La expresión de ciervo-encandilado-por-la-mira-del-cazador en el rostro de Jungkook sacó de golpe al boca-floja de Jimin, de su estupor post orgásmico. «Oh Dios, ¿qué infiernos hice?» Un zumbido sonó al fondo, y parpadeó con fuerza, tratando de darle sentido a todo. Por desgracia, todavía estaba aturdido por sus prematuras palabras a Jungkook cuando el ruido finalmente conectó en su cerebro.
El temporizador.
Horno.
Berenjena parmesano.
El zumbido se detuvo como por arte de magia.
—La cena está lista. — Jungkook se veía totalmente abochornado, Jimin se sentía igual. Y luego el hombre dejó escapar una risa nerviosa—. Deberías, uh, tener más cuidado de soltar esas palabras provocadas por las endorfinas y el buen sexo.
Con eso, Jungkook se puso de pie y se dirigió a la cocina. Jimin miró fijamente la puerta por la que Jungkook había desaparecido y trató de respirar a través del grueso nudo que se había formado en su pecho.
Maldición.
Durante los últimos tres días había estado reuniendo el valor para pedirle a Jungkook que lo acompañara a la ceremonia de premiación como su cita. Una cita real, no una falsa. Como un novio real, no uno falso . Jimin moría con cada centímetro que esta relación se acercaba más a donde necesitaba que estuviera, declarándola de manera absoluta y a la vista de todos. Auténtica. Genuina.
Real.
¿En qué infiernos había estado pensando? ¿Una declaración de amor durante el sexo? Dios mío, ¿por qué no pudo haberse quedado mudo de la impresión?
«Te amo...»
Con dedos temblorosos, Jimin se arregló la ropa, haciéndose presentable. Evitar a Jungkook sólo empeoraría las cosas. Así que se alisó la camisa con un suspiro de resignación y se dirigió hacia el interior, el aroma picante de la salsa de tomate en el aire. La berenjena parmesano estaba sobre el mostrador de la vacía cocina. ¿ Jungkook había salido de la casa? ¿Habría huido porque se había asustado por la mamada?
Jimin lo sabía mejor que nadie. Había visto la parte delantera de los pantalones de Jungkook y la furiosa erección debajo. Y, aunque enormemente feliz de que Jungkook hubiera superado su miedo de mamar a alguien, Jimin sabía que la revelación apenas había ayudado cuando el hombre se había escapado, quizás para nunca más volver...
Todo por culpa de su Gran.Boca.Floja.
El profundo miedo que se instaló, rezumaba por sus poros. Había asustado a Jungkook, y Jimin tenía dos opciones. Podía fingir que no había tenido la intención de decir las palabras o explicar lo que hizo, lo que tenía una probabilidad del 99,9% de alejar a Jungkook.
Ninguna de las opciones se sentía posible.
Con la mente revuelta, Jimin lentamente fue tomando conciencia de las voces que venían de más allá de la cocina. Y sólo una persona podría pasar sin avisar.
Jimin hizo a un lado sus pensamientos agitados y tomó la berenjena parmesano —Cristo, como si la cena pudiera ser usada como un escudo—, y se dirigió hacia el comedor. Vio a Jin con una copa en la mano, apoyado en la pared y platicando con Jungkook.
Jin miró a Jimin. —Salvé la cena de quemarse, por lo que se me debe permitir que los acompañe en recompensa por mi impecable sincronización.
Jimin murmuró un acuerdo mientras ponía el plato en la mesa, atrapando también como Jungkook evitaba mirarlo mientras le decía a Jin que el momento no podría haber sido peor. Jungkook colocó servilletas para tres puestos, como si los muebles fueran a explotar si no se hacía a la perfección.
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NOVIO FALSO // JIKOOK // KOOKMIN
FanfictionSIPNOSIS Profesionalmente, el Dr. Park Jimin casi había alcanzado sus objetivos. Como destinatario este año de un premio humanitario junto con su ex, el doctor Min Yoongi, el trabajo de Jimin con los desamparados está a punto de ser reconocido. Por...