La Luna Roja

Capítulo 5

Anya

Todo tiene un orden, un equilibrio... si ríes debes llorar, si amas luego tienes que odiar... unos viven y otros mueren...

En eso consistía la vida, la ironía hacia recordar que nada puede ser gris... sino es blanco o negro.

Si existen los humanos existen los vampiros.

Mi existencia era cuestionada... entonces... ¿Qué debía hacer?

En la oscura habitación, en la soledad, repasaba los sucesos anteriores para recordarme que no me estaba volviendo loca...

Luna Roja, vampiros, sangre, muerte...

Luna Roja, vampiros, sangre, muerte... Damian...

Cerré mis ojos una vez más. ¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿un día? ¿dos? No había visto a mis padres, ni siquiera sabía si Bill seguía vivo...

Solo estaba yo... envuelta en tantas dudas que nadie me ayudaba a aclarar...

¿Desde cuándo me sentía tan miserable? Me sentía indefensa y vulnerable. ¿Qué había provocado que Bill dijera donde se escondían? Encerrada en esta habitación solo podía escuchar como afuera era un caos, y yo lo había provocado.

El desprecio crecía dentro de mí. Porque, aunque no estuviera consiente del daño; era evidente que yo había ocasionado un quiebre... mi simple presencia había sido la oportunidad que Damian necesitó para iniciar su venganza.

¿Qué papel tomaba yo en todo esto? La luna roja, vampiros, sangre, muerte... destrucción. Mi cabeza dolía y poco a poco mi conciencia era tragada por la oscuridad. ¿Qué vendría después de esto? Tenía tantas preguntas... y yo tendría que buscar las respuestas.

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En la oscuridad de esa habitación escuché como poco a poco abrían la puerta. Pero no me atreví a levantar la mirada, mi comodidad yacía en la cama y en el abrigo que me daba.

- Anya... - escuché como mi padre me llamaba. Trataba de recordar cuando había sido la última vez que me habló con ese tono, trataba de darme consuelo ante la inestabilidad que sentía.

- Bill... ¿está vivo? - me atreví a preguntar sin siquiera voltear a verlo... no quería ver sus expresiones.

- Perdió mucha sangre, pero gracias a tus cuidados se pudo evitar una tragedia... - un silencio incomodo reino la habitación.

Mi padre hablaba de tragedia como si algo peor podría haber ocurrido. Se sentía aliviado por lo sucedido, pero ¿Qué habíamos ganado?

- La tragedia ocurrió padre... - me animé a confrontarlo. - No solo Bill resulto herido, sino que muchas personas han muerto... - Lo recordaba tan vivamente en mi mente.

Aquella noche, la incertidumbre y el miedo me dejaron la motivación de mover el gran cuerpo de Bill hacia la dirección donde se había ido Bond. Cuando encontramos a un grupo de cazadores parecía todo sacado de una historia de terror.

Algunos ayudaron a Bill mientras que a mí me interrogaban. Luego me guiaron por el oscuro y denso bosque. Fue en ese instante donde vi como muchos levantaban cuerpos inertes, entonces asimilé lo cerca que había estado de la muerte esa noche.

- Pasa en el oficio que decidimos hacer - comentó mi padre. Pero era irracional lo que decía... - ten por seguro que los caídos tienen honor en nuestros corazones. - mi corazón solo estaba lleno de ira, decir todo a la ligera me revolvía el estómago. ¿Acaso la vida era tan insignificante?