Los baños del Expreso a Hogwarts eran diminutos, había una larga fila de chicas esperando su turno, Luna y yo esperábamos pacientemente con nuestras pertenencias en las manos. Harry, Ron y Stephan hacia ya media que nos habían sacado del compartimento para tomárselo como vestidor. Hermione se acerco por detrás con una pequeña tula e su espalda y la túnica en sus manos, parecía ansiosa de hablar con alguien.
-¿Si oyeron?- pregunto finalmente.
-¿Que cosa?- quiso saber Luna.
- La hermana de un chico rubio le dio alergia, ella dijo que un gato enorme le había saltado encima- contesto Hermione- tenia la cara muy grande y roja, la verdad espero que no expulsen al dueño del gato.
-Expulsión- dijimos luna y yo mientras nos mirábamos.
-fue una alergia- hablo Luna- no creo que expulsen al dueño por no saber que ella era alérgica a los gatos - lo dijo asusta- ¿verdad?
-Además, yo creo que fue un accidente- dije
-No se, yo la vi, y su túnica estaba echa girones debió pasar un buen rato para que el gato la dejara así- hablo Hermione indignada- no deberían subir animales que no están bien domesticados.
miren quien habla, pensé.
-Un gato no puede volver una túnica girones, sus garras no son tan fuerte- repuse, pensado en que Sun apenas y cabía en las manos de Luna.
-Pues yo vi la túnica, estaba destrozada y ella parecía muy mal- dijo Hermione con voz mandona.
..............
Cuando el tren se detuvo todos hicimos un tumulto, salimos a un anden bastante angosto, todo estaba oscuro y se alcanzaban a ver bien las estrella, a unos pocos metros un farol se alzaba por encima de todos y una voz sonaba por todo el anden.
-¡Primer año!- era Hagrid- ¡los de primer año, por aquí!
Nos acercamos de prisa.
(para los que se pregunten, el equipaje lo dejamos en el tren y después el maquinista o no se quien lo llevaban en los carruajes y los dejan en el vestíbulo y después de la selección son enviados a la habitación de la sala común)
-Síganme, miren bien por donde pisan- decía Hagrid
El piso estaba resbaladizo, el ambiente húmedo se mesclaba con el aroma a tierra mojada, solo se veía las estrellas surcadas por las sombras de los árboles, íbamos atientas solo iluminados tenuemente por el farol en manos de Hagrid, después de algunos metros llegamos al borde del lago, el castillo se veía imponente encima de una colina al otro extremo del lago, su silueta remarcada por los cientos de ventanas iluminadas con color amarillo.
-Nomas de cuatro por bote- aviso Hagrid señalando un montoncito de botes alineados en un pequeño puerto.
Subí a uno acompañada de mi mellizo, Luna y Blaise.
- ¡Vamos! - anuncio Hagrid y como si fuera una orden los botes empezaron a seguir el bote en el que iba Hagrid, entre más nos acercábamos más grande se veía el castillo.
- ¿Qué le has hecho a Nova? - me pregunto Blaise en un susurro mientras nos deslizábamos por la superficie del lago.
-se molestó cuando Harry no quiso ser amigo de ella y de su hermano- le conteste
-ella dice que tú le lanzaste un gato enorme- me respondió.
-Ya me conto Hermione la historia, que supuestamente el gato de Luna le daño la túnica.
- ¿Quién es Hermione?... bueno no importa, la túnica la rompió ella en el compartimento- repuso rápidamente- pero si estaba muy roja.
Pasamos por una cortina de hiedra que daba a un puerto subterráneo debajo del castillo, fuimos guiados por Hagrid a través de un túnel de piedra y subimos por unas cuantas escaleras antes de estar en el patio del castillo, nos acercamos a las puertas de roble y entonces Hagrid toco. Minerva estaba allí, con el semblante serie parecía una mujer bastante rígida, nos indico por donde pasar hacia el vestíbulo que era un lugar enorme, con un candelabro metálico colgado justo en el centro y muchas antorchas apiadas a las paredes de piedra, algunas armaduras que se encagaban perfectamente en los arcos, cuando Hagrid se dispuso a irse la profesora lo detuvo.
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Hogar Una shifther en su RD
RandomDespués de tres años de intentos fallidos, el día en el que decido rendirme llego a mi RD de Hogwarts. Todo tan bien planeado un guion que alcanzaba las 200 paginas creyendo que mi presencia no podría cambiara mucho esa realidad. Este libro contendr...