Un Amor Por Conocer

Conociendo tus temores.

_ Un momento, ponerle una cara, será posible que este chico, esa el mismo que me ha estado llamando últimamente, es posible que si esa él, además él dijo que me conocía, es posible que sean la misma persona, si tuviera mi teléfono aquí podría salir de dudas, aunque él dijo que no me diría su nombre. Pero no le estaría pidiendo que me diga su nombre.

_ Solo sería preguntarle si me conoce desde que era una niña y si fue uno de mis amigos de la infancia, aunque creo que sería mejor preguntarle si fue uno de mis amigos de la infancia. En ese momento escuché que tocaban a la Puerta, pero no parecía ser una persona la que tocaba, el sonido era como suaves zarpazos.

_ Ártica, cazador como llegaron aquí, perdón por haberlos dejado solos pequeños, en mi mente solo estaba que Andrés necesitaba ayuda y los olvide a los dos. Los abrasaba a los dos, me arrodillé en el suelo, mientras ellos lamían mi cara.

_ De hecho, no solo te olvidaste de ellos, también olvidaste tu teléfono, pero lo bueno en que como yo sabía a donde lo llevaste pude traértelo. Ella se mostró delante de mí, mientras sostenía mi teléfono en mi cara.

_ Madre justamente estaba pensando en él, gracias. Me levanté del suelo, tome mi teléfono y la abrace.

_ Bien, bueno, debo irme en unos minutos, voy a ver que todo esté bien pata la operación de Andrés, llegaré en la mañana para llevarlos en el auto, te veré mañana.

_ OK, nos veremos mañana.

_ Las clases empezarán dentro de poco, así que e imagino que cuando tengas vacaciones de nuevo querías que fuéramos a una playa y podríamos llevar a Andrés y a su abuela con nosotros.

_ Eso suena bien, ¿pero a cuál playa iremos?

_ Mmm, eso lo veremos cuando sea el momento, por ahora solo preocupémonos porque hacer que Andrés se recupere, lo más pronto posible.

_ OK.

_ Bueno, debo irme tengo mucho trabajo que hacer en casa y después debo regresar al trabajo como secretaría. Ella comenzó a salir por la puerta.

_ Bien, voy a salir de dudas de una vez por todas, veamos chico misterioso, es hora de saber la verdad, aunque sea a medias. Al marcar su número coloqué mi teléfono sobre mi oído, esperando escuchar su voz.

_ Hola.

_ Hola, te llamo para hacerte una pregunta.

_ Mientras no tenga que ver con mi nombre está bien.

_ No, no es eso.

_ Bien, espero tu pregunta.

_ Tú, por casualidad, me conociste cuando era tan solo una pequeña niña.

_ Sí, de hecho en ese tiempo éramos tres y éramos inseparables hasta que tú te mudaste y perdimos todo contacto contigo.

_ Dices que éramos tres, ¿el nombre del otro es Alexander por casualidad?.

_ Sí, ese es su nombre, veo que estás muy cerca, eres más rápida de lo que yo creí, sí, sigues así dentro de pocos días sabrás quien soy. En ese momento la abuela de Andrés abrió la puerta y del susto corté la llamada.

_ Ya llegaron, creí que durarían un poco más.

_ Para mí fue eterno, no es fácil ducharse con una pierna lastimada y con quien hablabas.

_ ¿Qué? A ya, eso, solo una persona que se equivocó de número, es todo.

_ Bien. Coloco su mirada de desconfianza, mientras su abuela lo ayudaba a acostarse en la camilla.