Perseguido - Cap 4

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Mis piernas me tiemblan y aun mas por el hecho que se que criaturas como estas las he visto antes y no tan solo aquí, pero con simple razón de que este tan cerca me paraliza. Camino lentamente hacia un pasillo continuó de las escaleras mientras cuido los sonidos que realizó y escucho los que provienen de el área, con las pocas luces que hay intento distinguir la amenaza que me tiene de presa, caminando agachado casi arrastrándome y gateando para evitar que me vea. De repente pasa por el techo casi desesperadamente y la veo tan claro como si de una foto de experto se tratase, cuatro patas, grandes garras, mas grandes que 4 humanos juntos y con una mandíbula y colmillos salidos de las ultratumbas, intento contener mi voz y cualquier movimiento para que no me note y el continúa su camino buscando al que ha venido a devorar. Me arrastro poco a poco hasta llegar a una puerta de una especie de oficina, al entrar lentamente adjunto la puerta para que no sospeche o se le ocurra investigar hacia acá, escucho los gruñidos y movimientos bruscos y cosas que destroza mientras me ubica, me adentro más hacia la oficina hasta que me sorprendo al encontrarme unos cuerpos, un niño... Y una señora que al parecer lo intentaba proteger.

Me daba nauseas aquel olor a sangre y la vista de viseras, órganos, partes corporales y todo repleto en una pared, el piso, el techo... Parece que no había sido el primero en llegar o tal vez esta bestia vino por ellos primero, los había visto en la central, me pareció indignante que se le haga esto a una familia pero creo que lo es aún más el hecho de morir así. Cubro mi boca para evitar las arcadas y sigo registrando esa sala hasta encontrar un tubo de lo que parece acero y entre las pertenencias de lo que queda del chico encuentro unas bengalas, me hago con ellas y espero al silencio más grande para armarme de valor y huir de este cazador.

Me acerco a la puerta y la abro poco a poco sin escuchar mucha actividad por parte de el que me busca la abro completa y me muevo buscando la salida lo mas silencioso posible, me acerco al pasillo que conduce a la salida entre luces parpadeantes y objetos tirados en el piso, escucho que se mueve y gruñe mucho pero aún así no me detengo y me mantengo sigiloso cada vez mas cerca hasta a solo centímetros separando la puerta uno de los bombillos de la recepción estalla... Mi mente duda pero algo es seguro, si yo lo escuche el lo escucho, sucede un silencio mayor a ningún otro y solo podía oír mi corazón latir ya tocando la manilla de la puerta principal la muevo para salir y suena el chirrido de puerta con oxido demasiado obvio como para evitarlo y como si nada empiezo a correr sin detenerme solo con el tubo de acero como medio de defensa yo sabia que no tendría mucha oportunidad.

Corro lo mas que puedo mientras me adentro en el bosque sin importarme nada en lo absoluto y consiente de que si uno me encontró pues todos vendrán a por mi y no vacilo al decidir ir al alambrado al otro lado de donde estaba... Corro hasta que las piernas no dan mas y doy un poco de espíritu y convicción para no rendirme.

Hubiera jurado que no me habían visto en aquel edificio pero pasando por una bajada semi plana me encuentro en contraste con la luna a una de las bestias... Frente a frente podía sentir sus intenciones fluyendo como sangre en mis venas, pego un grito como de anuncio y que haría corromper al mas valiente y frente a esto no hago mas que caer hacia atrás sobre mi , observar a mi principal asesino, casi como si me estuviera entregando pero recordé las bengalas, de mi bolso tome una y cuando sobre mi se iba a abalanzar la prendí rápidamente y me aparte, teniéndola aun en la mano, notando su molestia se la tiro con intención de desorientarlo mientras me aparto nuevamente de su ataque voraz... La bestia deslumbrada intenta pedir auxilio mientras continúa su ataque errático, con un único golpe en la cabeza lo desvío en contusión dándome tiempo para escapar, y corro con el corazón a mil ya pudiendo visualizar la verja que limita el boscoso infierno, siento como una horda viene a por mi de tantos pasos que hay, siento los gruñidos como si estuvieran en frente mío, tomo las bengalas restantes, mientras corro las enciendo procurando desorientar a los enemigos y entrando por la reja a poco la logro cerrar... Las bestias se limitan a molestarse por no poder pasar, si ya estoy en zona segura estas pestes son incapaces de detectar a los soñadores.

Comienza un camino de piedra que termina llevándome a un refugio en donde se encuentra la puerta de regreso a la central... Sin mas que cansancio y el alma en la garganta atravieso la puerta para terminar esta pesadilla y obtener mi recompensa... -es llevado a la central-

Fin Capítulo 4

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