Sus Ojos Azules Parte 3

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Mientras que Andrés gritaba su nombre, para que se regresara, el no lo hizo, así que él pasó a mi patio de la misma forma en la que su mascota lo hizo, yo los estaba observando, desde mi ventana y al verlos en mi patio recordé que no había serrado la puerta que da al patio, miré hacia la puerta y volví a ver a mi vecino, pero cómo cargaba una capucha aunque hacia mi esfuerzo no logré ver su rostro.

_ Oye, ¿tú no eres el repartidor de pizzas que conocí ayer?

_ Si ese soy yo, disculpa por haber entrado de esta manera a tu casa, no fue mi intención Agatha, te diré por qué tuve que entrar. Se levantó y sacudió su suéter gris.

_ No hace falta, ya sé por qué lo hiciste y no le diré a mi madre, pero creó qué deberías salir de aquí lo más pronto posible, para poder limpiar lo que se rompió.

En ese momento cazador dejó caer una olla que tenía en su cabeza, al verlo me puse pálida y mis manos frías como si estuviera muerta.

_ Ven, tócalo, él no muerde. Él comenzó a acariciarlo.

_ Estás seguro de eso. Di dos pasos hacia atrás con mi voz temblorosa.

_ Vamos, ven, confía en mí, yo jamás aria algo que lastimara a las personas, no soy esa clase de chico.

_ Está bien, pero si me muerde será tu culpa. Comencé a acariciar su cabeza y él se lanzó sobre mí y comenzó a lamer mi cara, debo admitir que me asuste, creí que me mordería, pero no fue así.

_ Tenías razón, él no muerde.

_ Si él es un buen chico, entrenado especialmente por mí.

_ Eso veo, sí que lo entrenaste muy bien, puedes decirle que se baje.

_ Está bien, cazador abajo, es mucho amor pará nuestra vecina. Él se bajó y camino hacía Andrés.

_ Bueno, veo que te he dejado un desastre.

_ Si no te preocupes yo lo recogeré. Nerviosa comencé a tomar los vidrios con mis manos.

_ Oye no, te puedes lastimar, ten cuidado. Él tomó mis manos y comenzó a revisar que no me hubiese cortado.

_ Estoy bien, no te preocupes, solo es un pequeño rasguño, no hay porque alarmarse.

_ Bueno, está bien, pero mejor usa otra cosa que no sean tus hermosas y pequeñas manos pará recogerlos, yo vendré mañana para reemplazar lo que rompió cazador, y saliendo del tema tus manos son muy lindas y suaves de hecho podría decir que son tiernas. Él colocó su mano contra la mía y mi corazón comenzó a latir con rapidez, estaba a punto de salir de mi pecho, me perdí por un minuto en su mirada, en esos ojos azules que me dan tranquilidad, y su hermosa sonrisa tan cautivantes una sonrisa que enamora a cualquier chica y puede llegar a cualquier corazón sin necesidad de intentarlo.

_ Bueno, debo irme, pero antes quisiera saber si te gustaría salir con cazador y conmigo a caminar un rato.

_ Perdón, qué dijiste. Volví a la tierra después de perderme en mis pensamientos.

_ Dije qué sí, quieres salir mañana con cazador y conmigo a caminar un rato.

_ Annn, sí, pues no tengo nada que hacer mañana, pero a qué hora.

_ Como tengo la mañana libre será a las seis con treinta minutos y así podrás probar mi sazón y decir si te gusta mi comida, siempre que salgo con cazador preparó algo de comer, lo malo de salir con cazador es que para todo dice guao, guao, necesito a alguien que pueda decir más que eso. Comenzamos a reírnos un poco mientras les abría la puerta del jardín.

_ Bueno, mañana prometo decir algo más que solo guao.

_ Eso esperó, Agatha, dios, pero qué modales los míos, me llamó Andrés y seré tu vecino hasta nuevo aviso.

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