Capítulo 11.2

109 11 10
                                    

Anya

Esto claramente era un sueño aunque no estaba segura de llamarlo así, es decir, yo misma estaba viviendo el pasado como si fuera mi propio recuerdo. 

Algunos niños jugaban bajo el sol de una tarde hermosa. Ellos corrían, brincaban y reían, prácticamente era un ambiente tranquilizador.

 La frase "la paz antes de la tormenta" hacía eco en mi mente… Aquellos niños jugaban sin preocupaciones. La guerra estaba en auge y parecía no cesar  por lo que me parecía raro que no estuvieran entrenando o algo parecido. Tenían la edad suficiente para blandir una espada si fuera necesario. 

 Aún así, en el fondo de mi corazón sentía alivio. Alivio porque aún podían seguir siendo niños aún cuando los rodearan conflictos. 

Unos cuantos minutos pasaron, mientras la risas de los niños opacaban el ruido de los pájaros. De repente un ruido extraño se oyó, seguido por un llanto desconsolado de uno de los pequeños.

 Instantáneamente abrí mis ojos,pero no me levanté para auxiliar a la niña herida. Sino que en su lugar le dije con voz clara "levanté y sigue jugando". Acto seguido la pequeña se limpió las lágrimas de su rostro, sacudió el polvo de su ropa y siguió jugando. 

Era una situación extraña, yo jamás habría reaccionado así si un niño se cayera en frente de mí. 

Era un recuerdo pasado que presenciaba en primer persona…mi hipótesis fue confirmada porque una voz conocida interrumpió mi línea de pensamiento. 

- ¿No deberías haber ido hacia ella y ver si está bien?- dijo Melinda quien se encontraba escondida en la sombra para evitar al sol. - Es tu hija, pudo haberse lastimado gravemente. - mencionó preocupada. 

Por más que su comentario tuviera lógica para mí, Lorelei parecía tener otra postura de crianza. 

Ya lo había mencionado antes, en esta ocasión era como si mi conciencia estuviera conectada a mi bisabuela. ¿Podía compartir pensamientos con Lorelei? No parecía que fuera el caso, sino era como si la única consciente en todo esto fuera yo. 

En lugar de darle la razón a Melinda, Lorelei quiso contestar de manera sutil. - ¿Tú habrías corrido si fuera uno de tus hijos?- la intención de esa pregunta era clara. Mi bisabuela quería demostrarle que la crianza de un humano radica en lo que uno aprende de los fracasos.

- Mi esposo no me lo habría permitido- Melinda parecía distraída. - Aún así, lo habría hecho, mis hijos son una extensión de mí. Si ellos están vulnerables yo también lo estoy. - Lorelei no estaba complacida con esa respuesta. 

- ¿Cómo es la crianza de un niño vampiro? - la pregunta tomó de imprevisto a Melinda, pero no dudo en contestar. 

-  La crianza depende del estado del vampiro. Si es sangre noble ese niño viviría el resto de su vida como privilegios. Se le capacitará para dirigir a los demás, será un líder en potencia. Entrenará hasta alcanzar la expectativa de sus padres. Aún así, dentro de los nobles hay una jerarquía que se debe respetar. - mientras Melinda hablaba recordé a Damián. Su imponente voz y postura, habría sido una crianza según su padre. Aún así para mí él habría sufrido bastante bajo ese estilo de crianza. Prácticamente entrenan a soldados reemplazables, desechables. 

- Los vampiros sangre sucia simplemente serán tratados como siervos capacitados para seguir órdenes. - Melinda continuó, parecía enferma de esa sociedad, tal vez por eso ella había abandonado a su familia… intentaba cambiar el orden de las cosas. 

- ¿Has pensando en cómo nosotros criamos a nuestros hijos? - la curiosa mirada de Melinda hizo que mi bisabuela continuará. 

- Nosotros tratamos de mantener un lugar seguro para que el niño desarrolle sus propias habilidades. Por ejemplo aquí, el sol les indica que ahora pueden ser ellos mismos, pueden jugar sin preocupaciones, pueden caerse y volver a levantarse porque tienen la oportunidad de hacer. Pero ¿qué ocurre cuando anochece? - las risas de los niños convirtieron el ambiente en uno más macabro ante las palabras de mi bisabuela. Ahora entendía porque estaban tan felices. 

La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora