Mi Mañana

Capítulo 28

- Ya que tocan el tema… ¿puedo quedarme con Eep verdad? – pregunto Mark con una sonrisa inocente en el rostro mirando a su padre y a Grug.

- ¡¿Qué?! – el grito de ambos fue tan fuerte que retumbo en toda la cueva.

Los pasos y gruñidos eran cada vez más fuertes, el piso temblaba y los chimpampuños se escondían detrás de las rocas buscando escapar de la visa de la bestia que se alzaba tras la montaña buscando su alimento prometido del mes.

Púas enormes salieron entre la niebla y una mata de pelo blanco empezó a sobresalir y temiendo lo peor…una cara sonriente fue lo que vieron dejándolos confundidos.

- Es…lindo – Grug miraba con sorpresa.

- ¿Esto es una broma verdad? – Mark parecía indignado con la criatura frente a él, pero antes de otro comentario la horrible cara de un furioso gorila de enormes colmillos se presentó frente a ellos.

- ¡¿Solo era su frente?! – Guy no podía creer que por un momento pensó que podrían salir vivos de ese lugar.

Su enorme mano se alzó sujetándolos por la parte de arriba de sus disfraces, acercándolos a sus fauces listo para comer.

Pero cuando amenazo con devorarlos, fuertes gritos se escucharon desde la entrada de la cueva donde los hombres y los chimpampuños miraron con intriga.

Las mujeres entraron con valor y fuerza buscando rescatar a sus hombres de esa bestia, una fuerte explosión de vapor las dejo ver por la bestia.

- ¡HERMANAS TRUENO! – el grito resonó con la fuerte explosión por toda la cueva.

- ¡_____ Y Eep! – el grito de felicidad de los jóvenes también salió con fuerza, la bestia gruño en su dirección.

- ¿Qué demonios es esa cosa? – Eep pregunto mirando con asombro a la criatura que amenazaba la vida de familia.

- No importa que es…Nosotras nos desharemos de el – la pelinegra miraba con molestia a la criatura.

El anciano ordeno detener a las intrusas para que el sacrificio fue terminado, una gran lucha inicio, pero ellas llegaron dispuestas a ganar.

Gran salto con fuerza golpeando con su bastón a los monos que se interponían en su camino, con ayuda de su lobo araña logro quitarlos si continuar su camino.

- ¡Reyna de las chicas! – grito.

Eep y Brok buscaban despejar el camino, pero fue interceptada por monos frentones que impedían su camino, como con los cangurillos, con su cabeza logro deshacerse de ellos. Y abrir el paso a las demás.

- ¡Corazón de Fuego! –

- ¡Esa es mi chica! – Mark grito con fuerza recibiendo malas miradas de los hombres.

Alba llego colgada con los dos presos y los arrojó asía la peliroja que los recibió sin dudarlo, creando una barrera que saco a la mayoría de chimpampuños salieran volando en diferentes direcciones.

- ¡Hermana Ocaso!

Ugga se libró de ellos azotando con fuerza su cuerno en el suelo, creando una nube de humo que nos mandó a volar, Sandy también ayudo mordiendo a cada mono que se cruzaba en su camino con fuerza y lanzándolo a su hermano que los golpeaba con una rama.

- ¡Cerno de Sangre! –

- ¡Rastreadora! –

Pero flechas de fuego cayeron en su dirección, pero Esperanza las detuvo con su pelo impidiendo que lastimaras al joven a su espalda.

- ¡Thunk! –

- ¡Agua Puerca! -

La bestia abrió sus fauces metiendo las que creía bananas dispuesto a comer, pero como si buscara provocarlas cerraba la boca con lentitud mientras miraba a cada una de más mujeres.

- ¡Papa! – el grito de Alba e Eep fue aterrador mirando en dirección a la bestia, pero la pelinegra aún no se detenía y miraba con molestia a la criatura cuando cerro la boca.

- ¡Eep, Alba su resortera! – ordeno mirando a sus hermanas, quienes asintieron y colocándose en posición. Sin perder tiempo tomo una rama y con ayuda de Sky pudo tomar impulso y salir disparada en dirección a la bestia.

- ¡Tormenta Furiosa! -

Grug buscaba con desespero detener la boca del monstruo que la cerraba pero era difícil, pero todo cambio cuando su hija apareció, ayudándolo a levantar poco a poco la boca de la bestia.

- ¡_____! – el grito de los cuatro fue de asombro cuando la vieron, ella ponía la misma fuerza que su padre.

- ¿Qué haces es peligroso? – Grug cuestiono, pero fue ignorado, la pelinegra cansada grito mientras colocaba la lanza abriendo por completo la boca.

- ¡Abre la boca, maldita bestia! – cuando logro su cometido, ayudo a su papa a sacar a los demás de ahí.