Anya
El sol mantenía un ambiente cálido, bajo el árbol solo podía sentirme tranquila.
Había pasado casi dos semanas desde que mi vida había cambiado. Proactivamente desde el inicio comencé a creer que todo lo que parecía imposible existía de verdad. Mi rutina había cambiado para adaptarse a un agilizado entrenamiento que poco me dejaba descansar.
Desde el tiro con arco, la ballesta, la espada, la agilidad física, entrenamiento psicológico y estrategia. Apenas podía dormir cinco horas al día. Así que estar bajo ese árbol al menos cinco minutos me daba la tranquilidad que necesitaba.
- Vamos Anya, ya paso el tiempo de descanso – escuché como me llamaba mi tío Yuri. Después de aquella conversación con Sylvia no había visto a mis padres. De hecho, con el único que mantenía comunicación era mi tío, pero fuera de los entrenamientos poco hablábamos de la situación.
Me sentía abandonada, porque, aunque Bill o Yuri estaban dispuestos a contestar mis preguntas no era lo mismo a la conversación real que esperaba de parte de mis padres. Así que, estaba sola... sola con mis pensamientos y pesadillas.
Últimamente despertaba alterada, con sueños que poco recordaba, reconocía que poco a poco me estaba consumiendo. Solo era cuestión de tiempo para que mi cuerpo se descompensara por tal explotación... pero tenía en mente que debía superar este desafió si quería que nadie me menospreciará.
- Anya... ¿me escuchaste? – volvió a llamarme Yuri. Suspiré y por unos cuantos segundos cerré mis ojos. Extrañaba los días tranquilos donde nadie me llamaba para entrenar, donde no vivía confundida... Mi tío se acercó a mí, y con un tono molesto pidió que renováramos el entrenamiento...
Estaba cansada de todo esto, exigirme que diera el 100% de mi cada minuto no hacía más que agotarme.
Era increíble, habían pasado casi dos semanas, y yo aún no sabía nada... ¿Había algo que querían ocultarme? No basta con decime que todo estaba bien con tal de tranquilizarme... necesitaba saber cómo habíamos llegado a esto... necesitaba que mis padres me dijeran de una vez por todas cual era la razón por la que vivíamos.
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- Tus padres te están evitando – confeso Bill. Luego de rogarle a mi tío, prácticamente de rodillas, por un descanso fui a ver a Bill antes de enfrentarme a mis padres.
- ¿Por qué? – no recordaba haber dicho o hacer algo que molestará a mis padres para que me estuvieran evitando. De hecho, recodaba como mi madre estaba ansiosa por estar conmigo antes de que Sylvia me alejará de ella... ¿qué había cambiado?
- No estoy seguro... sin embargo, se rumorea que están queriendo destituir a tus padres de la organización por ser pacifistas. – Mis padres se habían declarado en contra de la masacre que muchos querían llevar a cabo. Mis comentarios en aquella reunión tampoco favorecieron la percepción de la familia Forger. A decir verdad, nuestra imagen ya estaba lo suficientemente rota como para hacer o decir algo que los demás aplaudieran. Mi bisabuela había roto el tratado, por mi culpa se sabía sobre la fortaleza y mi padre estaba en contra del genocidio de los vampiros... por donde lo vieras dejábamos de ser la familia que fomento las bases de esta organización.
- Y... lo mejor que hacen es alejarse de su confundida hija para "apaciguar" a la gente. – poco me quedaba claro cuál era el objetivo de mis padres en todo esto.
- Creo que debes estar más inclinada al hecho de que intentan mantener todo en calma para que no te preocupes... suficiente tienes con tus duros entrenamientos... todos vemos lo demacrada que te vuelves con el tiempo... - susurró Bill. Sabía que mi estado físico comenzaba a hacerse visible... en tan solo dos semanas mi cuerpo comenzaba a descomponerse y eso era un tropiezo para mí...
- Otra vez... insinuando que todo esto lo hacen por mí – no necesitaba que mis padres constituyeran una burbuja para "protegerme". Nada de eso funcionó en primer lugar... nada de eso seguiría funcionando después de todo.
- Pues... eres el centro de sus vidas Anya, no pidas que no den todo lo que tienen por tu bien. – Bill me recordó que mis padres morirían por mí si fuera necesario... no cuestionaba su amor hacia mí... lo que cuestionaba era su sobreprotección cuando claramente ya nada podía evitar que yo saliera lastimada. Incluso si ellos fueran mi escudo... sabía que no podría vivir de esa manera, no ahora que sabía parcialmente la verdad.
