El Arte de La Luna

Cartagena.

Pov. Calle

—Ahora haremos una lista de pequeñas reglas que tendremos que seguir a partir de ahora si queremos que esto funcione.

Le digo camino a Misi para dejarla y yo poder ir a la productora, así las cosas entre nosotras se hayan arreglado yo ya no pensaba volver a Misi y no por los rumores solamente sino porque los proyectos con Juliana y los que Germán ya tenía para mí ocuparían mucho de mi tiempo, cada vez me involucraba más lo cuál aunque al principio pensé no sería bueno, estaba siendo todo lo contrario.

—Okay patrona ¿Y cuáles son esas?

Dice obediente y abre las notas de su celular.

—Escríbelas en nuestro chat mejor para también tenerlas

—¿Las olvidarás aunque tú las pongas?

—Tengo mala memoria a veces y tú más así que no me juzgues

Ambas reímos y hace lo que le digo lista para que yo le diga

—Muy bien...

1. Nada de muestras románticas ante amigos y conocidos.

—Eso incluye la ama de llaves que ahora papá se molestó en contratarme

—¿Entonces cómo nos veremos y haremos cositas?

—¿Perdóoon?

No puedo evitar explotar en risas al escucharla decir eso, sonaba tan... Extrañamente tierno que lo dijera así.

—Hablo de cositas como preparar algo juntas, cantar algunas de nuestras canciones, cositas así... Mal pensada esta.

—Ajá, sí. Bueno vamos con la siguiente que abarca eso de hacer "cositas".

Ella ríe.

2. Usaremos nuestra técnica de las piedritas a la ventana cuando tengamos un plan romántico.

3. Siempre preguntar antes de suponer.

4. Ser claras y transparentes.

5. Mensajes de texto en público.

—Si queremos decirnos algo lindo será por mensaje así nos tengamos de frente.

—¿Y si de pronto me muero de ganas por besarte?

Deja el celular de lado y justo cuando nos detenemos en un semáforo en rojo me toma del rostro y me besa con intenciones de que este beso fuera largo, nos permito que sea así cuando siento su lengua tomar camino con la mía. Al menos hasta que los demás autos comenzaron a hacer sonar su bocina alejándonos del susto y avanzando por el verde.
Yo muerdo mi labio y limpio el labial que se había corrido un poco.

—Entonces me pides que nos vayamos a otro lugar, al auto o al baño

Sonrío sintiendo mis mejillas quemar. Esta Poché es la que me gustaba.

—Es que tienes unos labios tan que me parece complicado que pueda aguantar hacer eso pero okay, lo haré.

—Recuerda que estoy haciendo esto basándome en tu decisión