Tanya la serpiente de Hogwarts

C18 ¿Qué vez?

—Harry que vez en el espejo.

Esas palabras, tan frías, tan aterradoras; carcomían a la mente de Harry Potter. ¿Qué había hecho mal para acabar aquí? El... él se había escabullido por la noche con su nueva capa de invisibilidad, solo para encontrar un espejo misterioso.

Pero entonces, las cosas se salieron de su control sin que el pudiera hacer nada, una chica de Ravenclaw había entrado en la habitación solo para transformarse en Tanya Smith. El corazón de Harry estaba latiendo a toda velocidad y su mente estaba atormentada con preguntas y pese a su mejor raciocinio, él se quedó mirando a la chica, que es lo que hacía en este lugar tan lejos de la torre de Slytherin, a medianoche y... ¿De alguna manera cambiando su apariencia?

Su pregunta pronto seria respondida cuando Quirrell entro en la habitación y cerró la puerta. La curiosidad de Harry pronto se convirtió en un miedo insaciable y en una sensación de que el definitivamente no debería estar aquí escuchando esto; escuchando a esos dos hablar de haber intentado robar algo en el pasillo del tercer piso.

La piedra filosofal, y parecía estar oculta frente a ellos, en el espejo que estaban mirando, no solo eso, ¡Ellos dos estaban hablando de secuestrar a alguien!

Harry tenía que decirle a alguien, él debía...

Fue entonces cuando fue petrificado.

Y ahora él se encontraba en esta situación. Harry tenía miedo, miedo mientras miraba al espejo, y miraba a una familia sonriendo desde el otro lado, miedo al ver como su reflejo sonriente tomaba una piedra roja del bolsillo de su túnica para guardarla de nuevo momentos después. Miedo al sentir algo materializarse en su bolsillo.

Pero el miedo no era lo único que había, también había dolor. Su cicatriz dolía con fuerza incesantemente y todo se sentía más fuerte después de que Tanya lo tocara con su varita.

Harry miro a Tanya una vez más, y vio algo que había deducido desde la visita a la enfermería. Harry no sabia si lo que estaba mirando era verdadero o falso, lo único que sabia es que frente a el estaba la figura misteriosa que lo había atacado en el bosque prohibido hace unos meses.

Sin embargo, Harry aun así suplico su ayuda, pero ella solo lo miro sin inexpresiva.

— ¿Y bien Harry? ¿Qué es lo que vez?

Harry trago saliva una vez más mientras devolvía la mirada al profesor Quirrell, su menta yendo a toda velocidad pensando que decir.

—¡POTTER! —Gritó Quirrell furioso. —No tenemos todo el día para esperarte.

Él debía decir algo, algo, lo que fuera, pero que debía de-

— Busca en su bolsillo. — Comento la voz fría y calculadora de Tanya. —Algo mágico apareció dentro de su bolsillo derecho.

Quirrell miro a Tanya antes de sonreírle y meter una mano en el bolsillo de Harry. En ese momento, por un segundo, solo por un segundo, mientras Quirrell tomaba algo de su bolsillo, el rostro de Quirrell roso el rostro de Harry.

Harry Potter sintió un dolo incomparable con nada que hubiera sentido antes y un grito perforante de ultratumba lleno el aula abandonada, sin embargo, no era Harry gritando si no Quirrell; la mitad de su rostro prendida en llamas que rápidamente montaron hacia su turbante prendiéndolo en llamas rojizas.

Harry cayo al suelo cuando Quirrell perdió el control del hechizo.

Los gritos de Quirrell perforaban los oídos de todos los presentes.

— ¡El chicooo! ¡MATALO! — Grito la voz seseante que venía del turbante en llamas del profesor de defensa contras las artes oscuras.

De repente las llamas se apagaron junto con los gritos de Quirrell, no solo el, todo en la habitación parecía haberse vuelto silencioso por un momento. Tanya tenía la varita de doble núcleo en el aire, todo el oxígeno en la habitación había desaparecido. La varita se movió una vez más y la apunto a Quirrell usando una de las especialidades de Tanya, un hechizo difícil de producir con una varita doble más sin embargo uno que ella había usado tanto y tantas veces que el hechizo surgía de una manera natural. Sin embargo el cotel de drogas que el hechizo supone producir supone ser producido en el usuario, tal vez fue eso una parte de lo que hizo fallar el hechizo.