twelve

42 7 0
                                    


-Necesito hacer ejercicio, tal vez eso me ayude un poco- pensó el castaño al rato de llegar a su casa.

Se encaminó hacia su gran armario y se preparó para ir al gimnasio.

Después de ser atormentado por las preguntas de su madre sobre su nuevo trabajo, estaba demasiado cansado y su mejor opción era ejercitar hasta el cansancio, como lo hacía siempre.

Desde que cumplió los 17 años había decidido tener una vida independiente, comenzó a trabajar medio tiempo en cafeterías, restaurantes y así, hasta conseguir bastante dinero como para conseguir un apartamento muy caro y más cosas. Consiguió buenos trabajos, donde le pagaron más de cinco millones, pero al ver que habían mejores y menos agotados empleos, decidió cambiarse.

Así es como consiguió un nuevo trabajo, gracias a que su madre estuvo insistiendo para que llamará.

Al salir de su departamento, camino hacia uno de los elevadores más cercanos, pero antes de que pudiera avanzar y presionar el botón del piso al que quería llegar, alguien lo tomo de la mano y lo acorraló contra una de las paredes que quedaron al frente del elevador.

-¿Pero que mierda estás haciendo?

-Sabes que no puedo dejarte tranquilo cada vez que te veo- ironizó el alto, Felix lo miró con desagrado.

-Y tu sabes que puedo llamar a la policía si sigues molestándome. Ya te dije que no quiero salir contigo, Taeyang.

Aquel alto y musculoso joven siempre había estado molestando a Felix desde el día en que llegó. Lee había llamado su atención de inmediato al instalarse. Al parecer el insistente hombre no se rendía, siempre molestaba al castaño por su respuesta, aunque ya la sabía perfectamente.

-Resulta que el repartidor de correo se equivoco en el domicilio y me entrego uno de tus paquetes- dijo entregándole un paquete pequeño.

-Aquí dice apartamento " 113" . Yo vivo en el "111". Si vas a buscar una excusa para molestarme, deberías hacer una buena- dicho esto, Lee le pasó el paquete y se fue, dejándolo solo.

-Dios, que molestia- se dijo a si mismo el pecoso al cerrar el elevador y quedar completamente solo.

•••

Al terminar su hora en el gimnasio, tuvo que caminar hacia su domicilio y dormir el resto que quedó del día. Hasta que alguien empezó a llamarlo, arruinando todos sus planes.

-Hola, Felix. ¿Tienes algo que hacer esta tarde? - cuestiono el mayor desde el otro lado.

- Estaba por irme a mi departamento y dormir el resto del día ¿por qué?

-No me sorprende que quieras dormir todo el día - río otro de sus amigos que estaba junto al mayor.

- ¿Estas con los chicos?

- Si, es que estábamos pensando en juntarnos en un bar para tomar un rato.

El mismo panorama de siempre, beber hasta quedar completamente borracho y no hacer nada más que eso.

- Lo siento, Chan, mañana empiezo mi nuevo trabajo y no pienso llegar tarde y con olor a alcohol.

-Espera - interrumpió otro de sus amigos - ¿conseguiste un nuevo trabajo? Con más razón deberías venir, así disfrutas tu último día libre - manifestó Seungmin.

-Seungmin tiene razón, deberías aprovechar a distraerte un rato y después te dejaremos de insistir - opino Jisung, otro de sus amigos.

Sabía que como siempre terminaría borracho y hasta podría perder su única oportunidad para trabajar. Al mismo tiempo sabia que sus tres amigos lo molestarían hasta el cansancio para que bebiera junto a ellos.

Así fue como el pecoso se cambio a una ropa más cómoda y se dirigió al bar donde constantemente hacían sus juntas.

Mientras caminaba hacia la salida del edificio, logro divisar a lo lejos, a un chico alto y de cabello negro, por lo visto, parecia de la misma edad de Felix. Era imposible que fuera el, si, claro que era imposible.

-Hasta que llegas- le grito Jisung al verlo entrar al bar.

-Había mucho tráfico- excuso el australiano sentándose al lado del mayor, el cual era Chan y lo miraba atentamente.

-Cuéntanos, ¿qué trabajo conseguiste ahora?

-Eso no les importa- ironizo volteando los ojos- Ustedes no me llamaron para saber de mi vida. Ahora si, ¿qué vamos a pedir para tomar?

Las horas dentro del bar pasaron volando, ya eran las una de la madrugada y los cuatro chicos estaban demasiado borrachos como para saber el estado en el que se encontraban.

Felix estaba en la barra del bar mientras veía como sus amigos peleaban al estar borrachos, solían comportarse como tontos y eso le daba mucha gracia a Felix. Su teléfono empezó a sonar dando a entender que tenia una llamada entrante. Al ver la hora en el electrónico, se dio cuenta que debía irse. Caminaba extraño, pues estaba mareado y tenia ganas de vomitar. Antes de seguir caminando, sintió que sus piernas no resistían el peso y cayo al suelo.

Lo único que logro ver después de su caída, fue a un hombre el cual lo ayudo a levantarse y comenzó a hablarle.

-¿Quién eres y por que me estás abrazando?- dijo borracho al sentir como el hombre lo tomaba y hacia que mantuviera el equilibrio para no caer al suelo otra vez.

Al darse vuelta para ver con mas detalle al sujeto que lo estaba abrazando, sus ojos se abrieron como platos y casi cae de nuevo. Acaso esa era... ¿Hyunjin? Estaba borracho, lo mas probable es que eso era solo una ilusión y al dia siguiente no recordaría nada.

-¿Cómo me encontraste? ¿Qué haces aquí tan tarde?- pregunto el castaño, pero no escucho ninguna respuesta, pues había caído dormido en los brazos de aquel tipo.

esos hermosos ojos tuyos | versión hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora