19.

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Carl suspira agobiado mientras ambos buscamos algo para comer o beber, me agacho cuando se le cae el gorro al atrapar una ardilla.
-Muy bien vaquero- hablo limpiando la prenda suavemente, se lo coloco antes de ajustarlo y continuar andando.
-Sam- habla cuando atrapo un conejo antes de mirar al adolescente- ¿Cómo aprendiste todo esto de la supervivencia?- me pregunta- Siempre tuve curiosidad pero no pregunté porque papá me lo dijo.
-Bueno...- susurro mirando a mi alrededor- Cuando Daryl y yo éramos pequeños fuimos de acampada con nuestros padres- comento- Cuando se fueron no se dieron cuenta de que Daryl y yo nos habíamos quedado ahí hasta dos semanas después- comento.
-¿Cómo no se van a dar cuenta en dos semanas?- me pregunta.
-Mi madre me odiaba porque consideraba que yo destacaba más que ella, siempre le gustó la atención y creía que yo se la quitaba- le comento atrapando una ardilla- Y a mi padre casi nunca le veía porque iba de bar en bar buscando sexo y alcohol- le comento- Merle nunca comentó nada porque así podría descansar de nosotros dos- hablo metiendo a los animales en la bolsa que llevábamos.
-¿Y los servicios sociales?- me pregunta.
-Ni prestaron atención- susurro recordando aquel par de semanas con Daryl- Aquello nos unió bastante- le comento mirándole, mira al frente antes de señalar algo.
Miro a aquella dirección notando un gran granero, ambos nos sonreímos antes de correr de vuelta y poder llevar al grupo a aquel lugar.
Y, tras 30 minutos, todos entran mientras vigilo la retaguardia, Rick me abraza por la espalda antes de besar mi sien, arrugo la nariz cuando su barba raspa mi piel.
-Deberías afeitarte- susurro mirándole antes de mirar a los demás sobre mi hombro.
-¿No te gusto así?- bromea un poco.
-No es eso- susurro- Es que pinchas- susurro notando como todos se asientan antes de mirarnos, sonrío antes de mirarle- Cuando encontremos alguna ciudad, iré a por cuchillas de afeitar para tí- comento antes de dejar un beso corto en sus labios- Te quiero.
-Yo también- susurra antes de dejarme entrar con los demás, Daryl me sonríe antes de acariciar mi nuca mientras Rick entra y cierra la puerta antes de colocar varias cosas delante de esta por si las moscas.
Quito la paja antes de buscar algo en mi mochila, comienzo a aplastar un poco de paja y coloco una pequeña manta y una pequeña almohada que cogí de una de la iglesia en la que estuvimos por un par de semanas.
-Dame a Judith- hablo consiguiendo que Abraham se arrodillara con la niña en brazos, la cargo antes de dejarla en la pequeña cama que la había hecho antes de colocarle otra sábana sobre ella.
-¿Eso es de...?- pregunta Gabriel, asiento lentamente- Robar es un pecado.
-Ahora no hay pecado que valga Gabriel- le respondo- Y no lo robé por gusto, lo robe por necesidad- contesto acariciando la mejilla de Judith suavemente mientras duerme tranquilamente gracias al pelirrojo- Ella necesita crecer tranquila hasta que sea capaz de aprender a defenderse y valerse por sí misma.
-Solo... Dios sabrá que hacer contigo- habla.
-Ya me confesé una vez después de toda esta mierda- le comento- Eso ni calmó mi rabia ni le ayudó a nadie- le miro- También recé por mi familia y amigos un par de veces y acabé matando a mi hermano mayor, muchas personas murieron frente a mí y Dios no salvó a ninguno.
-Dios...- susurra- É_Él...
-Lo que quiero decir es que he hecho cosas peores que robar y que, por esto, no creo que Dios me mande al infierno- susurro sintiendo como Judith agarra mis dedos suavemente.
-Espero que, al menos, te perdone- habla.
-Me va a importar un carajo si me manda al infierno- le comento- Se que todo lo que cargo tenía un fin positivo- hablo mirando a la niña, Abraham suspira a mi lado antes de palmear mi espalda suavemente.

Hasta aquí el capítulo de hoy.
Espero que os haya gustado.

Amar. (Rick Grimes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora