Pesadilla y recuerdos parte 2

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¿Cuál collar de tercio peló?

_ El que llevas atado en tu cuello, ahí está la foto de los tres y pase lo que pasé, siempre te amaré, aunque estemos lejos, siempre estarás en mi corazón, mi pequeña, llena de amor, tu padre y yo te amamos mucho, eres lo mejor que hemos echó, tú eres nuestro mayor tesoro, no lo olvides, eres nuestro mayor tesoro. De pronto se escuchó que alguien bajaba las escaleras rápidamente. Yo lo tomé en mis manos y lo abrí y pude ver la foto.

_ Bien, llegó tu hora y tu hija verá cómo dejas de existir. Comencé a llorar más al escucharlo. De pronto alguien lo atacó, golpeando su cabeza y este callo al suelo, el señor que golpeó al que estaba a punto que matar a mi madre, me tomó en sus manos.

_ No, mi madre, quiero a mi madre. Entre lágrimas

_ Lo siento, ella no podrá venir con nosotros. El señor tropezó y me dejó caer, en eso se acercó a mí un pitbull enorme y comenzó a morder mi pierna muy fuerte, el collar calló en un agujero que estaba en el suelo y me desmalle.

_ Denice, no es mi madre. Comencé a llorar, coloque mi mano sobre mi pecho y al terminar de recordar esa terrible noche, puse la mirada al frente y volví a colocarle la mirada al acta, me levante y comencé a subir las escaleras sin quitarle la vista al acta y llegué a la cocina.

_ ¿Qué traes? ¿Qué es eso?

_ Algo que dice que mi madre, no es verdaderamente mi madre, Andrés, fui adoptada. Impresionada me acerqué a él y le mostré el acta, él enseguida soltó un pañuelo que tenía en las manos, de color azul, el cual estaba usando para cercar sus manos.

_ Esto no puede ser cierto, Agatha, tu, tu debes hablar con tu madre sobre esto.

_ Dirás con Denice, si es que es si verdadero nombre, no entiendo nada de lo que está pasando.

_ Yo menos, pero te ha seguro que esto tiene una respuesta lógica y positiva, solo espera a que ella llegue y podrás hacerle cualquier pregunta que desees sobre esto, mientras tanto cenemos te parece.

_ Esta bien, ¿qué preparaste?

_ Algo ligero, sandwich con queso y jamón. Nos dirigimos al comedor el cual tiene un candelabro encima de la mesa.

_ Suena bien para mí, gracias por la atención, aunque en tu condición debería ser yo, quien te consienta.

_ Bueno, eso no es necesario, yo no estoy tan mal y aunque deba usar estas muletas no me incomodan, me acostumbro rápido a las cosas.

_ Bueno, si tú lo dices esta bien.

_ Iré al baño, vuelvo en un momento. Se levantó rápidamente y desapareció de mi alcance visual.

_ Agatha solo volví por la llave o aquí esta, bueno chao. Las tomo de la mesa donde yo estaba sentada, las cuales estaban dentro de una pequeña cajita de madera.

_ Antes de que te vayas, necesito que me conteste algo.

_ Sí, claro, dime. Se detuvo y posó su mirada en mí.

_ En serio, soy tu hija.

_ Que pregunta tan obvia, claro que eres mi hija.

_ Segura, porque encontré esto en el sótano y en él dice que fui adoptada, ahora solo quiero que me digas la verdad, ¿soy tu hija?

_ Sabía que debí haberlo escondido en otro lugar, el sótano era muy obvio.

_ ¡Entonces! Exclame desesperada, esperando su respuesta.

_ Sí, yo te adopté, tienes razón, no eres mi hija, pero aun así sigues siendo mi sangre, no soy tu madre, es cierto, pero soy tu tía, yo soy hermana de tu padre.

Un Amor Por Conocer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora