-Solo será un beso -digo más para mí que para él.
Aron sonríe victorioso y se acerca a mí, yo, por el contrario, no me muevo y espero a que sea él quien me bese, pero no lo hace.
-El reto es para ti, no para mí, bonita -susurra viéndome a los ojos.
Sin más, tomo una bocanada de aire y me acerco a él para acortar la distancia que nos separa. Uno mis labios con los suyos y cuando me intento alejar, él atrapa mi labio inferior con sus dientes y me muerde ligeramente. Yo abro los ojos y lo veo con horror, él hace lo mismo, pero viéndome con perversión.
Aron mueve sus labios sobre los míos sin dejar de mirarme, yo solo siento sus movimientos, pero no soy capaz de seguirlos ni de alejarme. Sus ojos azules son hipnotizantes, siento que me sumerjo en ese azul profundo hasta llegar a la oscuridad.
-¡Qué ya es suficiente! -Paulo me separa de Aron y ahí es en donde me percato que todos los presentes nos observan.
Aron limpia las comisuras de sus labios con su pulgar y me hace un guiño de ojos antes de regresar a su lugar.
Pero... ¿Qué fue eso?
El juego continúa. Araceli gira la botella y la maldita vuelve a señalarme a mí y a... Aron.
¡Este juego está truqueado!
-¿Verdad o reto? -dice él lentamente.
¿Verdad?
¿Reto?
Ninguna de las dos son convenientes.
-Reto, no. Verdad -me contradigo.
-¿Quién era Manuel Olvera?
Abro los ojos de par en par. Mis latidos se aceleran y siento que dejo de respirar.
Él... Aron, ¿cómo lo conoce?
Siento sudor bajar por mi espalda y no sé qué responder.
-¿Quieres reto? -arquea sus cejas perversamente.
Niego con la cabeza y trato de pensar en una respuesta inteligente.
-Era un maldito. Manuel Olvera era un miserable maldito.
Y está muerto...
Mi boca aún se amarga al pronunciar ese nombre.
-¿Qué le pasó? -vuelve a preguntar interesado en el tema.
-Solo era una verdad -interviene Paulo y lo agradezco.
Aron deja de insistir y vuelve a girar la botella, pero antes de que esta se detenga nuevamente en mí, decido terminar con el juego.
-Ya no quiero jugar.
-Quedamos en que, nadie podría salir del juego, al menos de que la mayoría estuviera de acuerdo en dejar de jugar -dice Aron.
-Pero Ximena salió hace un minuto y nadie dijo nada -responde Paulo y de inmediato, dirijo la mirada hacia el lugar en donde se supone estaría ella.
¿En qué momento se fue?
-Bueno, yo también quiero dejar de jugar. ¿Alguien más? -Max levanta la mano mientras lo dice.
Otros chicos y dos chicas levantan la mano y de esa manera, el juego termina y soy liberada de esto.
-Entonces, ¿qué hacemos ahora? -pregunta una chica que no quería dejar de jugar 'verdad o reto'.
-Podemos contar historias de terror -habla Max acercándose al centro.
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CUANDO LAS LUCES SE APAGAN ✔️
ParanormalEl internado "Luces de esperanza" es el típico lugar viejo, abandonado y sombrío en toda la ciudad. Abigaíl llevaba ocho meses internada allí y, hasta ese momento, nada fuera de lo común había ocurrido. Sin embargo, todo cambia cuando llegan ellos:...