Mateo.
—Y...contanos, Trueno, ¿Cómo fue esta gira por España? —preguntó la entrevistadora, desde el otro lado de la pantalla, y yo sonreí automáticamente.
—De diez. La gente me recibió increíble. El amor y la energía que me dan me sirvió un montón para montar los mejores shows de mi vida. —contesté, alegre, y ya se estaba reportando la gente española en los comentarios del vivo.
—Sí, bueno...excepto lo que pasó en Cádiz. ¿No? Dio mucho de que hablar esa foto, calculo que no te irás de ahí muy contento... —asumió, tocando el tema que venían tocando todos los canales de radio que me pedían una entrevista.
Suspiré. De fondo, papá con su taza de café en mano, frunció su ceño molesto.
—No, para nada. —aclaré, negando con mi cabeza—El público de Cádiz se portó super bien conmigo, no vamos a culpar a todos por lo que pasó. —aclaré, sin meter a todos en la misma bolsa. Realmente, a excepción de aquella española, realmente fueron el mejor público que me tocó en la gira.
—¿Y en qué quedó todo?¿Se confirmó que fue todo un engaño de la menor o vos..? —interrogó, y la cara de Pedro ya había cambiado. Tanto, que me hacía seña para que abandone la entrevista.
—La situación fue aclarada hace rato y yo no voy a hablar más del tema. —determiné, marcando mi ceño—Para quien elija creerme las pruebas están clarísimas en mi cuenta de Instagram, fijada para que nadie hable de más. Por suerte se supo la verdad bastante rápido y por más de que haya algún otro que siga creyendo en versiones ajenas yo se lo que soy y lo que hago. Y se que nunca haría una cosa así. —aclaré, con seguridad. Absolutamente toda la gente en el chat, avalaba mis palabras. Y la entevistadora ya se quedó sin tema de conversación; sin dudas buscaban solo hablar de eso.
Bufé.
Comenzaron a ser tediosas las entrevistas justo en el momento que se manchó mi nombre de aquella manera; todos los entrevistadores y todas las radios aprovecharon para hablar del tema conmigo y aunque lo usé de buen provecho para poder aclararlo todo las veces que sean necesarias, a más de 3 semanas de lo sucedido y teniendo a casi toda la gente de mi lado, no necesitaba seguir trayendo el tema.
Ahora, le pregunta es...¿Cómo sigue existiendo gente que dude de mí, si las pruebas son más que claras? Bueno, simplemente gente que realmente me odia y buscan la excusa perfecta para ensuciarme.
Aquella pelirroja decidió despedirse de mí en cuanto aclaré por milésima vez la situación, y yo me sentí un poco más aliviado al notar que el final de la entrevista ya estaba llegando.
Realmente, nunca estuve tan tenso en una entrevista.
—Pelotuda. —se quejó papá, y yo rodé mis ojos ante su brutalidad.
Dejé la notebook sobre la mesa en dónde habíamos decidido realizar la entrevista, y sin mucho más que hacer me dirigí directo a mi habitación, ansioso cuál niño.
Hoy, nada ni nadie me iba a sacar la emoción de volver a casa.
[...]
Me tiré de panza a la cama con cansancio en cuanto terminé de cerrar la valija y suspiré aliviado al caer en que por fin todo había terminado.
Una gira por España que me consumió todas las energías, horas interminables de ensayos constantes, viaje tras viaje de una punta a la otra del país para continuar con la seguidilla de shows y...ella. Por fin se estaba terminando mi distancia con ella.