El resto de la semana para Samira fue una locura, entre seguir cumpliendo con sus trabajos y con las reuniones con el abogado y el economista.
A ambos les explicó cuál era su prioridad, por lo que se encargaron de asesorarla lo mejor posible y buscaron a otro abogado para que le ayudara con todo el tema de la universidad.
Para el sábado tenía claro que debía renunciar a ambos trabajos, ya que contaba con poco tiempo para postularse, porque las admisiones eran en marzo y debía presentar el examen de ingreso en mayo, el cual consistía en un test de química, bioquímica, matemática, física, cultura general y psicotécnico, materias con las que Samira no estaba para nada familiarizada.
Por eso, el señor Fabian Gaztambide, uno de sus abogados, le dijo que debía capacitarse primero y para eso era necesario que recibiera clases de preparación para la prueba. Ellos hacían casi todo por ella, la guiaban en pro de hacerle todo más fácil, incluso se encargaron de toda la documentación que exigían; por su parte, solo tenía que tener tiempo y ganas de hacer todo lo que le recomendaban.
Con Lena habló personalmente, con mucho pesar le dijo que no podía seguir trabajando, porque iba a empezar en la universidad; que agradecía mucho la oportunidad brindada, pero también le dijo que le gustaba mucho ese lugar, por lo que esperaba que la aceptara si iba de vez en cuando a visitarla.
—Puedes venir cuando quieras... Aquí siempre serás bienvenida —le dijo mientras le daba un fuerte abrazo.
Samira se despidió en medio de lágrimas, aunque tenía muy claro que en cuanto pudiera volver, aunque fuese a tomarse un café, lo haría.
Su otra renuncia fue mucho más fácil, solo enviar un correo al departamento de Recursos Humanos de la empresa, ya que el trato casi siempre fue a través de medios electrónicos, tan solo había estado en las oficinas para la entrevista, luego para firmar contrato y por último para buscar el uniforme, solo tenía que pasar un reporte con sus entradas y salida de las oficinas que por día le tocaba limpiar y nada más. El trato humano era prácticamente inexistente.
El domingo tuvo la video llamada con sus amigos en Chile, la emoción de poder compartir con ellos aunque fuera a través de una pantalla le levantaba el ánimo. Hablaron por más de dos horas, se contaron muchas cosas, entre ellas el permio de Samira, aunque seguía sin decir el monto porque los abogados siempre le recordaban que era mejor ser muy prudente con eso. Así que mintió acerca de la cantidad, todos la felicitaron y se mostraron muy felices.
En esa misma reunión Daniela aprovechó para contarles a los demás que estaba embarazada, de inmediato Julio cesar se asignó como padrino y Samira como madrina.
Como le hubiese gustado a ella poder estar ahí para ser parte de ese abrazo grupal. Aun en la distancia podía sentir esa calidez que ellos irradiaban.
La semana siguiente, ya sin tener sus horarios comprometidos contó con mucho más tiempo para dedicarse a la búsqueda de una universidad adecuada, por lo que el señor Fabian Gaztambide la llevó a los recorridos de tres universidades privadas, las que a su juicio eran las mejores.
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Cambia mi suerte para siempre
RomanceAquí les estaré compartiendo los capítulos del tercer libro de la trilogía Cambia mi Suerte. La historia de Renato Medeiros. Capítulos sin edición ni corrección. Solo serán compartidos algunos capítulos, ya que el libro completo, editado y corregi...