Mi Mañana

Capítulo 10

Nosotros corrimos detrás de ellos pidiéndole a papa sé que detuviera y solo escuchaba lo gritos de Guy pidiéndole que se detuviera, pero los perdimos de vista cuando papa lo tacleo y ambos cayeron por un risco.

Tardamos en buscar una bajada lo suficientemente segura por donde no termináramos en alguna cueva sin salida, una vez que pudimos bajar todos a salvo buscamos por doquier pero no lográbamos encontrar nada de ellos y eso me asustaba.

La búsqueda nos llevó a un cañón de donde se podía escuchar como una linda melodía sonaba gracias al eco del lugar, con cuidado nos escondimos detrás de un muro y pudimos ver a papa y a Guy atrapado en brea y eso era sumamente peligroso.

Pero también el gatosable se encontraba con ellos, Guy y papa sostenían una especie de… señuelo con la forma de un gatosable hembra, creo que ya entendí lo que quieres hacer, y cuando vi como era sacados de ahí sin problema fuera de la brea.

Cuando la fiera se dio cuenta que esa falso, se lanzó sobre ellos y antes de que nosotros pudiéramos ayudar se atascó en la brea y salió volando en la dirección contraria… y por suerte lejos de nosotros.

- ¡Papa! – mis hermanos y yo nos lanzamos sobre el abrazándolo con fuerza y él nos recibió con la misma necesidad.

Cuando nos separamos para que mama pudiera abrazarlo, me acerque al pelinegro que nos miraba con una sonrisa, y lo abarse con fuerza estaba preocupada por ambos y me alegraba que estuvieran bien.

- ¿Estas bien verdad? – pregunte una vez que nos separamos, pero él seguía sosteniendo mi cintura, el me sonrió y junto su frente con la mía.

- Estoy bien, no te preocupes – me respondió sin borrar la sonrisa, nos separamos y papa dijo que teníamos que salir de ahí.

Tardamos en subir la montaña, pero los derrumbes y temblores ya estaban sobre nosotros así que no podíamos detenernos.

Una vez que estábamos en la cima vimos con alegría como el hermoso sol se alzaba esperando por nosotros.

- ¡Ahí esta! – dijo con alegría tomando mi mano - ¡El sol, si podemos, podemos montarlo hasta el mañana! – su festejo se interrumpió cuando a nuestros lados todo empezó a derrumbarse. Teníamos que cruzar ya si no… todo terminaría para nosotros.

- ¡RAPIDO, CORRAN! - corrimos con fuerza buscando poder terminar con todo esto y por fin poder estar en paz y a salvo.

Cuando estábamos por llegar, una gran berrera de humo nos alcanzó justo frente a nosotros, no podíamos escapar todo nuestro esfuerzo fue en vano, todo el mundo se nos derrumbó en solo unos segundos.

- ¡¿Qué?! – grito con frustración el pelinegro - ¿Cómo? ¡ya estaba ahí! – exclamo mirando atentamente el lugar que nos aseguraba nuestra vida tranquila.

Buscando apoyarlo, me coloque detrás de él y lo abrace con fuerza por la espalda, el coloco sus manos sobre las mías con fuerza, sabía que todo lo que el buscaba termino en ese momento y quería hacerle saber que no estaba solo.

- ¡Vamos, todos a la cueva! – mama nos ordenó mientras nos empujaba, - vamos, vamos – sin más opción corrimos a la cueva.

Cuando estábamos por entrar nos detuvimos al ver que papa no estaba con nosotros, cuando lo buscamos estaba perdido viendo el panorama buscando algo.

- Grug vámonos - Mama regreso con el dejando a Sandy en mis brazos, - ¡Grug vamos a morir si nos quedamos aquí! – estaba desesperada pero papa no la escuchaba.

Todos esperábamos con impaciencia que papa nos siguiera, pero el, no parecía interesado en eso.

- No – fue lo que dijo después de minutos en silencio, - No más cuevas – mire con sorpresa al chico a mi lado y después a mi hermana que estaba igual que yo.

- ¿Qué? – mama no parecía entender y el momento no era bueno para perder el tiempo.

- No más oscuridad, ni escondites – dijo con seriedad mientras nos miraba a todos deteniéndose en mí y Eep.

Las palabras de papa encendieron una chispa, que aseguraba una posibilidad de salir de aquí todos juntos, pero también una alarma que no me gustaba.

- No puedo cambiar, yo no tengo ideas – la sinceridad de sus palabras fueron otro timbre de alarma – Pero tengo músculos – miro nuevamente el lugar donde el sol se encontraba – Y es justo lo que necesitan – finalizo.

Eso fue en detonante para que mis lágrimas salieran, papa nos daba una salida de aquí, pero nada más y no iría con nosotros.

- ¡No!, no sabemos que hay haya quizás nada – mama menciono desesperara ya sabía lo que papa quería hacer, - es muy arriesgado – finalizo.

- Es una salida – dijo papa con seguridad mirándonos a todos.