Capítulo 29

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Selimeye siguió soltando lágrimas mientras Selim la arrullaba entre sus brazos, ambos estaban afectados con la noticia del envenenamiento de Hümaşah, Selimeye no dejaría que esto pasara nuevamente

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Selimeye siguió soltando lágrimas mientras Selim la arrullaba entre sus brazos, ambos estaban afectados con la noticia del envenenamiento de Hümaşah, Selimeye no dejaría que esto pasara nuevamente.

Ella sabía muy bien que Hümaşah no era el objetivo, era Mehmet.

—¿Mejor? - dijo Selim limpiando le el rostro.

—Estaré mejor cuando sepa que Hümaşah esta bien - Selim asintió y Fakria ingreso a los aposentos.

—La sultana ha despertado  - Selimeye se puso de pie y salió sin esperar a Selim, al ingresar encontró a su hija tomando la mano de su abuela, ambas compartian palabras de aliento.

Selimeye se sintió triste al ver a la haseki así, seguro recordó la muerte de su hijo Mehmet, seguro ver mal a Hümaşah le trajo malos recuerdos.

—Madre - Hümaşah sonrió al verla, Selimeye se lanzó a sus brazos y la envolvió con fuerza— tanto amor me ahoga.

—Mi pequeña, perdóname por no estar cuando eso pasó - susurró al borde de las lagrimas.

—No fue tu culpa  -sonrió la menor, Mehmet ingreso segundos después y abrazo a su hermana —Si mi vida era el cambio por la de Mehmet estoy dispuesta...

—No digas tonterías  -hablo Hürrem —Yo buscare al culpable.

—Déjeme eso a mi - la miro fijamente, su mirada demostraba determinación

—Bien, las dejo solas, creo que deben pasar tiempo juntas  - hablo la pelirroja y con una pequeña sonrisa hacia ambas salió.

—Madre - Selimeye dejo de acaricia sus manos y la miro — fue ella...

—Déjale eso a tu madre, tu recuperate, ¿Si? - Hümaşah asintió y beso la mano de su madre.

Selim las miro desde la puerta, amaba q Hümaşah como a su hija, no, ella era su hija, su hija favorita y su luz, era lo único que le quedaba de su amado hermano Mehmet, por lo cual la amaba más.

—Padre... -Selim se acercó al ver que Selimeye se hizo a un lado, Hümaşah estiró sus brazos y espero a que su padre se acercara a cerrar el abrazo.

— Hüma, mi querida hija -susurro acariciando su espalda, la rubia cerró sus ojos al sentir el calor abrazo de Selim. —Mis amores -dijo el viéndolas, Selimeye solto un suspiro, seguía enfadada con el, pero en aquel momento debía de fingir una reconciliación por su hija.


















 —Mis amores -dijo el viéndolas, Selimeye solto un suspiro, seguía enfadada con el, pero en aquel momento debía de fingir una reconciliación por su hija

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