💌+30 DAYS OTP💌[UKSPA]

☀️1-Día 3

> Día 3— Abrazo.
>Capítulo soft.
>Capítulo corto.
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Tal como dice el dicho: En abril, aguas mil.

Era esa época del año y a sorpresa de nadie una noche lluviosa de tormenta.

Cada poco sonaba un trueno y el fuerte viento agitaba por fuera los árboles, algunas farolas incluso se movían y el constante choque del agua en las ventanas sonaba por toda la casa, parecía como si a la mañana siguiente se necesitará una canoa para ir a comprar el pan.

El británico había venido esa misma mañana de visita a la casa de su pareja, pero por la fuerte lluvia se tuvo que quedar a dormir, algo que tampoco molestaba ninguno de los dos países.

Al contrario que Uk, el cual parecía que vivía eso todos los días, España estaba despierto, viendo desde su cama como las gotas se acumulaban en el ventanas de un lado, por mucho sueño que tuviera no podía dormir, la lluvia se lo impedía.

Había intentado conciliar el sueño con todas esas acciones que uno hace cuando no puede dormir (y que la mitad no sirven para nada en realidad); estar con el móvil, leer, tomar un vaso de leche, finguir dormir, contar ovejas... Pero nada, todavía seguía ahí viendo cómo el reloj sobre su mesilla de noche marcaba las 4:02 de la mañana.

Se removió en su lado de la cama, una cama de 3 plazas que normalmente solo usaba él y aun así seguía con la costumbre de acostarse al borde de la cama, a nada de caerse. Quizás fue por todo el movimiento que estuvo haciendo, o quizás la lluvia, Uk se despertó, medio adormilado y viendo al pelirrojo moverse.

— Honey... Can't you sleep? — Preguntó, en un bajo susurró, girándose su cabeza y fijando la vista en la espalda del contrario.

— No. — Dijo en el mismo tono de voz.

— ¿Qué hora es?

— Las cuatro de la mañana.

Esta vez se removió la parte del británico. El mayor se giró para lograr quedar pecho-espalda con el español, atrayéndolo al centro de la cama.

— Al final te vas a caer de la cama. — Dijo el británico, abrazando la cintura del contrario y apoyándose junto a él.

— ¿Qué haces? — Preguntó el pelirrojo, ignorando la advertencia del mayor.

— Sleep... — Ordenó el contrario.

No hubieron más comentarios, el español se dio por rendido y acabo apoyando su cabeza en el pecho del contrario el cual no rompía aquel abrazo.

El británico cerró sus ojos mientras que una de sus manos pasaba poco a poco por la cabeza del pelirrojo, acariciándola y creando una leve relajación a ambos. Quizás fue por eso o por el compás de los latidos del corazón inglés, pero todo el sueño que no concilio el español en esas horas le llegó de golpe, durmiéndose tras pocos minutos en ese mutuo abrazo.

Un leve beso se posó en su frente, y tras eso, aún sin romper el abrazo, el británico volvió a dormirse.

Y quizás ahí estaba la medicina que necesitaba; ni leche, ni ovejas, ni pastillas para dormir... Quizás el simple calor que su pareja le aportaba era lo que al español le calmaba, y tanto que lo hacía.

532 palabras.