Capítulo 30

2.1K 187 23
                                    

Selimeye miraba a los principes entrenar, sus hijos eran buenos en casi todo, pero casi siempre preferían tomar sus descansos más largos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Selimeye miraba a los principes entrenar, sus hijos eran buenos en casi todo, pero casi siempre preferían tomar sus descansos más largos.

—¿Lo hiciste? - Su nueva criada Lalezar asintió, Selimeye siguió bebiendo de su té con tranquilidad.

—Madre - Hümaşah se sentó a su lado, Kösem y Hülya también se sentaron a su alrededor. —Te ves radiante hoy.

—Mi hermana tiene razón, se ve muy hermosa -hablo Kösem.

—El embarazo la hace relucir. - fue Hülya la que habló, Selimeye sonrió.

—Mis amadas niñas, ustedes también se ven muy hermosas - ellas asintieron contentas.

El hermoso cabello rojo de Kösem brillaba al darle la luz del sol, de todos los nietos de la haseki, ella había sido la única que había heredado aquel hermoso cabello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El hermoso cabello rojo de Kösem brillaba al darle la luz del sol, de todos los nietos de la haseki, ella había sido la única que había heredado aquel hermoso cabello..

—¿Por que no dejas de verme? - hablo con un leve sonrojo, Selimeye solto una risa.

—Eres igual a la haseki.

—Seré igual a ella cuando crezca - Selimeye asintió.


















—Seré igual a ella cuando crezca - Selimeye asintió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑴𝑨𝑮𝑵𝑰𝑭𝑰𝑪𝑨| 𝑺𝑬𝑳𝑰𝑴 𝑰𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora