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☀️1- Día 20.

> Día 20 , 20's AU.
> Episodio situado en Estados Unidos durante la gran depresión.

La noche generó un vacío en aquella cafetería alejada del centro, y no era sorpresa puesto que está misma avisaba su posible cierre, por lo que ya pocos clientes buscaban el ir a ella.

— ¡El mexicano! ¡Mesa cinco!

— ¡Voy! — El nombrado agarró la bandeja que había sobre la barra, caminando hacia la mesa asignada mientras murmullos salían por su boca. — Soy español... Guiri analfabeto...

Aquel joven pelirrojo de 25 años llevaba tiempo trabajando  ahí, ¿No sería normal que supieran mínimo que no era de México? Pero los estadounidenses parecían no tener solución alguna ante ese pensamiento. Volvió a mostrar esa cálida sonrisa al llegar a la mesa, saludando y posando sobre esta las tazas de café y un trozo de pastel que, aunque tenía buena pinta, podía afirmar que sabía a cartón.

Regresó hacia la barra, colocándose tras de esta y apoyándose contra la pared, un suspiro se escapó de sus labios, quería irse ya a su casa, odiaba ese trabajo y la gente con lo que lo compartía.

— Disculpe.

Una voz masculina se casó de sus pensamientos, obligándolo a poner su mejor cara y acercarse a esta.

— Oh sí, perdone, ¿Qué desea?

— Un té negro, solo, por favor.

— Enseguida.

Se giró a la pequeña encimera detrás suya, empezando a calentar el agua y sus ojos poco a poco se cerraban, tenía sueño, ¿Hacia cuánto no dormia bien?

— Hay mal ambiente últimamente... — Comentó el joven de atrás suya, el mismo del pedido. — ¿Eres de aquí?

— Oh, no, soy de... De España — Respondió, sacando las bolsas de té sin mirar al contrario. — ¿Y usted? No tiene acento de ser de la zona.

— Británico — Hizo una pequeña pausa. — Estados Unidos está tan mal... Me sorprende que haya gente viniendo aquí en estos años.

— Bueno, mi país vive con crisis de este estilo, cada comunidad es más gilipollas que la anterior. — vertió el agua con cuidado en una taza, colocando la pequeña bolsa de té.

— Nunca he ido a España... Me gustaría ir cuando las cosas mejoren.

— Te recomiendo las playas de Madrid... — Le pasó la taza de té al británico, riendo por su propio chiste que solo él entendía.

— Gracias.

El español asintió, viendo por primera vez de forma detallada al inglés, tenía pinta de tener dinero por sus ropajes y su forma refinada de tomar el té.

— ... ¿Cómo te llamas? — Preguntó el español, viendo a este con total confianza.

— UK... ¿Y usted?

— ¡ESPAÑA! — Antes de poner contestar la voz del jefe se adelantó a la pregunta, llamando la atención del pelirrojo. — ¡Deja la cháchara y ponte a trabajar!

— ¡N-No estoy de cháchara! ¡Me estaba preguntando la marca del té! — Contestó al instante el europeo, bufando y viendo de nuevo al inglés. — Bueno... Ya sabes cómo me llamo...

Después de unos minutos el británico pidió la cuenta, apenas había tomado el té, por lo que a España le extrañó que pidiera el ticket, lo entrego en la común bandeja y agarró la taza, lavando la y volviendo donde el inglés, ya se había ido, aunque había dejado el ticket y el cambio en la mesa.

— ¿Para que me insiste tanto si no va a llevarselo...?

Agarró el dinero y el papel, notando la tinta en grande sobre los números de la cuenta. Un número de teléfono acompañado de unas palabras "¿Serías mi guía en España? — UK".

— Dios ... — el rostro de este estaba totalmente rojo, riendo de forma nerviosa por el comentario escrito — Algunos si son originales pa' ligar...

Me dan pereza los capítulos de las épocas distintas pa que mentiros-

605 palabras.