Nunca estarás satisfecho

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Fundy también se le ha quedado viendo esperando qué responda.

—¿Quién es él? —pregunta señalando a George.

—Soy su novio —George se cruza de brazos—. ¿Y tú quién eres?

—Dream, ¿qué mierda es esto?

Dream intenta hablar, pero solo le salen balbuceos. Siente unas fuertes ganas de vomitar. No puede ni explicárselo a sí mismo.

—Puedo explicarlo, prometo que puedo explicarlo —repite una y otra vez como si de alguna forma pudiera decir algo razonable que explicara todo sin que sonara como un idiota.

Le tiembla todo el cuerpo. Tiene a la persona que más ama viéndolo con odio y a la persona que más anhela sus caricias mirándolo con un asco que ni siquiera se atrevería a tocarlo otra vez.

—Prometo que puedo explicarlo —dice al borde del llanto.

Siente un peso enorme. Se siente estúpido por creer que lo que estaba haciendo no estaba mal. Se siente estúpido por arruinar su relación con George. Se siente estúpido por dejarse llevar por las manos de Fundy y la calidez de su cuerpo.

—Lo lamento —dice con la mirada gacha—. Puedo explicarlo, puedo explicarlo.

—Pues hazlo —dice Fundy, impaciente.

—George es mi novio. Lo amo más que a nada del mundo y daría lo que fuera por él. No hay persona que más admire que George; una persona luchadora, tierna, amorosa. De verdad lo siento, George. Te juro que si pudiera retroceder el tiempo lo arreglaría.

—Ya no hay nada que puedas hacer. Aléjate de mi vida.

Y se va. Se aleja y sabe lo egoísta que sería detenerlo. Siente como le apretujan el corazón. No quiere saber qué será de la vida de George ahora que ha perdido lo poco que le quedaba. Todo por la persona que decía amarlo cuando miraba a otro lado.

—¿Ahora me vas a explicar? —le dice Fundy.

—No te amo, ni me gustas. Me pareces atractivo, me gusta pasar tiempo contigo, pero solo has llenado en mi lo que George no podía por la distancia. Lo siento.

—Pues a mí me da igual que solo me quisieras por sexo, pero debo reconocer que fue un poco imbécil de tu parte engañar a tu novio —admite Fundy—. Pero bueno... Ahora que no son nada podríamos seguir con lo nuestro, ¿no?

—Claro —dice sin pensarlo ni dos veces.

Tan seguro de lo que quiere y haciendo de cuenta que George quizá no era tan importante como creyó. ¿Por qué quién se atrevería a seguir con su vida como si nada hubiera pasado apenas de tener una ruptura?

...

¿Y ahora qué?, piensa George. No lo había encarado antes con el miedo de terminar sin nada, y ahora que lo había hecho en parte de arrepiente. Si hubiera aguantado un rato más, si hubiera fingido ingenuidad por un tiempo más, tal vez las cosas estarían mejor. Pero no era lo correcto.

Mantiene su mente ocupada en sus estudios, es lo único que puede hacer. Así no piensa en Dream ni en lo miserable que es su vida.

Después de haber estudiado toda la tarde toma su teléfono y se percata que Dream a subido una foto. En aquella foto se muestra a Dream y a Fundy mirándose el uno al otro ambos sonriendo mientras que las puntas de su nariz chocan con la del otro. En la descripción lee, "Al fin algo más que una amistad <3". Ha pasado menos de una semana desde que han terminado y ya está con alguien más.

—Nunca estarás satisfecho —murmura.

Aquella frase no solo aplica para Dream por irse de pareja en pareja, sino que también aplica en él que nunca estará satisfecho con sus logros, o a sus padres que nunca estarán satisfechos con sus calificaciones. Quizá nadie se siente satisfecho.

Entonces, ¿por qué tendría que intentar satisfacer a alguien? ¿Por qué debería sentirse mal por no ser suficiente para Dream? Dio todo lo que pudo y lo que tenía. El problema era Dream, no él. ¿Entonces por qué Dream estaba tan feliz y él tan miserable? El mundo es injusto.

...

—Le prometo que sí hice el trabajo. Debo habérmelo olvidado en mi escritorio, pero sí lo hice.

Dream se pone a rebuscar en su mochila. Estaba seguro que lo había hecho antes de que Fundy entrara a su habitación.

—Se lo entrego más tarde.

—Más tarde no califico nada.

Se regresa a su asiento con ganas de tirar todo. Se quiere culpar a sí mismo por ser tan descuidado. Seguro lo había dejado sobre su escritorio, y por eso había perdido una calificación.

Fundy entrega su trabajo y al menos agradece que no sea tan olvidadizo como él.

—¿Ya entregaste tu trabajo? —le pregunta cuando vuelve a su asiento.

—Creo que lo dejé en mi habitación.

—Es una lástima.

No es la única vez que le ocurre, sino que cada vez es más frecuente que pierda sus trabajos, proyectos, exposiciones. Cada vez se vuelve un poco más loco. ¿Cómo es posible que se olvide tantas veces de sus cosas cuando estaba seguro de lo que había guardado la noche anterior?

A ese punto está seguro que va a tener que llevarse varios de los cursos y que lo único que lo puede salvar son los parciales.

—¿Estudiaste? —le pregunta Fundy.

—Toda la semana.

Fundy se fija en la hora. Faltan quince minutos para que empiece su examen.

—Oye, ¿crees que puedas acompañarme a mi habitación? He olvidado algo. No queda muy lejos. Lo prometo.

—Bien, pero que sea rápido.

Van a su habitación y Fundy empieza a buscar por todas partes algo. Dream aprovecha para sentarse un rato y justo en ese momento Fundy parece encontrar el objeto. Se lo mete al bolsillo y sale de la habitación. Dream se pone de pie para seguirlo, pero le ha cerrado la puerta.

—¡Fundy! ¡Fundy, sácame de aquí! —mueve el pomo de la puerta intentando que se abra, pero es nulo—. ¡Fundy, por favor! ¡No es gracioso!

Patea la puerta esperando que al menos se rompa. Le quedan cinco minutos para que empiece su examen.

En algún momento iba a abrirle. Era su habitación. Tenía que regresar por él.

Pasa media hora, una hora, dos. Su examen ya ha acabado y no tiene posibilidad de recuperarlo.

Escucha unos pasos y grita nuevamente.

—¡Ábreme, por favor! ¡Fundy, ábreme!

—¿Dream?

—¿George?

aRe YoU sAtIsFiEd¿ (Dreamnotfound)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora