7. OVERSTIMULATION

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Posiblemente se estaba pasando, las reacciones de Estela lo decían todo. Dante la embestía casi con rabia, había colocado vibradores en su clítoris y pezones, tampoco le daba tregua a su cuello y sus manos recorrían desesperadamente el cuerpo de la morena... Pero la palabra de seguridad no salía por sus labios en ningún momento. Incluso cuando ya había tenido 2 orgasmos, le costaba respirar, estaba tan sobrestimulada que no podía siquiera moverse coherentemente y se le iban escapando lágrimas, no pedía que parase.

No lo hacía porque no quería eso bajo ningún concepto, deseaba con todas sus fuerzas que esa mezcla de placer y tortura continuase lo máximo posible. Quería seguir sintiendo todas esas zonas tan erógenas siendo maltratadas a la vez, la falta de aire y ese frío hormigueo corporal interno que provocaba, lo rasposo de la barba contraria cuando tocaba su cara, el ardor de todo su cuerpo, poder continuar arañando la espalda ajena, aferrándose a él como si fuese lo único en su mundo, apreciar lo feliz que le hacía convertirla en el desastre que era en ese momento. Le encantaba que el sexo la convirtiese en una cabeza hueca y no sentir ni un atisbo de preocupación o ansiedad, dejarle el mando a su novio y que él tomara todas las decisiones, por pequeñas que fuesen.

El hombre trató de besar el rostro de la chica en busca de que dejase de llorar con tanta intensidad, pero ella no le dejó y unió sus labios con los del otro fogosa y descontroladamente, agarrándole de la nuca con una decisión inusual. La propia chica no sabía qué le pasaba ese día para estar tan necesitada, lo único que tenía claro era que se encontraba hundida en esa experiencia y no tenía ganas de salir a flote.

– Recuerda que puedes decir la...

– ¡No...! – no le importó demasiado la mueca borrosa de su novio que tanta sorpresa demostraba por su negativa tan desesperada, estaba muy segura de lo que decía – Sigue así, quiero más... No pares hasta que ya no aguantes...

Pudo deducir la sonrisa que se formó en los labios ajenos y notó el agarre a su cuerpo afianzarse, dando paso a una brutalidad más descontrolada. Le fascinaba escucharle gemir en una mezcla de placer y fatiga por el esfuerzo físico, también el oler el sudor del moreno. Nunca había entendido por qué, pero su olfato sobredesarrollado siempre había tenido una predilección por ese aroma que, supuestamente, debía ser desagradable de su novio. Lejos de asquearla, hacía que le diesen ganas de aspirarlo toda la eternidad.

Le gustaba ese Dante: el sudoroso y sucio, el que daba estocadas tan certeras en su punto G y le sonreía sardónicamente, el que le susurraba alguna que otra palabra llena de perversión o cariñosa al oído durante el acto, el que la deseaba con una complejidad recíproca que ninguno de los dos sabía poner en palabras, el que la hacía sentir que su alma se le salía del cuerpo a base de algo tan simple como una relación sexual.

¿Cómo no iba a sentirse segura y se iba a dejar llevar en los brazos de alguien así? Claro que le iba a dejar hacer e iba a confiar plenamente en lo que considerase conveniente, tampoco le preocupaba que se equivocase porque, las veces en las que lo hacía, estaba abierto a escuchar, rectificar o detenerse.

– Joder, cariño... – el pobre hombre parecía estar en problemas para continuar.

Soltó una risita pérfida entre las lágrimas, acercándose lo máximo posible a él para gemirle en el oído e instarle entre alguna que otra frase erótica a dejarse llevar y no temer a que se terminase ya el juego.

Estela se lo hacía todo tan fácil y difícil a la vez... Conseguía llevarle hasta unos niveles de excitación, deseo y gratificación insospechados, sacaba esa bestia interior de la cual había tratado de protegerla durante mucho tiempo, le instaba a perderse en ese mundo de la lujuria más pura que podía percibir en esos enormes ojos marrones... ¿Quién era él para negar la oferta a la entrada de un lugar que prometía ser tan maravilloso? Él consideraba que nadie y por eso continuaba con sus movimientos, sintiendo acercarse la prometedora sensación del éxtasis y...

Y entonces sucedió algo que no esperaba que volviese a suceder y le desarmó totalmente. Gemidos más altos y agudos, la forma en la que se descontroló su cuerpo, su interior apretándole como si buscase su perdición... Estela había vuelto a terminar un poco antes de lo que él pensaba y dejándole sin defensas contra ello. Las contracciones directas a su falo, el gusto tan personal de ser consciente de que era la tercera vez en esa noche que él mismo le provocaba eso y lo increíblemente sensual de la imagen que tenía enfrente fueron demasiado para él, llevándole a un orgasmo que se sintió como trascender de dimensión.

Se apresuró en apagar y quitar todos los vibradores, justo después cayó rendido sobre el pecho de su novia, respirando pesadamente y casi mareado por lo intenso de la situación anterior. Notó los delgados brazos de la más joven rodearle y una mano temblorosa acariciarle el cabello, se dejó hacer con los ojos cerrados y una sensación cálida en el pecho.

– Espero que después de esto no quieras más porque, a este paso, me vas a matar... – lo dijo con un tono bromista, pero se notaba cierto temor genuino.

– Creo que esta última corrida ha sido la definitiva...

– ¿Lo crees o lo sabes?

– Creo que lo sé...

Ambos soltaron una risita cansada a la vez que se posicionaban de lado, buscando la comodidad de los dos. En momentos como ese, Dante se alegraba en silencio de que Estela fuese tan cariñosa y no de ese tipo de personas que odian hasta el mínimo roce después del sexo, le hacía sentir seguro y amado.

Hizo el pequeño esfuerzo de ponerse a la altura de la cabeza de la morena unos segundos y le dio un beso suave, gesto que fue recibido con gusto. Una vez se separaron, ella junto sus frentes mientras cerraba los ojos y soltaba una nueva risita, esta vez sin siquiera separar los labios. No había manera de que lo que sentía en esos momentos no fuese amor, sin lugar a duda.

***

Un besito a las locas del coño que, igual que Estela y yo, se les saltan las lágrimas en momentos como ese y vamos por la vida buscando compresión, pero la gente solo nos mira como si estuviésemos malitas DECÍA JAJAJA

Después de saludar a mi gente, vuelvo a cagarme en todo lo cagable porque no puede ser que la relación de estos dos sea tan soft y sexual a la vez, qué sola estoy y qué ganas de poner en mi lista de regalos de navidad a Dante T-T

Hoy no tengo mucho que decir, solo que he tenido un sueño en el que tenía un novio y era todo muy bonito, pero me he despertado cabreada porque ha sido todo muy realista y nos queríamos mucho (no sé ni cómo se llama porque en el sueño no se decía en ningún momento, pero eso era amor verdadero) y ha resultado ser todo mi cerebro engañándome, a eso súmale que el pobre chaval era rubio y a mí nunca me han gustado los rubios (no hate a mi novio imaginario, aunque seas rubio yo te quiero) ú_ù

No voy a decir mucho más porque hoy sí tengo cosas que hacer, tengo que ir a la biblioteca y a recoger a mi mamá del fisio porque cada vez que va le da el vértigo y literalmente se cae por la calle así que mi papá y yo nos hemos negado a dejarla volver sola en esas condiciones >:( <3

Un saludo al primo del tío del amigo del hermano del abuelo del sobrino de vuestra madre, foto con mi fan nosequé

KINKCEMBER 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora