunta:

—¿Sabes cómo pararla?

Niego lentamente. Cuando Aron está por preguntarme algo más, se queda en silencio y mirando tras de mí, yo volteo y me encuentro con Paulo viéndome desde la entrada del edificio.

—Será mejor que no le digas nada de esto a nadie Abigaíl —dice Aron—. Entre menos personas sepan de esto, mejor.

Él da media vuelta y se aleja de mí, mientras que Paulo aprovecha el momento y se acerca a mi lugar.

—¿Qué hablabas con él? ¿Qué no lo odiabas? —pregunta confundido con mis acciones.

—Yo... él es diferente. Paulo, él no es la persona que creía. Él no es el asesino.

Paulo frunce las cejas.

—¿Ahora confías en él? ¿Qué fue lo que te hizo para cambiar de opinión, Abi?

—Yo...

No sé cómo ocultarle la verdad a él. Paulo es mi amigo y hasta ahora, la única persona en la que confío.

—¿Recuerdas la leyenda? —le pregunto, decidida a contarle todo.

+++

Cuando la noche llega, no puedo acostarme, ni mucho menos descansar. Mi subconsciente solo está en alerta en espera de que las luces vuelvan a parpadear y que ocurra otra tragedia.

Camino de un lado a otro de mi cuarto, me muerdo las uñas y juego con la tela de mi bata.

Estoy asustada y preocupada. Cuando escucho que alguien toca a mi puerta doy un pequeño salto y dudo varios segundos antes de ir y abrir. Cuando lo hago, no veo a nadie en el pasillo, solo veo que sobre el piso está una pequeña caja rectangular.

La tomo con cierta duda y vuelvo al interior de mi cuarto, ahí, cuidadosamente, abro la caja y veo que se trata de un celular.

Lo tomo con cierta sorpresa y procedo a encenderlo, deduzco que es nuevo, ya que no tiene apps instaladas. Entro a los contactos y solo veo uno.

Aron.

Justo en ese momento, el celular comienza a vibrar. Mis manos tiemblan de la sorpresa, pero terminan aceptando la llamada.

—¿Bueno? —contesto mientras me acerco a la ventana y veo hacia el edificio de enfrente. Ahí lo veo a él, parado en frente de la ventana de su habitación, viendo hacia mí.

—Si alguien quiere hacerte daño, lo mejor será que estés en comunicación conmigo.

Me toma unos segundos susurrarle:

—Gracias —susurro sin dejar de verlo a la distancia.

—No me agradezcas. Es mi trabajo.

Frunzo las cejas sin entender eso último.

—¿Tu trabajo es cuidarme? —pregunto y sonrío con burla.

—Olvídalo. Solo cuida muy bien el celular y comunícate conmigo por cualquier cosa. Adiós.

Cuelga la llamada y se aleja de la ventana para después apagar la luz de su habitación.

Ese chico es realmente raro.

Primero me seduce, después se comporta como un psicópata, más tarde me ayuda, luego me golpea, me besa, me ayuda y... otra vez, se comporta como un completo extraño.

+++

¡Hola!

Me demoré con la actualización porque tuve problemas de internet el fin de semana, pero ahora, les traigo nuevos y jugosos capítulos 

🎭 Cuando las personas se sienten amenazadas, la confianza será su principal enemigo 🎭

CUANDO LAS LUCES SE APAGAN ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora