Después de tres años de intentos fallidos, el día en el que decido rendirme llego a mi RD de Hogwarts. Todo tan bien planeado un guion que alcanzaba las 200 paginas creyendo que mi presencia no podría cambiara mucho esa realidad.
Este libro contendr...
Mi madre era una mujer de muchos misterios, sus horarios de trabajo chocaban con los habituales, talvez porque no tenia, tal vez porque actuar en la noche era mucho mas seguro que a plena luz del día, si bien mis padres eran dueños del ministerio ambos tenia una obsesión por el trabajo, mi madre era la directora del departamento de misterios, era una inefable, nadie sabia que hacían estos magos, lo poco que se sabia es que trabajaban con las predicciones, con cosas mas haya de la vida y la muerte y poco mas. Durante ese mes de Agosto, madre llegaba en horas de la madrugada con paquetes extraños cubiertos con telas negras, mucho papeleo, libros que teníamos prohibido ver y debes en cuenda rasguños o moretones en brazos y piernas, podía encerrarse en su oficina por horas, a veces después de horas de encierro tocaba el piano en la sala familiar, mientras padre nos contaba laguna que otra historia de cuando iban a Hogwarts.
Era de madrugada cuando mi madre llego a casa, el eco de los elfos atendiéndola se escuchaba al fondo, no había podido conciliar el sueño porque ese día era el 1 de septiembre y tenia los nervios de punta, pasos ahogados, espere a que el ambiente se calmara y decidí levantarme ya que me picaba la curiosidad, baje al segundo todavía en piyama, algunas velas iluminaban los corredores del palacio y me dirigí a su oficina, la puerta estaba entre habierta.
-Belack te digo que no es normal- decía ella contundentemente.
-Puede ser solo una coincidencia Madeleine- le respondió una voz femenina bastante aguda.
-Las coincidencias no existen- le respondió mi madre.
-Es mejor mejor que lo olvides, el asunto es de otro departamento.
Sin querer con mi pie empuje la puerte y me deje al descubierto, mi madre estaba arrodillada cerca de la chimenea hablando con una cara echa de fuego y cenizas que se esfumo en cuato me vio.
-Cielo son las tres de la mañana ¿Qué haces despierta?- pregunto ella poniéndose en pie intentando alisarse la capa negra.
-Es el 1 de septiembre- le respondí sin mas.
-Por eso mismo deberías descansar, va hacer un viaje largo a Hogwarts- me dijo mientras cerraba la puerta no sin ates ver a lado y lado como confirmando que no había nadie mas cerca.
Me senté en una de las sillas del escritorio mientras ella servía té, acomodo algunos archivos que estaban en el piso y corrió papeles con inscripciones rúnicas dispuestos por el escritorio.
-¿Emocionada por ser Ravenclaw?- pregunto ella sentándose en el piso (a veces tenia actitudes como esas, algo infantiles)
-Podria ser Hufflepuf como tu.
-Si fueras Hufflepuf, estarías saqueando la alacena como tu hermano en este momento- me dijo sonriendo le devolví la sonrisa- se que no querías esto Calista, mudarte a Londres y todo eso- suspiro mientras se levantaba del piso- pero hay cosas que ni siquiera los adultos controlamos.
-Esta bien- enseria no sabia porque mi yo de esa realidad no quería ir Hogwarts, Madeleine dejo la taza a un lado y se encamino al escritorio.
-Quería dártelo hace tiempo, pero no encontré el lugar antes- saco una llave y abrió el cajón, envuelto en una ceda negra se encontraba allí la lifa app justo como había visualizado.
-Es hermosa.
-Es muy especial- dijo ella, me acerque a la mesa del escritorio y acaricie la portada con los dedos, era azul oscura con una triqueta en plata, parecía un libro de estudio- esta encantada o eso fue lo que me dijo el vendedor.
-¿Enserio?- trate de hacerme la sorprendida
-Bueno, según el sujeto dijo que se volvía realidad todo lo que se escribiera en ella- me respondió incrédula ante la afirmación- pero creo que solo lo hico para que la comprara.
-No importa, es muy hermosa, gracias.
-ahora ve, aprovecha y duerme un rato antes de que valla a despertarte-me sonrió, tome la lifa app de forma rápida y la apreté contra el pecho mientras salía del despacho de mi madre.
-Descansa mamá- cerré la puerta tras de mi, la lifa app era mía por fin.
Madeleine Lacroix (inefable)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"No confundas mi silencio con ignorancia, mi calma con aceptación o mi amabilidad con debilidad"
