KINKCEMBER 2022

6. SIXTY-NINE

Dante se encontraba en el límite entre el bien y el mal: no sabía si parar a Estela o dejarla hacer y quedarse embobado con las vistas que tenía desde ahí. En cuestión de segundos le había tirado a la cama y, antes de que pudiese preguntarle a qué venía eso, se le había subido encima y le había acercado su trasero peligrosamente a la cara. Como esa noche llevaba un vestido bastante corto y con una falda de esas entubadas que a la mínima que la persona que la lleva se mueve enseña todo, podía ver gran parte de las bragas rojas que se había puesto ese día.

– ¿No habías dicho en el coche que estabas cansada? – lo dijo en un tono conciliador, como si quisiera hacerla entrar en razón.

– ¡Pero hay que celebrar el año nuevo! – seguía desabrochando el cinturón del hombre como si nada, entre quejicosa y melosa.

– Si no hubiese estado contigo toda la cena, pensaría que estás borracha...

– Ya sabes que a estas horas me pongo tonta...

Eso era cierto: la chica se convertía en un caldero de hormonas a partir de las 2 de la madrugada y llevaba mucho tiempo siendo consciente de esto, tampoco la podía criticar como lo haría una persona ajena a esto. Soltó un suspiro, algo abrumado porque no se veía capaz de negarse a lo que le estaban ofreciendo en bandeja de plata. Acarició con cautela el trasero de su novia, sintiendo unas ganas increíbles de dejarla sin ropa interior y limitarse a hacer lo que le pedía el cuerpo en ese momento.

– Se te ha levantado rápido, ¿eh, cabrón?

No pudo evitar la carcajada que se le escapó por lo burdo de las palabras de la morena mezclado con el tono de voz con el que lo había dicho, había algo entre ridículo y ameno en toda esa situación. Esto no duró mucho porque, en el momento en que sintió una lengua recorrer su intimidad con cierta ansia, tenía más ganas de jadear que de reírse. Supuso que, ya que se estaba dejando hacer y lo estaba disfrutando, entonces podía usar esto como excusa para, por fin, quitarle esa prenda chillona que tan innecesaria se le hacía en la otra.

Antes de nada, estiró un poco hacia los lados para abrir y ver en todo su esplendor la vagina de su novia, sorprendido por lo rápido que podía llegar a lubricar. Tampoco era como si estuviese tan resbaladiza como cuando ya la habían estado tocando o preparando, pero claramente estaba húmeda y algo hinchada. Agarró las caderas de la morena y la hizo bajar despacio, buscando la comodidad de ambos en ese proceso. Estela le siguió la corriente y, en cuanto sintió la cara del hombre cerca de su intimidad, se frotó un poco contra ella a la vez que soltaba una risita tonta y se mordía un poco el labio. El manotazo que le dieron en la nalga derecha fue suficiente para que soltase un gemido suave y decidiese comportarse, volviendo a centrarse en el miembro que ahora solo estaba sacudiendo al haberse distraído.

Se lo quedó mirando con deseo, se le hacía demasiado irresistible el meterlo en su boca y no darle tregua hasta conseguir dejarlo seco. Se le hacía gracioso el pensar que, al principio, le daba pánico hacerle sexo oral a un hombre porque tenía entendido que era demasiado fácil hacerlo mal o hasta causar daño a la otra persona, pero llegados a ese punto eso ya había quedado muy atrás. Dante ya le había enseñado qué hacer y cómo al principio, desde entonces su confianza solo había subido y su deseo de complacer al mayor incrementado a niveles estratosféricos.

No dio muchos rodeos y, en el frenesí del momento, quiso meterla entera de golpe. Sorprendentemente, consiguió su cometido y fue lo suficientemente bueno como para notar una exhalación lastimera entre sus piernas que la derritió internamente. Estando tan desinhibida, solo supo volver a mover sus caderas contra él, instándole a estimularla más y hacerla ver las estrellas.

El pobre hombre solo podía tratar de no ahogarse entre el trasero que tenía en la cara, lo pringado que estaba quedando por momentos y por la mezcla de jadeos y gemidos que rogaban por salir de su garganta. En el fondo, le gustaba cuando ella era así de pasional y necesitada, cuando le demostraba un deseo tan profundo y ansioso, cuando era obvio que la lujuria que sentía por él era incontrolable. Le hacía sentir bien, le subía el ego y él mismo consideraba que ya lo tenía demasiado alto. En momentos como ese, solo quería adorar el cuerpo de Estela con todo lo que tenía, llevarlo hasta el punto de no retorno como bien sabía hacer.

Y no fue complicado, claro que no, igual que no lo fue el sentirse a las puertas del cielo con los movimientos que hacía la menor con su boca. Tal vez era el sueño, lo rápido que se habían calentado o el ansia que sentían ambos en el momento por complacer al otro, pero ninguno de los dos aguantó demasiado. Él terminó primero y, tras dejarla enloquecer sobre su rostro, ella acabó rendida a su lado, sonriendo con una mueca divertida.

– ¡Feliz año nuevo, amor! – nada más terminar de decirlo, comenzó a dar una retahíla de besos rápidos y castos sobre el rostro del de barba.

Las risas volvieron a hacer acto de presencia mientras él la sostenía entre sus brazos con las pocas fuerzas que le quedaban llegados a ese punto, tratando de aguantar semejante ráfaga de afecto sin ponerse a llorar por lo afortunado que se sentía en ocasiones como esa.

***

 En verdá llevo despierta desde las 11 y podría haber subido esto antes, pero me he entretenido leyendo una funa a otro de los ídolos de mi yo de entre 11 y 16 años que ha resultado ser un pedófilo :'l

Hoy vengo con una propuesta súper ??? porque me están metiendo prisa y no tengo ni pajolera idea de qué quiero: si sois tan amables, dadme ideas de cosas que puedo pedir como regalo de navidad JAJAJA

Odio profundamente estas fechas porque se resumen en la gente pidiéndome que les diga algo para regalarme y yo no teniendo ni puta idea porque no siento que me falte nada material en esta vida desde que pedí mi mosquitera en mi 18 cumpleaños (bueno, un satysfier no iría mal, pero no le voy a pedir eso a mis familiares y tampoco tengo dónde esconderlo porque jaja padres estrictos), lo único que tengo claro que quiero son expansiones de Los Sims y según la gente eso no es un "regalo de verdad" :'(

Si se os ocurre algo pues dejádmelo en comentarios porque quieren que tenga una lista para este fin de semana y yo tengo tremendas ganas de morirme por eso, al que me eche un cable le como toda la boca DECÍA JAJAJ

Dicho esto, me voy a hacer mi cama y mirar el techo todo el día porque hoy no hay clase y ya me he terminado el libro de Agatha Christie que me traje de la biblioteca (me he obsesionado con leer todo lo que esté al alcance de mi mano de ella porque es la única autora con la que no me da bloqueo cuando leo desde octubre, qué reina), supongo que también me viciaré a Los Sims, me ducharé y en algún momento desconocido de esta tarde decoraré la casa con mi familia rezando porque este año la gata no se coma la mitad del árbol (?)

Os quiero mucho a todos y ojalá este puente os lo paséis bien o descanséis por lo menos, que eso siempre hace falta ú_ù <3