Esa tarde era una de esas en las que Dante era incapaz de concentrarse en lo que debía hacer. Corregir siempre era tedioso para él a partir del décimo control, al final acababa embobándose, dando vueltas al bolígrafo o marcando el ritmo con el pie de la canción que estuviese atascada en su cabeza ese día. En medio de una de sus distracciones, vio a Estela caminar por el pasillo y acercarse a la sala con un libro en la mano. Eso significaba que su lectura diaria había terminado, tampoco le dio demasiada importancia y trató de volver a centrarse en el folio que tenía enfrente.
Cuando la chica colocó el objeto en su sitio, se percató de que su novio estaba pasando por un mal trago y que, claramente, no estaba trabajando de verdad. Le pasaba siempre lo mismo: evitaba todo lo posible el siquiera rozar los exámenes o trabajos entregados de sus alumnos, se le acababa viniendo el tiempo encima y se pasaba una semana entera dedicándose a ello hasta que se quemaba. Ese era el tercer día consecutivo que pasaba en el lapso de finiquitar sus obligaciones y ya llevaba más de una hora con aquello, aunque hubiese avanzado mucho se le veía frustrado.
Se quedó unos segundos quieta, preguntándose qué podría hacer ella con tal de que aceptase tomar un pequeño descanso y hacerle sentir mejor. Se agachó con sigilo, fingiendo mirar la zona baja de la estantería, también hizo el ademán tonto de toquetear algún que otro lomo. Cuando pensó que él volvía a estar absorto en sus cosas, empezó a acercarse a gachas hacia la silla.
El moreno tragó saliva al notar este movimiento escurridizo, cuando ella hacía eso solo podía significar una cosa. En ese momento lo necesitaba muchísimo y, a pesar de que estaba agradeciendo internamente a la morena, no dijo nada y siguió haciéndose el loco. Dos manos sobre sus rodillas, el sonido de la más alta acomodándose debajo del escritorio y unos segundos de nada. Se mordió el labio al no entender a qué se debía la falta de acción, pero en poco tiempo notó que las manos iban subiendo por sus muslos despacio, hasta meterse por debajo de su camiseta y acariciando su bajo vientre. Una respiración profunda fue suficiente para calmarle un poco y que abriese las piernas lo suficiente como para que ella pudiese colarse entre ellas.
El cinturón fue desabrochado, su botón y bragueta fueron abiertos, los pantalones y el calzoncillo desaparecieron en poco tiempo. Estela continuó con sus toqueteos amorosos y se permitió dar algún que otro beso, pero estas atenciones todavía no estaban dirigidas a su miembro. Cuando se comportaba de esa forma tan cariñosa con él le derretía por dentro, le gustaba que ella le consintiese, le demostrase que le deseaba y, más importante aún, que le quería.
Era el momento de soltar el bolígrafo de una vez y ponerse cómodo, fue entonces cuando se encontró con el rostro de su amada. Le miraba en busca de algún tipo de aprobación, usualmente necesitaba que le dijesen que iba por buen camino para sentirse un poco más segura de sus actos. Sin embargo, él estaba demasiado ocupado mirando esos ojos castaños tras esas gafas negras que le parecían dignos de admiración.
– Tienes unos ojos preciosos, cariño...
Enrojeció en cuestión de segundos, nunca se le había dado bien recibir cumplidos. Mientras que el hombre soltó una risa tonta, ella aprovechó que ya tuviese un principio de erección para agarrarla con una mano y moverla suavemente. Dante se limitó a observar como dejaba caer un poco de saliva en la zona para facilitar la masturbación y a sujetarle la media melena a Estela porque ya sabía lo que se venía y no quería que ella sintiese que el pelo la molestaba.
Solo con notar este gesto, se envalentonó y dio un beso en la punta, recibiendo una respiración un poco más pesada como respuesta. Siguió solo con esto alrededor de todo el falo, dando unas cuantas lamidas superficiales que consiguieron sacarle algún que otro jadeo al mayor y que echase la cabeza un poco más hacia atrás. Que fuese despacio ya le iba bien, cuanto más tiempo pudiese evitar trabajar mejor.
De vez en cuando se iba removiendo de manera que dejaba bastante en claro que estaba excitada y sus genitales pedían atención, pero no parecía estar por la labor de complacerse. En cualquier caso, tenía ambas manos tocando al hombre, con una sujetaba el miembro y con la otra se dedicaba a seguir con las caricias. No tuvo tiempo de pensar en hacer algo por ella porque, cuando menos se lo esperaba, notó que estaba empezando a entrar en la cavidad bucal, un jadeo lastimero se le escapó en el momento por lo caliente y húmeda que estaba.
Iba moviéndose lentamente, tratando de abarcar un poco más a cada embestida, levantando la mirada en ciertas ocasiones para comprobar que todo iba sobre ruedas. Teniendo en cuenta la expresión que estaba poniendo Dante y lo agitado que se encontraba estaba claro que mal no iba y, aunque lo que más le habría gustado en ese momento habría sido empezar a masturbarse, se decidió a bajar hasta los testículos del moreno para estimularlos. Ahí sí consiguió que pasase de los jadeos a los gemidos, le estaba llevando a un borde peligroso en el que no estaba seguro de poder durar mucho tiempo.
Entre sus movimientos de lengua, el esfuerzo que hacía por mantener la zona apretada, que se animaba por momentos a acelerar el movimiento de cabeza hasta que llegó a rozar su vello púbico con la punta de la nariz y que se encontraba jugueteando con una zona tan sensible le estaba volviendo loco, no pudo evitar mover las caderas siguiendo el vaivén que había marcado Estela. Parecía mentira lo bien que había acabado conociéndole para saber la manera y los ritmos exactos para tocarle, se notaba el tiempo que llevaban juntos y la falta de pudor para la comunicación que habían tenido desde el primer momento en detalles como ese.
– ¿Querrás que te avise o...?
No pudo terminar la pregunta porque recibió una negativa ahogada por el hecho de que tuviese la boca llena, cosa que hizo que la vibración de su garganta llegase directa a su miembro también. No, definitivamente no iba a poder aguantarse mucho más, era mejor dejarse llevar por ese gozo tan exagerado. Cerró los ojos en busca de intensificarlo, de que las descargas eléctricas dentro de él se volviesen tormentas y decidiesen salir de su cuerpo cuando más les apeteciese.
Al sentir un apretón un poco más fuerte en el pelo y que las estocadas se iban haciendo más arrítmicas por parte del hombre, la morena entendió que era el momento en el que tenía que esforzarse aún más, dejándose guiar por la mezcla de expectación y adrenalina del momento. Fue cuestión de segundos el escuchar el último quejido y sentir en su boca la expulsión de semen de su novio, solo con eso sintió que su clítoris empezaba a doler de la excitación contenida. Dante volvió a abrir los ojos, encontrándose con que habían quedado restos de su esencia por las comisuras de Estela. Sonrió un poco, agarró un pañuelo y la limpió en silencio.
– Voy a tener que echar las bragas a lavar...
– Me temo que voy a entretenerte un poco más antes de eso.
– ¿Y el trabajo qué?
– A la mierda el trabajo.
Antes de que pudiese responderle, él ya se había levantado, la había cogido en brazos como si no pesase nada y se la estaba llevando a la habitación.
***
Dante trabaja un poco puto vago de mierda DECÍA JAJAJAJ
No me preguntéis qué clases da este señor porque, sinceramente, no tengo ni pajolera idea, por saber no sé ni siquiera a qué rango de edad enseña este cabrón (tampoco es muy importante en el Kinkcember cuando van a estar folleteando todos los putos días así que meh), solo quiero pensar que no enseña nada relacionado con la mitología o así porque con el nombre que tiene sería muy irónico ;v;
La verdad es que me sorprende hasta a mí lo mínimamente decente que me quedó este día cuando no he tocado a un hombre ni por casualidad y, por tanto, debería haber sido complicado redactar una mamada, pero esto es lo que le nació a mi corazoncito una tarde que me aburría muchísimo y así ha quedado :D
No me voy a quedar más porque soy una chica ocupada que se tiene que duchar por la mañana y salir al mediodía, algunas llevamos ese estilo de vida y nos jodemos porque es un poco mierdas ú_ù
En fin, saludaré a los michis de mi colonia de gatos de vuestra parte, ojalá os vaya muy bien en el día de hoy y si os fatigáis currando en lo que sea pues ojalá tengáis vuestra Estela personal, que a todos nos hace falta de vez en cuando lmaooo
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KINKCEMBER 2022
RomanceMe dio ganas de hacer esta cosa y aquí estamos, NO recomiendo para nada esta historia para menores de edad porque es medio jodido el consumir cosas tan sexuales siendo pequeño, que no se diga que no he avisado e_e