Capítulo 12.3

111 13 4
                                    

- Empezaremos con esto - mi padre habló con voz imponente. - Desde hace décadas hemos intentado aniquilar a quienes nos oprimen, quienes han pensado que está por encima de nosotros, pero… no hemos logrado nada.

¿No habíamos logrado nada? Que dijera de manera tan seca y fría  que todo era en vano, arruinaba la moral de todos.

- Intentamos abrirnos paso cada maldito eclipse… ¿Y qué conseguimos? - nadie se atrevía a responder, tal vez por miedo - hace 50 años, junto con algunos miembros de este mismo salón intentamos deshacernos de los Forger, y como sabrán fallamos.

De no haber fallado, Anya no habría nacido…

- Es absurdo pensar que siendo tan fuertes y longevos permanezcamos alejados de lo que una vez fue nuestro - la mirada de odio que una vez ví en mi padre otra vez se hacía presente.

- Pero, este año todo será diferente, haré las cosas diferentes… y empezaré haciendo lo que a ningún Desmond se le había ocurrido - todos permanecían expectantes… - me uniré a alguien que odia a los Forger tanto como yo, el señor Wiston Wheeler.

Contuve el aliento por unos cuantos segundos… todo se estaba saliendo de mis manos…

- Sé que a algunos les parece inaudito que un humano luche a nuestro lado… pero déjenme decirles que no será un humano por mucho tiempo… - un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Hace mucho tiempo, para evitar alguna rebelión por parte de los sangre sucia se había dicho que convertir a un humano en vampiro quedaba prohibido… esto se hizo para evitar que existieran más vampiros convertidos que vampiros originales.

Lo que estaba diciendo mi padre en otras palabras era que en determinado tiempo convertiría a Wheeler en uno de nosotros y eso para mí era una mala idea.

Algunos protestaron, no obstante mi padre los callo con una mirada.
- Lo he decidido porque, por más que me cueste aceptarlo lo necesito para llevar a cabo mi plan y la restauración de nuestra sociedad. - Wheeler permanecía callado, sin embargo, en su mirada había un brillo de superioridad.

- ¿Qué tiene él que otros no tengan? - preguntó el señor Swan.

- Es humano, tiene la confianza de Wise y Garden, tiene la posibilidad de obtener tan fácilmente lo que quiero y necesito… Es simple mi querido Swan, el señor Wheeler no es un inútil como tú. - algunos rieron con el último comentario de mi padre, Swan se sonrojo, tal vez por rabia.

- Les haré una pregunta muy sencilla - cuestionó mi padre luego de una ligera pausa. - ¿Qué creen que nos hace falta para ser invencibles?

Las respuestas se vieron en masa. Algunos dijeron que tener más reservas de sangre nos haría fuertes, otros que necesitábamos más poderío militar, pero ninguna respuesta complacía a mi padre.

Es que todo aquello era innecesario, si necesitábamos algo sin duda era cerebro porque los nobles parecían tan vacíos de visión. Y lo sabía, mi padre esperaba que yo dijera algo, su ceño fruncido me incitaba a decir algo… pero debía ser cuidadoso.

Recordé la historia del primer fundador de los vampiros, aquella que se venía contando de generación a generación. Y algo que nunca podría olvidar era el hecho de que antes los vampiros ya eran imparables, no fue hasta que apareció eso que dejaron de serlo…

- La luna - susurré. Mi padre pidió que todos callarán para poder escucharme. - Concretamente necesitamos deshacernos de la luna roja para ser invencible.

- ¿Por qué? - cuestionó mi padre. En mi mente todo parecía encajar… era como si tuviera toda la panorámica enfrente, cada engranaje parecía encajar. En esos momentos sentía que mis pensamientos me volvían más como mi padre.

- Porque la luna les da el poder que los humanos necesitan para al menos mantenernos a raya - sabía que había dado en el clavo porque la mirada de aprobación de mi padre era evidente.

- ¿Y cómo harías eso? - era necesario que siguiera hablando… sentía que debía hacerlo.

- Usted una vez lo dijo, el Sol oscuro es la respuesta… - recordé que los humanos habían hecho un pacto de sangre con la luna… tal vez solo tal vez necesitábamos hacer lo mismo con el sol para eso… - ¿un sacrificio?- había dado en el clavo, mi padre se levantó de su asiento y fue directamente hacia mí.

- Con un sacrificio de sangre al Sol debería ser suficiente… pero tanto el señor Wheeler como yo hemos pensado que esa sangre debe ser igual o mejor que la que alguna vez se ofreció… - había sed de venganza en esas palabras…

¿Acaso no lo veía venir? Mi padre, aquel que trataba a sus propios hijos como peones, fichas desechables y reemplazables… ¿Cómo no lo ví venir?

- ¿Ofrecerá a su hijo como sacrificio? - el profesor Henderson preguntó. Había preocupación en su tono de voz, al menos alguien tenía consideración conmigo.

- Para nada profesor, solo quiero ser transparente con todos aquí - mi padre tocó mi hombro mientras decía aquello. - Necesito que sean conscientes de lo que se hará a continuación… Por favor señor Wheeler, ¿Hace los honores?

Wheeler se levantó, y con voz clara y fría dijo - Necesitamos a un miembro de la familia real, si, pero también necesitamos la sangre de aquel quien lo inició todo… uno de los miembros de la familia Forger. - me paralice completamente.

- Actualmente solo hay dos miembros de la familia que llevan la sangre que requerimos corriendo por sus venas, y me temo que ninguno de los que estamos aquí es capaz de extraer la sangre que necesitamos a Loid Forger. - ¿Cómo no lo ví venir cuando mi padre mostró cierta curiosidad sobre Anya?…

- Así es caballeros, por lo que… nos queda dar todo por el todo e ir por quien es el eslabón más débil - mi padre concordó… - Necesito a Anya Forger, o más bien dicho, necesito su sangre nada más.

La mirada de aprobación de todos hizo que por primera vez tuviera miedo… no por lo que me pasará a mí, sino por lo que mi padre comenzaba a planear con mi pequeña Anya.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora