11. FACESITTING

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Estela se había sorprendido cuando Dante le dijo que quería probar algo un poco diferente ese día, pero bendito fuese el momento en el que ella había aceptado. En un principio, no entendía dónde se suponía que estaba la innovación en el acto de sentarse en la cara de él para que le hiciese un oral, pero todo había cambiado solo con ponerle el trasero en dirección a la barbilla en vez de los ojos y darle una orden muy sencilla: si ella rompía el contacto visual, él pararía toda la acción hasta que volviese a retomarlo.

Era tan difícil como sencillo a la vez, la morena tenía que luchar muy intensamente contra sus instintos en ciertos momentos en los que sus ojos hacían el ademán de cerrarse cuando la situación la sobrepasaba. Al mismo tiempo, mirarle a los ojos siempre le había gustado demasiado, encontraba en la mirada de su novio esa conexión tan profunda y que nunca sabría poner correctamente en palabras por lo abstracto que era, por muchas veces que hubiese tratado de hacerlo en sus novelas.

Además, la cara que ponía en momentos como ese... Conseguía llenarla de deseo y placer del más crudo, había algo morboso en ver a un hombre que tendía tanto a la seriedad y hasta a fingir ser gruñón de cara al público convertido en algo tan... ¿Sumiso sería la palabra que buscaba? Tal vez devoto sería mejor... O las dos, para qué elegir. Porque no se podía negar que había cierto deje de obediencia y degradación en que un acto como aquel consiguiese calentar tantísimo al mayor.

Eso le pasaba demasiadas veces, nunca tenía claro quién era la persona que realmente llevaba las riendas cuando entraban en ese tipo de prácticas y, de alguna manera extraña, eso no le desagradaba para nada. A ella le gustaba seguir órdenes y dejarse dominar por el moreno, pero necesitaba sentir cierto punto de control sobre la situación para estar cómoda con ello. De alguna manera u otra, Dante siempre encontraba esa fina línea en la que conseguía que ella depositara toda su confianza en él sin miramientos, le daba esa certeza de que, aunque él fuese quien estuviese al mando, si ella tenía algo que decir o que cambiar, esto se respetaba.

Las manos del más bajo pasando de sus caderas a agarrar su trasero con cierta posesión la sacaron de sus pensamientos brumosos, permitiendo que se volviese a hundir en condiciones en ese marrón oscuro que encontraba en los ojos ajenos. Frotó su intimidad contra el rostro de su novio un poco más intensamente, había algo en eso que siempre se le hacía divertido y que se notaba que él disfrutaba más de lo que sería capaz de admitir en voz alta.

Por su parte, el mayor estaba demasiado hipnotizado por lo cautivadoras que encontraba las vistas desde su posición, siempre que era ella la que estaba arriba le pasaba lo mismo. Verla en ese ángulo en el que todo parecía acentuarse, que ella se permitiese las libertades de ser un poco más bruta de lo normal, percibir a la perfección lo pesado de sus respiraciones, esos ojazos que le quitaban el sueño clavados en los suyos... Si a eso se le sumaba sentir ese palpitar rápido contra su boca y poder probar todo ese líquido que salía de la intimidad de su novia, para él ya se encontraba en el cielo en vida.

Le encantaba complacerla de esa manera, poder prestar más atención a los detalles de lo que lo haría embriagado por el sexo en el que él también estaba más cegado por el placer propio. Además, le daba la impresión de que ella lo disfrutaba más que cualquier otra cosa que pudiese ofrecerle, si tenía esas grandes habilidades con la boca entonces no iba a desperdiciarlas, era de lógica.

Tuvo que aguantar una sonrisa cuando la cabeza se le fue por inercia hacia arriba a la morena, deteniendo así sus acciones y esperando a que volviese a centrarse en su cara. No tardó mucho en hacerlo, se notaba en todo su cuerpo que estaba acercándose al final y no quería que le cortasen un momento como ese.

– Joder, qué cabrón...

Otra sonrisa que se veía obligado a contener, debía admitir que encontraba algo entretenido en que ella le soltase algún que otro insulto que se notaba que no iba en serio en medio de momentos como ese. En ellos encontraba una desesperación encantadora y que ella solo sacaba a relucir desde que habían alcanzado cierto nivel de intimidad, le gustaba pensar en que eran una muestra de confianza y, para qué mentir, también colaboraban a que su erección se agrandase.

Los gemidos empezaron a ser menos espaciados entre sí, acelerando un poco los latidos del hombre. Ya casi estaba, dentro de poco iba a poder verla en su estado más vulnerable e iba a poder escuchar con todo el deleite del mundo como su voz se volvía entrecortada y de un tono casi irreconocible, solo tenía que...

Ni siquiera hizo falta dar el golpe de gracia porque, antes de que pudiera hacerlo, empezó a notar las contracciones de los genitales ajenos más constantemente y le llegó a la boca la corrida de la chica, que no pudo evitar arquear un poco más la espalda, soltar unos sonidos casi desesperados y agarrarle de sus mechones negros con un poco más de fuerza. Qué gratificación más grande era la que sentía en momentos como ese, mucho más cuando a ella se la notaba agotada por la brutalidad de la experiencia que la había recorrido y, aún así, se movía perezosamente a gachas hasta llegar al pantalón del mayor para sacar de ahí a su pobre miembro goteante.

Por fin pudo sonreír sin miramientos y no dudó en darle total acceso a su cuerpo a la menor, que siempre le tocaba con esa mezcla de cuidado y ansia inyectados en sus pupilas.

***

No me acordaba de prácticamente nada de lo que había escrito para este día, la verdad es que me he quedado un poco loca separando los párrafos y corrigiendo algún que otro error JAJAJ

Me hace mucha gracia que Dante esté todo el puto rato con un pie en el lado de la dominancia y el otro en el de la sumisión, cuando buscas versátil en el diccionario te sale una foto de él, qué suerte tiene Estela XD

A todo esto, me alegro tremendamente de haber preparado el día de ayer el viernes porque, si no lo hubiese hecho, no me habría dado tiempo de subirlo cuando volví a casa y terminé de hacer todo, pude pasármelo bien en paz y mis hijos no se quedaron sin comer (tremendas confianzas se daba con sus lectores viste) u_u

La verdad es que tuve un día súper divertido, el salón del manga de este año ha estado muy chulo y como el recinto era mucho más grande no olía tan mal (como persona que ha ido al salón del manga desde 2016 os puedo asegurar que siempre hacía un calor que te morías, olía a sudor y otras cosas que tampoco quiero saber qué eran), además pude ir con un cosplay con el que me sentía bonita sin que ningún señor turbio intentase acosarme sexualmente y sin que nadie me pidiese fotos (me dan mucha ansiedad las fotos, solo soporto las que me saco yo misma porque soy la única que las ve (como mucho mis mutis de insta llegan a ver alguna en la que tengo la cara censurada lmao), además me da miedo sacarme fotos con randoms y que me suban a internet (igualmente siempre que me las piden las acepto porque me cuesta horrores decirle que no a la gente, pero llorando por dentro JAJAJ)) :D

Ya os he puesto mucho texto por hoy así que me voy a ir ya, que además entre ayer y hoy he pillado frío y me encuentro regulera :'l

Hoy solo os mando un beso así de lejos porque igual si me acerco os pego algo y pues no es plan, habrá que conformarse con eso lmao

KINKCEMBER 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora