Tanya la serpiente de Hogwarts

C1 Callejon Diagon.

Así los días pasaron rápidamente y cerca del fin de junio de 1991, exactamente una semana después de la visita de Albus Dumbledore, el pequeño profesor de encantamientos Filius Flitwitch se apareció en el orfanato de Tanya.

Tanya estaba... ¿Decepcionada tal vez? Quien se presentó como Flitwitch frente a su puerta era un hombre enano incluso más bajito que ella y eso tomando en cuenta que ella era considerada bajita para su edad; Flitwich era un hombre de mediana edad con un bigote amigable en su rostro y un par de gafas circulares sobre sus ojos, la ropa de Flitwitch por otro lado también era digna de una segunda mirada, si tuviera que ser descrita con una palabra sería: horripilante, colores por todas partes, una corbata sobre un hoddie de color verde con un pantalón holgado y una capa oscura de color azul marino sobre sus hombros. Tanya no entendía como alguien con un sentido de la moda tan horrible pudiera presentarse como un profesor, y aunque ella pensó en primera instancia que el profesor Flitwitch era un estafador finalmente cedió cuando esté le dijo que el era el profesor de Hogwarts enviado para ayudarla a comprar los materiales para el curso escolar.

Tanya tenía muchas preguntas sobre este profesor, pero se abstuvo de preguntar cosas tales como: "¿Profesor Flitwitch, de pura casualidad existen los enanos en este mundo?", O "¿Eres un enano o un humano de corta estatura?", Incluso preguntas más simples de la índole: "¿Enseñan la teoría del color en Hogwarts?" U "¿Es tu vestimenta el uniforme de la escuela?" fueron guardadas en su interior pese a su preocupación.

Sin embargo Flitwitch era lo suficientemente amable como para explicarle varias cosas del mundo mágico que existía en secreto.

Ambos caminaban por las calles de Londres hacia el metro mientras hablaban.

-Sabe profesor me cuesta trabajo creer que los magos logren mantenerse en secreto a lo largo de los años. -Tanya dijo mientras buscaba algunas monedas en su billetera para el boleto del metro, sin embargo Flitwitch saco un billete de 500£ para pagar, la cara del tipo en la casilla era una obra de arte mientras cambiaba el billete y le devolvía un par de tiquets; Flitwtich se entretuvo con las monedas un momento antes de contestar.

- ah!, Si, bueno, el Ministerio de Magia se encarga de la mayoría de encuentros entre magos y muggles.

- ¿Muggles?- Pregunto Tanya mientras esperaban el metro.

- Asi es como llamamos a los no magos.

Tanya se llevó una mano a la frente mientras pensaba en lo estúpido que era hace la división, además ponerle un nombre era solo una invitación a la separación y la discriminación.

-Disculpa si sueno escéptica pero ¿Me estás diciendo que una institución secreta llamada el ministerio de magia encubre toda la magia del mundo? ¿En serio? - pregunto Tanya con un suspiro. -Una sola institución que controla todo el mundo desde las sombras, está vez ser X se superó a si mismo.

- Aunque no sé que es un "sein X" no veo porque el ministerio de magia no podría mantener en secreto la magia de los muggles. - Declaró el pequeño profeso encogiéndose de hombros. - Los magos nos hemos estado escondiendo a lo largo de los siglos, tenemos bastante experiencia haciéndolo. - Tanya miro a la ropa de Flitwitch y dudo seriamente de su afirmación.

En ese momento el metro llegó y ambos de subieron.

- Además es fácil manipular a los muggles que creen lo que quieren creer, y para ellos es más fácil creer que la magia no existe.

Mientras Tanya se acomodaba en un asiento al lado del pequeño profeso no pudo evitar pensar en la religión y como había personas en la época en la que murió que llegarían a rechazar incluso pruebas científicas si estás no se apegaban realmente a sus creencias por más locas que estás creencias fueran. Anti vacunas y terraplanistas también, es más fácil convencerlos que hay un mundo mágico si se les dice que la tierra es de hecho plana y la vacunas de hecho quieren controlar tu mente; sin embargo lo mismo se aplica en el sentido opuesto.