C6 El mago Impérial quiere arrasar II

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—Arriba.

Tanya suspiro ligeramente mientras la escoba llegaba a su mano; este... Este era un sentimiento incómodo. Tanya sintió la escoba y no le gustó mucho el sentimiento, tenía que haberlo imaginado de ante mano pero esto, sin duda alguna, le recordaba a las máquinas que usaban los Voluntarios de los Estados Unificados para volar en su última vida. Más específicamente, aquella escoba sobre la que volaba la berserker del ser X que le daba pesadillas, Mary Sue.

Tanya agito el pensamiento de su cabeza mientras se enfoca de regreso a la escoba.

Tampoco es que la escoba fuera exageradamente mala, aún así, se preguntaba si ella lograría volar por encima de los 500 metros de altura con ella. Recordando su recordó de altura en su último mundo algo en su interior se quebró en mil pedazos y eso no fue su corazón pues ella no tenía uno, así que lo que sea que se allá roto fue probablemente algo mucho más profundo y preocupante; talvez tendría que pensar en realizarse un cambio de aceite para ver qué todos estuviera bien o incluso revisar el motor debajo del capo.

De no ser por lo desesperada que estaba por volar ella ya habría partido la escoba a a la mitad.

La profesora Hoch les indico a los alumnos en el suelo que se prepararan para despegar y Tanya se puso en la fila con el resto de las personas escoba entre las piernas lista para golpear el suelo a la llamada de la profesora.

Todo el mal humor de Tanya parecía haber desaparecido en cuestión de segundos mientras la anticipación llenaba su cuerpo.

Draco miro la cara de extrema concentración en el rostro de Tanya y trago algo de saliva pensando en las similitudes que tenía su rostro con el de un perro de caza con una presa ansiada frente a sus ojos. De repente Draco sintió que las amenazas de Tanya estaban ciertamente reforzadas por algo más allá que solo las palabras.

— 3... 2... -

La profesora Hoch empezó la cuenta pero  Neville pateo el suelo un momento antes de que el silbato de la profesora sonara, saliendo disparado al cielo con un grito.

—¡Hey! ¡Vuelve aquí muchacho!

Tanya silbo con admiración mientras lo veía alzarse en el cielo rápidamente, 10, 20, 30 metros, parecía que el estaba fuertemente sujeto a su escoba pero está estaba haciendo un giro peligroso que amenazaba con tumbarlo.

Mirando al aire Tanya tomo su escoba y empezó a correr hacia la dirección del chico, ella noto que el chico se estaba resbalando de la escoba a la altura de 40 metros el finalmente empezó su caída.

Tanya pateo el suelo y se alzó en el aire con la escoba, la aceleración de la gravedad le daban pocos segundos para actuar así que tenía que moverse rápido.

Maniobrando la escoba como si fuera tan natural como respirar Tanya ascendió rápidamente al cielo y luego se zambullo igualando la velocidad de Neville para evitar lesiones por el choque o el frenado repentino para cualquiera de los dos, ella soltó la escoba y abrió los brazos sosteniendo a Neville y descendiendo lo más suavemente posible.

Neville con las manos en el pecho dejo de respirar por un momento mientras miraba a Tanya cargandolo con una amplia y hermosa sonrisa en su rostro. El soltó un suspiro que no sabía estaba conteniendo ante el hermoso pelo dorado que se agitaba en el viento con aquellos hermosos reflejos causados por el repentino sol saliente mientras los profundos ojos de Tanya lo miraron tan tiernamente, como si ella hubiera pasado por esto ya alguna vez.

— hey, ten cuidado con estás escobas, por cierto lamento lo de más temprano. ¿Y bien? ¿Hacemos negocio? Si me preguntas a mi yo creo que una recordadora es un precio ínfimo por salvarte la vida.

Tanya la serpiente de HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora