💌+30 DAYS OTP💌[UKSPA]

☀️1-Día 10

>Día 10—Cambio de Ropas.
>2 Cortos.

Era una mañana cualquiera, el despertador había sonado, claro está, la noche anterior fue fin de año, y estaba claro que actualmente ninguno de los dos varones estaban en condiciones de si quiera levantarse, por lo que perezosamente el español se contraba estirando su brazo hacia el suelo, intentando buscar su camisa sin resultado.

— "Ukaaaaaaaaaaa" — Se quejó, volviendo a tumbarse en la cama boca abajo. — ¿Mi camisa?

No tuvo tiempo de esperar una respuesta, cuando se giró hacia el lado de su pareja pudo ver a este, todavía recién despierto analizando que estaba haciendo, acción la cual fue ponerse aquella camisa del mundial de 2010 del español , la cual usaba de pijama.

— Excuse me... — Habló por lo bajo el británico, sacándose de nuevo aquella prenda. — Siento que me va a explotar la cabeza.

— Tranquilo~, te dejo tener la camisa de ganador por un tiempo, como tú nunca podrás~.

El británico sonrió para si mismo, viendo hacia el pelirrojo.

— ¿Seguro? Recuerda que técnicamente esto es 4 contra 1... — Comentó la unión, sonriendo al escuchar la risa del español callarse.

— ¡Pues mi hijo es uno solo y tiene 3 copas! ¡Eh! ¿Cuántas tienen los tuyos? ¿Umhh?

— Tu hijo tendrá 3 copas pero yo tengo Malvinas y Gibraltar — Y tras estas palabras una almohada aterrizó en la cara del británico. — ¡Hey!

— Ni puta gracias la verdad...

El español se hizo pequeño contra su almohada, abrazándola y sin ver al británico.

— Venga... Era broma...

— calla y pásame la camisa...

— Puff... — Este río para si mismo, sabiendo que en un par de minutos el enfado habría pasado.

(Heheboobies)

— ¿Esa no es mi camisa? — Preguntó el británico al ver a su pareja con una camisa de un grupo antiguo de rock británico.

— Puede. — Respondió el español sin más, viendo su teléfono desde la comodidad del sofá.

— Te he dicho que no cogas mi ropa... — Se quejó el peliazul, dejando un cesto de la ropa en la mesa del comedor y acercándose al español, cruzándose de brazos frente a él.

Era verano, y aunque el británico iba en vaqueros y una camiseta de botones blanca medio desabotonada, la ropa del ibérico se reducía a la camisa robada y su ropa interior.

— Bueno, sí tanto te molesta que la lleve quítame la. — Respondió el español en cierto tono Guasón.

—. . . Bueno.

El británico se inclinó, quedando casi encima de este de un tirón logrando sacarle la camisa, alejándose de vuelta.

— Gracias por devolverme mi camisa.

— ¡Eh! ¡¿Encima que me quitas la camisa no hay ninguna puta segunda intensión?! ¡Cabrón!

— ¡Así dejas de robarme la ropa! — comentó el británico desde las escaleras, subiendo aquel cesto de ropa hasta la habitación, sonriendo mientras miraba aquella vieja camisa en la cima.

456 palabras.