Capitulo 48

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Un año después

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Un año después.

Kösem bajo del carruaje, un año había pasado desde que se había quedado en topkapi viviendo junto a su abuelo y a la sultana Mihrimah.

—Mi amada hija - Selimeye se acercó a ella y la abrazo con fuerza — Creciste hermosamente.

—Solo fue un año - Selimeye nego.

—Cambiaste, no eres una niña ya - Kösem sonrió y tomo la mano de su madre para luego ingresar. —¿Cómo esta su majestad?

—El abuelo está bien, sigue triste por lo sucedido con la sultana...

—Al menos goza de salud - Kösem sonrió falsamente, el sultán estaba enfermo, la edad no ayudaba y la gota era un asunto que nadie debía de saber.

—Te envía saludos y regalos, el cumpleaños de Habbab es muy importante para el.

—El de todos, cada cumpleaños envía regalos y saludos, no podemos ir porque no se pueden celebrar fiestas en topkapi  - Kösem asintió.

—Pasarán los años y la esclava se niega a hacerme una reverencia  - la cabellera rubia de Ismihan se cruzó en su camino, Selimeye solto un suspiro, aquella joven le daba molestias con solo verla, siempre se encargaba de recalcarle que era una criada

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—Pasarán los años y la esclava se niega a hacerme una reverencia  - la cabellera rubia de Ismihan se cruzó en su camino, Selimeye solto un suspiro, aquella joven le daba molestias con solo verla, siempre se encargaba de recalcarle que era una criada.

—Deberías de respetar a la esposa de nuestro padre, su esposa legal y libre, libertad que otorgó su majestad el sultán - hablo Kösem.

—La hija de la zorra griega no puede decirme que hacer  - Kösem rodó los ojos —Seguro eres igual que tu madre, una zorra.

—Escúchame bien Kösem, que seas huérfana no te da el derecho de abrir tu sucia boca para soltar basura  -se acercó la pelirroja —Zorra tu, que no se te olvide que Dilara kadin te encontró en la cama de aquel guardia, sucia - Ismihan abrió sus ojos, había soltado toda la verdad en medio del harén.

—¡No tienes ningún derecho!

—Si sigues creyendo que fue mi madre la que asesino a Dilşah estas muy equivocada, fíjate bien en quien te crío y te metió aquellas ideas - Kösem tomó la mano de su madre.

𝑴𝑨𝑮𝑵𝑰𝑭𝑰𝑪𝑨| 𝑺𝑬𝑳𝑰𝑴 𝑰𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora