eleven

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"Cada vez que sus miradas chocaban, esa luz de amor que los iluminaba".

A Hyunjin no solían agradarles las historias románticas, pero si se tratara de algún recuerdo de Felix, algo cambiaría en su forma de pensar. El único libro que llevaba para aquel viaje era uno de romance y pasión, así desbloqueando todo lo que fue parte de su adolescencia.

-El vuelo ya esta por finalizar, pedimos que los pasajeros estén listos y tomen sus pertenencias.

¿Ya esta por finalizar? Claro, las últimas horas que paso dentro del avión se las llevo leyendo. Aunque al principio le aburriera esa novela, después de tantas vueltas se había interesado por saber más sobre el desenlace.

Al ver que todos se levantaban de sus asientos y tomaban sus respectivos objetos, Hyunjin decidió seguir a los demás.

Ese aire especial que volvia a Corea diferente, era como volver a casa. Se sentía cómodo y nuevo, como su yo de antes, donde todo era mejor y más real.

-¿Quieres que te ayude a bajar tus cosas?- se ofreció una de las azafatas al verlo quieto en su puesto.

-No, solo estaba viendo si no me olvidaba de nada. Gracias.

La chica lo miro extrañada y se fue. Por lo visto, esa era la forma de coqueteo de la azafata hacia Hyunjin, el cual no había captado la indirecta.

Al bajar todo se sintió igual, pero en un aire diferente. Volvía a estar en el país donde realmente pertenecía y le gustaría estar hasta siempre, ahí sentía que podía ser el mismo. Era un poco raro que sintiera un leve cariño hacia el país donde nació y vivió la mayoría de su vida, tal vez era porque Hyunjin había estado con alguien que lo hizo sentir especial y tener ganas de vivir, pues al ser abandonado por su padre había perdido la esperanza en las personas. Sin contar que una vez fue hasta la casa de su padre biológico y este lo rechazo de la manera más horrible, diciéndole que era solo "un maricon desgraciado."

Había arrendado uno de los departamentos más caros, pero con buena comunidad y alojamiento, pues ofrecía gimnasio gratis entre otros grandes servicios. Gracias a todos los trabajos que tuvo para conseguir dinero cuando llego a Estados Unidos, logro juntar dinero y comprar aquel apartamento.

A plena vista era muy grande, pues las habitaciones se veían cómodas, tenían buena calefacción y le convenía quedarse ahí. Conformado por 1 baño gigante, 1 habitación con vista increíble, una cocina más sala amplia.

-Departamento 112- le informo Hyunjin al portero, quien debía darle la llave del apartamento.

-¿Nombre?

-Hwang Hyunjin.

El joven le entrego la llave y entre tanto, lo ayudo a subir sus cosas.

Mientras se encaminaban hacia el elevador, Hyunjin logro ubicar una cabellera castaña, muy parecida a alguien que conocía perfectamente, pero decidió seguir concentrado en lo que hacía, tal vez solo era alguien que se parecía.

¿O tal vez no?

esos hermosos ojos tuyos | versión hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora