esos hermosos ojos tuyos | versión hyunlix

sixteen

Salía apurado, estaba consciente que si no llegaba a tiempo podría ser despedido ese mismo día.

Reaccionó al instante en que la luz marco verde y el motor de su coche volvió a funcionar.

Jisung le había prometido cuidar su casa hasta que llegara o al menos hasta que ya no tuviera nada que hacer.

Mientras conducía pensaba en todos esos sentimientos que le impedían seguir su vida como de costumbre. Desde que vio a Hyunjin en aquel elevador, no pudo sacarse de la cabeza la forma en que lo miraba, en la forma en que lo besaba aquella noche en su casa. Esa manera exquisita en la que lo devoraba con sólo unas palabras. Pero realmente estaba muy confuso. Sus planes habían sido arruinados. Pensaba en olvidarse de todo y seguir sus vida como siempre, pues no quería salir herido nuevamente ni mucho menos por el. No sabía si seguía sintiendo cosas por el o solo si extrañaba su relación.

Muchas veces cuando una persona termina con su pareja, suelen extrañar a esa persona con la que pasaste tus días, esos días interminables y que pasan lentamente, cuando disfrutaban. Sueles extrañar su aroma, su carácter, todo de esa persona, hasta llegas al punto de olvidar los problemas y cosas malas que sucedieron entre medio y provocaron la ruptura.

Por otro lado, puedes extrañar solo la relación. Extrañas ese sentimiento de no estar solo, de sentirte bien sea con quien sea o simplemente extrañas cómo te sentías dentro de la relación, aunque esa persona no haya sido del todo honesta contigo.

Hay distintas cosas que puedes extrañar, pero no significa que sigas teniendo sentimientos amorosos, ¿o si?

-Lee Felix-repitió una vez más la secretaria que miraba unos papeles-. ¿Eres nuevo?-la mujer masticaba chicle de una forma exagerada.

-Si-contesto de manera cortante al sentirse asqueado por como masticaba la goma de mascar.

La mujer tomo uno de los teléfonos inalámbricos de la pared y marco los números correspondientes.

Felix ya empezaba a cansarse, estuvo ahí parado por 10 minutos hasta que una de las secretarias se le acercó y empezó a hacer que su tiempo se perdiera.

-El señor Kim dice que vaya a su oficina, allí le dirá todo.

-Gracias-replicó haciendo un movimiento de agradecimiento y comenzó a caminar hasta el lugar dicho.

Al final su conversación no fue tan interesante ni importante, lo único que Kim le ordenó, fue un caso que tendría que hacer, que se llevaría a tribunales.

Trataba sobre violencia intrafamiliar, donde un padre abusaba y agredía a sus hijos y esposa. Tenía que encargarse de llevar a ese hombre a la cárcel y buscar una vida fuera de peligro.

Según los archivos, el hombre llevaba un año haciendo tales agresiones y abusos, hasta el punto donde los vecinos lograron escuchar y poner la denuncia. El hombre normalmente llegaba borracho a casa y atacaba a su esposa e hijos, y aún cuando no estaba ebrio, lo hacía de igual forma.

El acusado era Shin Doyun, ex trabajador en una empresa de recursos humanos, quien al ser despedido empezó a beber y desquitarse con su familia, haciendo daños severos.

En este caso las víctimas eran Shin Ha-Neul -su esposa-, Shin Yejun -su hijo mayor-, y Shin Jiyu -su hija menor-.

Con tan solo 8 y 6 años de edad, lo niños habían empezado a sufrir de abusos y agresiones por parte su padre. Había hecho cosas que probablemente eran peores que solo eso, estaba seguro. ¿Como un maldito cabrón podría hacer todo eso a su familia?

Estaba dispuesto a interrogar a las víctimas para obtener más información y recopilar datos claves. Asi que, ese mismo día antes del mediodía, iría a la casa de los Shin junto a uno de los técnicos jurídicos, quien lo ayudaría.