—¿Aron? —frunce las cejas, confundido—. ¡Uy! ¡Te interesa! —arquea sus cejas de manera perversa.
—No de la manera en la que te imaginas —veo a mi alrededor y al ver que no hay nadie cerca que pueda escucharme, decido decirle la verdad—. Él y esa chica nueva son... extraños.
—Eso ya lo sabe todo el internado. Esos chicos, además de estar buenos, tienen prioridades que los demás no.
—¿Prioridades? ¿A qué tipo de prioridades te refieres? —pregunto con las cejas fruncidas.
—La directora habla constantemente con ellos dos, ellos si pueden comer más de una vez al día y no tienen asignada ni una tarea en el internado. Pero, lo más extraño es que... ellos tienen una relación con el agente Danilo. Hay más de una ocasión en que los he visto conversar escondidos entre los arbustos.
—¿El agente Danilo?
El mismo agente que lleva mi caso...
¡Todo de pronto tuvo sentido!
—¡Claro! El agente está de su lado. Por ello quiere hacerme creer que estoy loca cuando en realidad los locos son ellos. Ellos están locos y son cómplices de todas las muertes...
—Espera, espera... ¿De qué hablas? —dice confundido.
—Maximiliano. Ayúdame a investigar a Aron, tú duermes en el mismo edificio que él, tú puedes ver y saber cosas que no están a mi alcance.
—¿Estás diciéndome que Aron es sospechoso de la muerte de Ximena?
—Estoy segura. Él mató a Ximena y a Roger... —cierro los labios al darme cuenta de mi error.
—¿El psicólogo Roger está muerto? —abre los ojos, sorprendido de mi confesión.
—¡Max, concéntrate! Ayúdame a buscar pruebas para poderlo denunciar, pero ten cuidado, porque él no es normal, él es...
—No tiene sentido. Cuando Ximena murió, yo mismo vi a Aron y a su hermana estar juntos.
—A eso voy. Ellos no son personas normales —susurro lo último—. No quiero que pienses que estoy loca, pero... ellos son sombras. Son demonios disfrazados de personas y están asesinando. Iniciaron con Ximena, después con Roger... ¡Ayúdame a buscar una solución! —digo al borde de la locura.
—Oh, vale... ¿Por eso Paulo me preguntó sobre la leyenda que les conté? Tú piensas que ese par de chicos nuevos son la encarnación del asesino de aquella prisión.
Me quedo en silencio y él comienza a reír, lo que hace que incremente mi desesperación.
—¡Eso es solo una historia, Abi! Eso me lo contó la doctorcita en una de nuestras tantas escenas de sexo. Siéndote sincero, yo no creo en eso y considero que la muerte de Ximena y el castigo que recibiste en el sótano te están haciendo daño. Es mejor que vayas a tu cuarto y...
Le cierro la boca con una bofetada, haciendo que su cigarrillo caiga al suelo.
Los dos nos quedamos en silencio, él mirándome sorprendido y yo mirándolo con impotencia.
—No estoy bien, pero tampoco estoy mal. Sé lo que vi, sé lo que escuché y sé lo que pasó —digo con los dientes apretados y aguantando las ganas de que lágrimas salgan de mis ojos.
—Bien —dice Max después de un suspiro—. Supongamos que tienes razón. Para ello, alguien tuvo que invocar a la sombra. Según la leyenda, una persona que te quiera y no pueda tenerte, es el responsable. ¿Alguna idea, Abi? —arquea las cejas mientras yo me quedo en silencio.
—No soy tan importante como para que alguien invoque a la sombra por mí —frunzo las cejas.
—Pero en este internado hay gente loca que está dispuesta a matar por ti. Piénsalo —Max da un paso hacia mí—, eres una chica inteligente, inocente, valiente y... —da otro paso acercándose a mí— hermosa —dice viéndome de arriba a abajo mientras se muerde los labios.

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CUANDO LAS LUCES SE APAGAN ✔️
ParanormalEl internado "Luces de esperanza" es el típico lugar viejo, abandonado y sombrío en toda la ciudad. Abigaíl llevaba ocho meses internada allí y, hasta ese momento, nada fuera de lo común había ocurrido. Sin embargo, todo cambia cuando llegan ellos:...