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Capítulo 25

Cinco años después.

Para Selimeye la vida había sido dura con ella, Nurbanu y sus múltiples intentos de asesinato, Zeynep y sus interrupciones cuando estaba con Selim y ahora lidiaba con una nueva favorita, Tülay hatun, Selim y ella llevaban meses viéndose, por su reciente parto Selimeye había dejado de ir con Selim mientras se recuperaba, cosa que otras mujeres aprovecharon.

—Hemos llegado sultana - la voz de Güven la sacó de sus pensamientos, con ayuda bajo junto a sus hijos. En esos cinco años había dado a luz a la pequeña Hülya y hace poco había dado a luz al pequeño Cihangir, Selim estaba complacido con tener tantos hijos con su primera consorte que le había regalado dos propiedades y le había dado los jueves y cualquier día que ella decidiera para ir con el.

—Ven aquí  - Selimeye se acervo con cuidado a él y tomo su mano, Nurbanu y Zeynep rodaron los ojos, ambas estaban varios peldaños abajo de ella.

La fiesta de circuncisión de los príncipes Mehmed y Murad era ese día, una día de celebraciones para todos en topkapi. Habían sido invitados Bayaceto y su familia, Mustafa y su familia y la sultana Fatma que ahora residía en topkapi.

—Sultana - Selimeye hizo una reverencia hacia Hürrem, la pelirroja extendio su mano y está la beso, ambas se sonrieron.  —Cada día más hermosa.

—Lo mismo digo, cada parto te hace lucir más hermosa y radiante - Selimeye se acercó a Mihrimah y beso su mano, Nurbanu iba seguido de ella piso su vestido haciendo que Selimeye se tropezara, Mihrimah la miro mal.

—Los príncipes deben ir con su majestad el sultán - tomó la palabra Hürrem — Ve hijo - Selim se despidió junto a sus hijos y salió, la mirada de la pelirroja se dirigió a Selimeye.

—Nurbanu, Zeynep, pueden irse -ambas vieron a Mihrimah y se retiraron a regaña dientes —Otro príncipe -sonrió la sultana —Es una bendición.

—Me alegra saber que estas bien, te vez radiante y contenta -la haseki le sonrió a su pupilo.

—No fue fácil, Nurbanu es una piedra en el zapato, pero he sabido llevar esto bien -sonrió — Me gustaría descansar, si me disculpan  -se puso de pié pero antes de salir el eunuco anuncio a la sultana Huricihan.

Contra toda la negativa, ella y Bayaceto se habían casado, sin permiso y siendo familia, la sultana Hürrem no tuvo otra opción más que aceptar a aquella joven como su nuera y esposa de su hijo, aunque era un matrimonio con amor, la ausencia de hijos hacían que la sultana se viera en problemas.

—Sultana - Selimeye hizo una reverencia, Huricihan solo asintió, Selimeye salió y se encontró con sus hijos y Selim.