- Ese es el maldito problema – susurré... - No necesito que me cuiden como si necesitará estar encerrada para evitar la verdad. – Bill permanecía callado sabía que, aunque intentará tranquilizarme nada funcionaría como antes.
- Has cambiado un poco... tal vez el entrenamiento te está haciendo fuerte... eres una mujer fuerte Anya y tus padres muy pronto lo verán también – ánimo Bill con una sonrisa.
Tal vez solo era cuestión de tener paciencia... esperar que poco a poco demostrará mi valor... solo tal vez...
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Esta vez el sueño era distinto...
No encuentro una mejor manera para describir lo que estaba viviendo... no como una acción... no era exactamente un sueño sino más bien... ¿un recuerdo?
En la escena estaba la luna roja... tan roja que el cielo azul ya no era azul sino que se tornaba en un tono morado...
En la cima de una pequeña colina, las siluetas de dos personas era lo único que podía ver... esas figuras contemplaban la luna. La oscuridad no me dejaba apreciar el rostro de aquellas personas, pero sentía que ya las conocía.
- No creo que nuestro destino sea terminar con esta interminable guerra – habló una de las figuras. Su tono de voz denotaba intranquilidad y molestia.
- Ni yo, solo creo que ella espera que comencemos esto para que la próxima generación lo culmine. – la segunda figura tenía un tono de voz más tranquila, más calmada. Ambas voces eran femeninas. – Sé que suena descabellado, pero nada garantiza que salgamos con vida de esta misión. – aseguro la segunda voz.
- Lorelei, evitas que quiera seguir con este plan. – reprochó la primera mujer. Inconscientemente me acerque a quien había sido llamada Lorelei. Con la poca luz de la luna pude ver como aquella mujer se parecía a mí físicamente. Su cabello seguro seria como el tono amarillo casi cenizo de mi padre... pero su cara era igual a la mía. Intente hablar, pero mi voz parecía no ser escuchada por ambas mujeres...
- ¿Acaso le tienes miedo a la muerte? – cuestionó mi bisabuela, con un poco de humor ambas mujeres rieron.
Me parecía irreal lo que estaba presenciando. Aquella era la noche en la que mi bisabuela presuntamente había roto el tratado que los cazadores tanto habían cuidado. Era ilógico pensar que mi bisabuela tuviera en mente un plan para acabar con lo que nos daba el poder para enfrentarnos a los vampiros.
- Esta pregunta debería hacértela a ti – volvió a hablar la primera mujer. – Yo he vivido muchos años, pero tú... me parece insignificante decir que solo has vivido 30 escasos años. – la conversación comenzaba a tener otro giro. La primera mujer claramente no pasaba de los 40 años... decir aquello era una tontería.
- He vivido lo que tenía que vivir... aun cuando es una vida corta, vivo sin arrepentimientos. Si tengo que morir para que mi hija tenga un futuro mejor lo haré sin dudar. – la típica actitud positiva que nos describía a los Forger... mi bisabuela tenía una mirada tan segura... comprendía que eso era lo que me faltaba para seguir adelante.
- Sin duda... la abnegación que los caracteriza da mucho miedo – concluyó la primera mujer. – Espero que mi hijo comprenda que ustedes no son el verdadero enemigo, así como yo lo hice contigo. – la mujer levantó un poco la mirada... aún seguía pareciéndome conocida.
- Lo hará a su tiempo, Melinda – mi bisabuela aseguró. – Lo hará cuando sepa la verdad de todo esto... cuando nuestras familias se unan para derrotar a nuestro enemigo en común. Donovan Desmond...-
Me levante agitada de aquel sueño. La habitación permanecía oscura aun cuando el sol comenzaba a salir. Tome aire y trate de asimilar lo que presencie, un sueño real, un suceso real, personas reales, con una meta clara...
La luna quería algo de mi familia y tenía pensado saber que era para concluir con lo que mi bisabuela había comenzado. Era tiempo de que el legado de Lorelei Forger se hiciera conocer.

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La Luna Roja
FanfictionCuando la Luna estuvo completamente roja... ya nada podría estar bien para Anya Y Damian. *Los personajes no me pertenecen ya que son originales del anime SpyxFamily. Este es un fanfic contrario a la narrativa que uso, sin embargo, creo que es una...