fifteen

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Al llegar a su apartamento junto a su amigo, este se sentó en el sofá y lo miro extraño y confuso.

-¿No piensas decirme nada?

-¿De que?- pregunto haciéndose el tonto a propósito.

-Bien, finge que no sabes nada, pero yo sé perfectamente lo que pasó entre ustedes dos.

Esperaba que fuera broma y solo estuviera molestándolo, porque sabía a la perfección que Jisung podría decirle a sus amigos y ahí empezarían las molestías.

Conocía muy bien a Jisung, como la palma de su mano. Había conocido a los chicos meses después de que Hyunjin se fuera del país, gracias a ellos ya no estaba solo y logró socializar con más gente, pues antes solo convivía con Hyunjin y por su timidez no podía tener más amigos por el miedo de que lo dejarán o estuvieran con el por pena. Pero ellos eran diferentes. Si lo entendían.

Primero conoció a Jisung, quien lo había ayudado a pasar los días acompañado y no solo. Había sido un día miércoles cuando empezó su amistad. Felix se sentaba todos los días debajo de un cerezo. Solía sentarse ahí junto al pelinegro y pasar el tiempo. Jisung caminaba solo y decidió ir hacia el, mientras que el castaño lo miraba extrañado y trataba de alejarse de el. Por decirse así, en ese entonces a Felix no le gustaba mucho el contacto físico con personas no conocidas.

-Hola, tu debes ser Lee Felix. Soy de tu clase- dijo con una sonrisa de oreja a oreja. El castaño asintió confundido.

Felix había visto algo en el, tenía una personalidad extraña pero que le gustaba, tal vez su forma de ser era inigualable.

-¿Vas a golpearme?

Jisung hizo una mueca de confusión.

-¿Golpearte? ¿Por que yo haría eso?

-Porque todos los chicos aquí me golpean por ser maricon.

-Pues ahora no lo harán más- Felix lo miro y eso le provocó felicidad a Jisung al ver sus ojos brillar-. Desde ahora seré tu amigo y te voy a defender de cualquier matón que quiera hacer algo.

-¿Lo dices en serio?

-Por su puesto.

Jisung sabía que Felix había salido con Hyunjin por muchos años, pero al verlo solo y tan indefenso, quiso ser su amigo. El sabía que tenía algo especial que lo volvía diferente a los otros.

Poco después Jisung le presento a Seungmin y a Chan, quienes eran amigos de este desde antes.

Al principio el castaño no confiaba mucho, pues recién los conocía. Pero mientras pasaba el tiempo, se hicieron más cercanos hasta el punto de convertirse casi en hermanos.

-¿Podría quedarme a dormir?- interrumpió Jisung el incomodo silencio que se estaba formando entre ellos- Ya es muy tarde como para irme ahora.

-Si, claro.

-Si no te molesta, dormiré en el sofá- el castaño sonrió, asintiendo.

Antes de irse a dormir, procuro que Jisung tuviera todo lo necesario para dormir bien y no pasara problemas mientras estuviera dormido.

Al despertar, sintió como un delicioso olor penetraba sus fosas nasales. Camino hacia la cocina, encontrándose a un Jisung recién levantado cocinando.

Este lo miro y sonrió. Se acercó a él mirando con ganas el plato que cocinaba.

-Me levante más temprano para poder hacerte un delicioso desayuno, así te vas con buenas ganas a trabajar.

-Eres tan lindo, Han Jisung- acarició despacio su mejilla-. ¿No quieres que te vaya a dejar hasta tu casa? Aún es temprano.

-No gracias, puedo irme solo.

Al terminar de comer el rico plato preparado por Jisung, el castaño partió hacia su trabajo. No podía mentir, se sentía nervioso, quería vomitar y gritar a la vez, era su primer día y no sabía cómo serian los días ahí.

Su alarma le aviso que ya era hora de despertar. Hyunjin aún seguía soñando y no quería despertar nunca, aunque tuviera que ir a trabajar

Soñaba que estaba en un lindo prado lleno de flores junto a Felix. Los dos tomados de las manos, caminaban hacia uno de los cerezos más cercanos, parecido al que solían apreciar cuando iban a la escuela.

El castaño lo miraba de una manera dulce, sentía que estaba en cielo junto a él. Sus manos se abrazaban y pronto sus labios hicieron lo mismo. Sus besos. Sus besos eran simplemente algo hermoso. Algo que no podía explicar.

Maldijo el momento en el que tuvo que despertar y dejar de estar en esa nube soñadora.

-Mierda, es perfecto.

Suspiro y camino hacia la cocina para preparar un café y alistarse.

Lo que menos le gustaba era levantarse temprano, ni mucho menos para ir a trabajar. No llevaba ni 2 meses y ya se sentía bastante cansado y presionado.

Antes de irse a dormir, había recibido una llamada de parte de Kang, quien le había estado ofreciendo bastante trabajo dentro del hospital.

-Hola, Hwang. Espero no haberte despertado.

-No te preocupes, ya estaba por irme a dormir. ¿Pasa algo?

-No sé si te guste mucho esta oferta, como ya sabes, te había preguntado si te gustaría trabajar también con nosotros en nuestra área. Resulta que mañana tenemos una operación y necesitamos tu ayuda.

Hyunjin estaba hecho piedra. Jamás había hecho una operación, aunque si supiera mucho sobre cómo hacerlas y estuviera muy al tanto de cada cosa. No se sentía mal por no saber nada, al contrario, sabía más de lo normal, lo que le preocupaba era que gracias a él saliera todo mal.

-Pero yo jamás he hecho una operación o he estado en una como para saber. No me gustaría que saliera mal gracias a que soy principiante- su tono parecía preocupante, por un lado quería y se sentía a halagado al saber que tenían su ayuda en mente, pero por el otro, era principiante y un solo error lo llevaría al fracaso.

-Tengo muy bien en mente que eres principiante y eso te dificulta demasiado, pero confío en tus capacidades y se que sabes mucho. Diría que hasta sabes más que yo- río por lo bajo.

Hyunjin esbozo una gran sonrisa y acepto la propuesta, aunque no estuviera tan seguro.

Pero algo lo hizo aceptar, sintió que si Felix estuviera a su lado, lo motivaría a aceptar, y estaría orgulloso de el.

Solo quería verlo y volver a acariciar sus dulces y cálidos labios con los suyos.

esos hermosos ojos tuyos | versión hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora