VIII

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Eventos afortunados.


Departamento de edición.

Leah suspiró con su manuscrito en mano frente a la puerta, después de no haberse presentado el día dicho y haber estado procrastinando sin saber si sería adecuado entregar lo escrito, finalmente había cedido ante sus tortuosos pensamientos, los cuales sólo la hacían sentir peor al no ir a la editorial. Sin pensarlo más tomó la perilla, abriendo la puerta lentamente, asomando la cabeza, inmediatamente se encontró con unos ojos azules quienes la miraban curioso.

―¿Leah?

―¿Hisoka?

Rápidamente el chico alto de cabellos negros se levantó de la silla donde se encontraba, abriendo por completo la puerta observando a la joven detrás de ella, su hermana estaba parada frente a él, atónita.

―¡Leah! ―En un muy apretado abrazo, el chico levanto ligeramente a su hermana, demostrando lo mucho que la había extrañado.

Hisoka, su hermano mayor y no tan cercano a ella, con quien había perdido casi toda comunicación desde su viaje a los Estados Unidos, no solían convivir y la bienvenida que le estaba dando sólo confundía mucho la mente de la joven. El abrazo, ninguno había sido tan cálido como ese desde su llegada.

―¿Qué haces en el departamento de edición?

―Yo... quería verte.

A diferencia de Leah, Hisoka se demostraba más sociable y amigable con la gente, ella era todo lo contrario cuando se trataba de su hermano, lo quería, pero siempre sintió que su convivencia nunca sería la mejor, siempre había existido una incomodidad latente entre los dos, la cual Hisoka siempre intentaba romper desde su última interacción donde el mayor de los dos en un pasado no había sido tan amable con ella.

―Bien, hola. ―Leah desvió su mirada, no quería verlo directamente.

―Me dijeron que vendrías, madre llamó temprano, creí que sería buena idea verte. ―Explicó el mayor, tomando distancia de ella.― Sabía que no pasarías a mi oficina aun si te lo pidiera...

La de cabello cortó asintió, dejando el manuscrito sobre el escritorio frente a ellos. Observó el lugar, las oficinas de la editorial eran amplias y hermosas, con una iluminación natural que lograba un ambiente limpio y pacifico junto a sus paredes blancas, el lugar estaba vacío, eso era extraño.

―Sólo vine a dejar esto, nos vemos en navidad.

Sin decir mucho más, la más joven dejó la habitación, dejando a su hermano con un mal sabor de boca y una decepción visible en sus ojos. Hisoka quien estaba recargado en el escritorio, movió el manuscrito a un lado, mirando debajo de este, una carpeta verde la cual abrió, leyendo las letras en negro; Contrato de dirección general.

―¿Hisoka-sama? ―Una mujer de apariencia joven se asomó detrás de uno de los escritorios.― ¿Y Leah-sama? 

―¿Ya podemos salir? ―Dijo uno de los pasantes, saliendo del mismo escritorio.

Hisoka había arreglado una fiesta de bienvenida para su hermana, dándole la buena noticia sobre que obtendría la dirección del departamento de edición, buscado así mejorar su relación con ella, cosa que no funcionó. Ella no le dio tiempo de decir nada.

...

Sentada completamente sola en la misma cafetería donde Mito y ella se habían reencontrado, Leah tomaba un café mirando su computadora al tiempo, la pagina estaba vacía, al igual que su mente. Llevaba media hora sentada esperando a que alguna idea se asomase tan siquiera por error, nada pasaba.

Némesis | Madara Uchiha | Tobirama Senju |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora