El aliento de Jimin salió silbando de sus pulmones y su estómago se contrajo con una sacudida repugnante. Dios, se sentía como si hubiera sido derribado por la espalda. La necesidad de jalar a Jungkook a sus brazos y abrazarlo era abrumadora. Sabía que Jungkook odiaría esa respuesta, por lo que se apoderó de su silla y se obligó a centrarse en la actividad. El equipo contrario bloqueó un gol de campo, el coro de gemidos de la multitud llenó el silencio entre ellos mientras Jimin luchaba por encontrar algo que decir.
Jungkook mantuvo sus ojos en el juego, su postura se relajó mientras tomaba la cerveza de la mesa auxiliar. Incluso los dedos envueltos alrededor de su botella parecían relajados. La ausencia de nudillos blancos confundió a Jimin. ¿Cómo podía Jungkook dejar caer una bomba como esa y actuar tan indiferente?
Tres segundos pasaron antes de que los músculos alrededor de la boca de Jungkook se tensaran, traicionando a sus emociones.
Jungkook seguía negándose a verlo a los ojos. —¿No vas a decir nada?
Jimin intentó tragar saliva, pero su garganta se sentía muy contraída. —Creo que eres uno de los hombres más increíbles que he conocido.
La risa que soltó Jungkook llevaba una buena cantidad de escéptica diversión.
—Eres demasiado malditamente amable, Jimin. Tenemos que trabajar en eso.
Pero Jimin no compró ninguna de la basura que brotaba de la boca de Jungkook, sobre todo ahora. El momento se sentía enorme.
Fundamental.
Y Jimin se sentía inadecuado. Impropio para la conversación por venir. Todas esas estúpidas letras después de su nombre, todos los grados que se había ganado, y ninguno de ellos le habían ayudado a prepararse para esta tarea.
Luchó por las palabras adecuadas mientras miraba el perfil de Jungkook.
—No me digas que te sientes avergonzado... porque no deberías.
El pensamiento realmente le lastimaba. Jungkook había vivido su vida abiertamente, sin importarle lo que los demás pensaran de él. Y todo eso estuvo muy bien.
Pero, ¿qué pensaba de sí mismo?
Jungkook se detuvo el tiempo suficiente para parpadear dos veces.
—No hay vergüenza aquí —dijo, por fin encontrando la mirada de Jimin — Hice lo que hice para sobrevivir en las calles, y no me arrepiento de nada. De todos modos, el arrepentimiento es una emoción inútil. Pero...
Sus labios se torcieron con ironía. Jimin esperó, sin mover un músculo. Cualquier reacción de su parte podría ser malinterpretada como un juicio o lástima. Y Jungkook claramente tampoco lo toleraría.
Jungkook dejó escapar un suspiro.
—Sólo lamento que eso arruine las cosas para ti.
—¿Para mí? ¿De qué estás hablando?
—No puedo... —Movió la mano de manera circular como para ayudar a las palabras a salir—, ya sabes.
—Dios mío, Jungkook —dijo Jimin, inclinándose más cerca—. ¿De verdad crees que me importa eso?
Jungkook frunció el ceño con expresión obviamente confundida, no enojada.
—¿No debería?
La pregunta era terrible, desgarradora, y tan perfectamente, perfecta en Jungkook.
Jungkook se mordió el labio inferior y volvió su atención de nuevo hacia el campo.
Jimin aprovechó el tiempo para escanear el perfil de Jungkook y la perpleja mirada en su rostro. Al parecer, Jungkook no podía entender la falta de preocupación de Jimin por la falta de un acto sexual que lo afectaba directamente.
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NOVIO FALSO // JIKOOK // KOOKMIN
Fiksi PenggemarSIPNOSIS Profesionalmente, el Dr. Park Jimin casi había alcanzado sus objetivos. Como destinatario este año de un premio humanitario junto con su ex, el doctor Min Yoongi, el trabajo de Jimin con los desamparados está a punto de ser reconocido. Por...