Que Seas Efímero

17. El cuchillo que atravesó su piel.

—¿Qué hacías? ¿Me espiabas? ¿El rey te mandó? Tú no sabes quién es ése hombre y las cosas horribles que ha hecho.

—Tranquila, nadie me mandó a espiar. Solo la vi y decidí seguirla para ver si podía ayudarla, no quería asustarla.
   
La mujer bajó el cuchillo y lo miraba desconfiado, se mantenía alerta y aún con su distancia sostenía el cuchillo fuerte.

—¿Qué hizo el rey? ¿Por qué tienes tanto miedo? conozco al rey y sé que no es un buen tipo, pero ¿Te hizo algo?

—A mí no, fui yo la que hice algo terrible.

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—¡Rou! ¡Rou!— Clear y el médico entraron a la habitación, encontrándose con el chico en mal estado.

—Clear, ayúdame a girarlo.— Ambos movieron a Rou y el médico se apresuró a inyectarle una aguja enorme.

—¿Qué es eso?

—Anestesia.

—¿Qué harás con ese cuchillo?

—Abrirlo.

—¿Por qué?

—¡Para sacar al puto niño! Clear, vete a fuera.

—Me quedaré, estaré con Rou.— Sostuvo su mano y miraba cómo el sudor invadía todo su rostro.
El médico abrió delicadamente la panza de Rou. Clear al ver eso no pudo evitar salir corriendo de la habitación. Se quedó afuera preocupado, y esperando a que él médico le diga que está bien. Escuchó una voz inconfundible que se acercaba por los enormes pasillos.  —¡Su majestad! ¡Está aquí!— Gritó en alerta llamando la atención del rey.

—¿Qué haces aquí guardia?

—Vigilaba la puerta, ahora me voy.— Caminó hasta que escuchó:

—¡Alto!

—¿Qué sucede majestad?

—No regreses por aquí.

—Sí.— Clear se marchó y el rey entró a la habitación esperando encontrarse con su amado Rou, pero en cambio, sólo se encontró con una horrible escena de sus sábanas blancas cubiertas con un tinte rojo. —¿Sangre? Mierda, no, no. Mí precioso. ¿Dónde está mí preciado esposo?— Corrió por los pasillos y se topó con la sirvienta arrastrando un carrito de comida. —Estúpida, ¿Dónde está Rou? ¿Qué le hiciste? Eres la única que venía aquí.

La mujer solo se limitó a mirarlo para luego soltar sus palabras. —Yo lo maté. Abrí su panza y saqué a su hijo, luego te hice de cenar. Sonrió y abrió el platillo mostrando una carne asada.

—No, no.— Vomitó asqueado por el olor, al levantar su vista aturdido por las risas de la mujer fue apuñalado en el estómago.

—Recuerda, hice todo ésto por lo que le hiciste a mí hija. Mí pobre niña que aún jugaba con el barro.— Sus ojos se llenaron de alegría al ver cómo el rey caía a sus pies implorando por su vida, sosteniendo su estómago atravesado por el cuchillo.

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Clear y el médico estaban dentro de un carro que llevaba frutos. —Estamos saliendo del reino papá.

—Clear...

Clear miró al médico y vió a la pequeña criatura que tenía en su mano. No pudo evitar sonreír en medio de aquél distúrbio. El niño lloraba y era realmente pequeño, casi del tamaño de la palma de su mano. —Papá, ¿este bebé es de Rou?

—Es su bebé, lo es.— Sonrió y Clear emocionado lo alzaba, muy cuidadoso, con miedo a lastimarlo. —Papá, ¡Es el bebé de Rou! Es hermoso, es hermoso.

—Me recuerdas a mí, cuando naciste.

—Papá, y él ¿estará bien?— Miró a Rou que se encontraba aún sin despertar.

—Está bien, está descansando. Traje todo del palacio, así que no te preocupes. Soy el médico más inteligente de todos los reinos.

—Por una vez en mí vida me alegra que nada te haya detenido para seguir investigando medicinas. Iré a casa de mamá, viviré ahí con Rou. Tendré mí familia y jamás dejaré que algo malo les pase a ellos.

—Eres la versión que tú madre esperaba de mí.

—Mamá esperaba mucho de ti, pero se conformaba con las migajas que le dabas.—

Siempre me dije a mí mismo "Mamá se está muriendo, pero papá prefiere salvar a personas que no conoce. ¿Por qué?"

Decidí comerme las palabras.
  
...

La novela está por llegar a su final, nos vemos el próximo jueves. ❤️
   

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